jueves, 13 de junio de 2013

Capítulo 28: Epílogo

-¡Esta es la mejor hora del día!-Exclamo Akari con emoción- ¡La hora del almuerzo! Y la comida de hoy, es especialmente deliciosa, un rico tazón de fideos, y de postre una tarta de manzana… ¡Que feliz me siento!
Concluyo Akari, frotándose las manos. En ese momento, todos nos encontrábamos desayunando en la cafetería de la escuela. Ryu soltó una pequeña carcajada ante el comentario de Akari, y dijo en tono divertido:
-Aki-chan, tu si que eres una persona sencilla. Te pones feliz por cosas muy simples.
-¿Eh? ¡La comida no es simple!-Exclamó Akari con sorpresa, frunciendo un poco sus cejas-. Debes comer apropiadamente para tener energía para tu vida diaria. Además, con la alimentación adecuada, creces mucho y te vuelves muy fuerte.
-En tu caso eso no importa-. Interrumpí a Akari, mostrándole una sonrisa traviesa-. No importa que tanta comida saludable comas, sigues igual de bajito y debilucho.
-¿¡Como te atreves!?-Grito Akari enojado, apuntándome amenazadoramente con su tenedor-. Tal vez no todos podemos ser altos y atléticos como tu, pero al menos nos esforzamos.
-Una cosa es segura, te alimentas bien, pues tienes la suficiente energía para gritarme muy fuerte.
-Yue eres malo…- Me contesto Akari, cruzando sus brazos-. ¿Qué comiste hoy que te cayó de peso? Deberías dejar de comer tanta carne.
¿Se preguntan por que sigo molestando a Akari a pesar de que me gusta? No sabría responderles, simplemente me gusta hacerlo, me intriga saber como será su reacción, y que palabras usará para defenderse y devolverme el insulto, es como un extraño reto que siempre hay entre los 2. Además que me fascina su cara cuando está enojado, entrecierra sus enormes ojos morados, e infla un poco sus cachetes, se ve tan hermoso y tierno que me dan ganas de… En fin, eso no tienen por que saberlo ustedes, me he desviado del tema, continuando con lo que estaba diciendo, mientras los demás se reían de cómo Akari y yo nos peleábamos (pues sabían que nuestras peleas ya no eran en serio), escuchamos una voz a lo lejos.
-¡Chicos, chicos! ¡Lo logre, pude terminarlo a tiempo!
Se trataba de Kagami, la cual llego corriendo a la mesa donde estábamos, y se paro en la orilla de esta, mirándonos con una enorme emoción en sus ojos.
-¿Qué fue lo que lograste Kagami-chan?
Pregunto con interés Makoto. Kagami se acerco más, y coloco un libro con pasta color rojo en la mesa de la cafetería.
-¡Pude terminar el anuario de nuestro primer año en Maho!
Todos nos acercamos más para mirar mejor el libro de Kagami. Yuki fue quien rompió el silencio, haciendo una pregunta obvia:
-¿Todas estas son las fotos que tomaste durante este año?
-¡Si!-Contesto Kagami, mostrando una enorme sonrisa-. Como saben, la fotografía es mi pasión. Además, pienso que es importante tomar fotos durante todo el año para que te des cuenta de cuanto has madurado, no sólo en el interior, si no en el exterior también. Además, es muy lindo recordar, ¿no creen?-Nadie le contesto, simplemente afirmamos con la cabeza en silencio, reflexionando todo lo que Kagami acababa de decir, dándonos cuenta de que tenía razón. Sin otra cosa que decir, Kagami volvió a sonreír, abriendo la primera página del anuario.- Bueno… ¿quieren verlas?
-¡¡Si!!
Exclamaron algunos, muy emocionados. Formamos un círculo alrededor del anuario, y comenzamos a ver cada foto cuidadosamente.
-¡Esa es de la ceremonia de inauguración!
Exclamo Mizu emocionando, señalando las primeras fotos con sus dedos. Ryu le respondió de inmediato:
-¡Cierto! ¡Ja, ja, ja! Miren eso, todos nos veíamos tan nerviosos.
-¿Y estas de aquí?
Pregunto Karasi, señalando la página con su dedo índice, Makoto le respondió:
-Estas son del festival cultural. Son del café cosplay que pusimos.
-Kagami-chan…-Habló Akari de repente, con un poco de confusión en su mirada- ¿Por qué hay tantas fotos de Makoto, Mizu y mías?
-Ah… Bueno, eso…-Respondió Kagami un tanto nerviosa y apenada, bajando las orejas-. Ryu me hizo tomarlas… A cambio de eso, me dio muchos mangas yaoi y novelas BL, lo siento mucho Aki-chan, como entenderás, no pude resistirme.
-¿Y por que a nosotros?
-Por que son hermosos y encantadores, y se veían muy lindos con sus trajes de mayordomos.
Contesto Ryu, mirando embelesado todas las fotos en el anuario.
-Pervertido…
Dijimos Yami y yo en una extraña y perfecta sincronía, al darnos cuenta de eso, simplemente cada quien volteó su rostro con gesto ofendido.
-¡Hey, estas son las de Hisui!
Yuki acababa de voltear la página del anuario, y nos anunció cuales fotos seguían. Karasi habló con una enorme sonrisa, mirando todas las fotos con atención:
-Aquí esta Kotori-chan. ¡Oh! Y también es Senryo…
-¡Miren estas! Son las del duelo de Yue y Akari.
Habló Mizu, esforzándose por no reírse al ver nuestras fotos, las cuales, nos mostraban a Akari y a mí bailando en pareja a causa de los efectos de las danzas mágicas de nuestro duelo en Hisui contra Arai y Say-mei. (Esto sucedió en el capítulo 11).
-Kagami-chan… ¿Por qué tenías que tomar esas fotos tan vergonzosas?
Dijo Akari sonrojándose, bajando las orejas. Yo sólo podía pensar que quería tener todas esas fotos bajo mi poder.
-Ay Aki-chan, pero si son tan lindas, no te enojes por favor.
-¿¡Que significa esto!?-Interrumpió con un grito histérico Hikari, mirando una foto en una esquina de la página. La foto del beso que Kyousuke le había robado en la enfermería-. Kagami-chan, me prometiste que ibas a deshacerte de esas fotos.
-Ah… bueno, eso…
-¿Deshacerte?-Pregunto Karasi con extrañeza- ¿Qué incluso no le habías dado unas copias de esas fotos a Kyousuke?
-¡¡Karasi-chan!! ¡Ese era un secreto!
-¡Wua, lo siento mucho!
Karasi se disculpo muy apenado, tapándose la boca con sus manos. Kagami volteó lentamente para enfrentarse con la mirada iracunda de Hikari.
-Ka-ga-mi-chan…
-Discúlpame, en verdad trate de borrar las fotos… Pero mi corazón amante del BL me lo impidió. Además, Kyo me regaló un CD de Hathor gratis y autografiado, fue toda una ganga.
-Si que sabes negociar…
Fue lo único que atino a decir Hikari, ante esa declaración.

***
Finalmente, llegamos hasta las últimas páginas del anuario.
-Nya, ¿y esas?-Preguntó Akari- ¿Por qué nos vemos tan cansados?
-¡Cierto!-Respondió Ryu-. Esas fueron de las semanas pasadas, durante los exámenes. Miren esta, Yami incluso se quedo dormido en una de las mesas de la biblioteca.
-Y no era para menos-. Agregó Yuki, con pesar y cansancio en su mirada al recordar-. Los exámenes finales fueron mortales.
-Si, con todo lo que vimos en el año.
Lo apoyó Hikari haciendo muecas de disgusto al recordar. Karasi tranquilizo el ambiente, sonriendo.
-¿Y por que las caras tristes y disgustadas? Gracias a que nos esforzamos mucho, nos fue bien.
-Tienes razón Karasi-kun,-continuó Makoto- incluso todos logramos pasar a segundo nivel pues obtuvimos los puntos necesarios en los exámenes.
-¡Y no lo olviden!-Dijo esta vez Akari, sonriendo también-. En una semana mas comienzan las vacaciones de invierno y de fin de año, son las más largas, así que ahora no tenemos razón para estar tristes.
-Chicos, mantengamos en contacto durante las vacaciones.
Concluyó Kagami cerrando el anuario. Todos afirmamos y lo prometimos, en esa mesa, no podían verse mas que sonrisas, y sólo se escuchaban comentarios alegres a causa de haber recordado lo bueno que fue nuestro primer año en Maho, incluso hasta yo no pude evitar contagiarme de ese ambiente alegre, lleno de paz.

***
-¿Eh? ¿Lo dices en serio?
Dijo Kagami con sorpresa, abriendo mucho sus ojos verdes.
-… Si.
Fue lo único que le conteste, Kagami volvió a hablar con un poco de confusión en su voz.
-¿Quieres una copia de todas las fotos donde sale Aki-chan?
-… Si.
Volví a responder, desviando la mirada para que Kagami no notara la vergüenza que me daba pedir eso.
-¿Y por que razón?
Kagami era una chica muy linda, la cual se veía inocente e ingenua,  y si pensabas que en su mente sólo había chicos haciendo cosas con otros chicos, te equivocabas. La verdad, es que Kagami es una de las chicas mas perspicaces y astutas que nunca antes había conocido en mi vida. Su pregunta me sorprendió tanto, que por unos segundos no supe que contestar, y dije la primer tontería que se me vino a la cabeza.
-Ah… Bueno… Yo sólo… Dentro de poco, Akari irá a ver a su familia, pienso que sería bueno que vieran lo bien que le va en la escuela por medio de esas fotos.
-Si ese es el caso, entonces creo que hay excusas mejores, Yue-kun.
Kagami río en voz baja y con disimulo, simplemente la mire con sorpresa, esperando que no me hiciera preguntas como: “¿Te gusta Akari?” “¿Desde hace cuanto que te enamoraste de Akari?”. Ya casi podía oírlas, y me preparaba para contestar, cuando lo que me dijo no fue nada de eso.
-Descuida Yue-kun, te daré las copias. Y sólo por tratarse de ti, también te daré las fotos donde estas junto con Akari. Un favor nunca se le niega a un chico guapo.
Concluyó esta, con una enorme y cálida sonrisa en su rostro.

***
Después de eso, me encontraba en la cama de mi habitación mirando con detenimiento todas las fotos que Kagami me había dado. Fue entonces cuando me di cuenta, de que Akari tenía razón, no valía la pena cerrarse y crear un escudo, ni tampoco juzgar a las personas, ya que Kagami se había comportado exactamente al revés de cómo yo pensaba que lo haría. Independientemente de Hikari, Yuki y Yami, con todos los demás chicos comenzaba a entenderme mejor, y me estaba dando cuenta de lo agradable que era formar parte de algo.
Pensé para mi mismo que ese favor que Kagami me había hecho debía pagárselo, por lo que me propuse no olvidar buscar un regalo navideño para ella durante las vacaciones de invierno.
Sin embargo, mientras reflexionaba con todo eso, me distraje, mirando embobado todas las fotos de Akari esparcidas en mi cama… ¿A que jugaba? ¿Cuánto tiempo mas iba a poder soportar así? ¿Acaso no estaba jugando con fuego? Si permanecía por más tiempo al lado de Akari, era obvio que mi “enamoramiento” con el tiempo, se convirtiera en algo mas profundo, hasta el punto de no poder concebir mi vida sin él. Pero la sola idea de separarme de él, y de no verlo nunca más, me destrozaba el corazón. Aún cuando sabía que no debía estar conmigo pues era muy peligroso por culpa de Shagaard, aun cuando me propuse mantener mis sentimientos como un secreto… ¿Sería capaz de resistir y ser fuerte? ¿Sería capaz de soportar por más tiempos mis deseos de estrecharlo contra mis brazos, y besarlo mientras dormía? ¿Es que acaso soy un maldito masoquista o algo así?
-¡¡¡Yue!!!
Gritó con entusiasmo Akari abriendo la puerta de repente, y entrando. Como pude, me moví rápidamente y oculte todas las fotos bajó unas camisas que estaban mi cama.
-¿Qué te pasa “pequeño engendro de la luz”? ¿Por qué entras así?
-Yue… ¿ya comenzaste a empacar todo?
-En eso estaba, cuando un “pequeño engendro de la luz” entro al cuarto como loco y me asustó.
Akari se sentó frente a mí en su cama y me sacó la lengua. Después, dirigió su vista a mi derecha, y se percato de algo.
-¿Um? ¿Para que son esos mapas de Lagarem que estabas viendo Yue?
-¿Estos? Estaba buscando un lugar donde quedarme durante las vacaciones de invierno.
-¿¡Que!?
Tras soltar ese fuerte grito, Akari saltó a mi cama, tomo los mapas a mi alrededor, y comenzó a hacerlos trizas frente a mi.
-¿Qué te pasa?-Exclame un poco molesto-. Está bien que esos mapas no son costosos, pero tampoco es para que los desperdicies así.
-Yue, tú no te vas a ir a ningún lado, vas a venir a pasar las vacaciones de invierno a Urem.
-¿A Urem? Pero, yo…
-Nada de peros,-interrumpió Akari sonriendo-. Ya les escribí a mamá y a la abuela, y ellas estarán encantadas de que pases la Navidad con nosotros.
-Pero… No quiero ser una molestia.
Dije algo apenado, desviando la mirada, bajando las orejas. Akari me respondió, con esa enorme y cálida sonrisa que me hacía sentir en las nubes.
-No pienses ni por un momento que lo eres, a todos nos agradas Yue, y no queremos que pases ni un momento de tu vida solo ni una vez más… ¡Si que te gusta hacerte el difícil! Mira que te perdone que me hayas ocultado lo de los 6 tesoros, y ahora no quieres aceptar mi invitación.
-Ya te dije que lo hice por tu bien, no quería que te vieras involucrado en esto, me preocupo por tu bienestar.
-Y te lo agradezco, pero no quiero que me sigas ocultando cosas ¿de acuerdo? ¡O me enojaré contigo y te golpeare hasta dejarte tan inflado como un globo!
-Siempre con tus amenazas.
Dije sonriendo irónicamente. Akari volvió a insistir sonriendo y meneando su oscura cola de lado a lado.
-Entonces si vas a venir ¿verdad?
-Ummm… No se, debo pensarlo, después de todo, tal vez mi vida corra peligro al lado de un salvaje como tú.
Akari entrecerró los ojos, un poco molesto, pero después tras mirar a su lado, su mirada se suavizo por completo. Tomo al Sr. Almendra, colocándolo enfrente de su cara, de modo que se la cubría por completo. Con sus dedos, tomos los pequeños y rechonchos brazos del osito de felpa, moviéndolos  y controlándolos como si fuera una marioneta, para después decir con un tono de voz meloso, infantil y dulce:
-“Vamos Yue, escúchame a mi, el poderoso Sr. Almendra. Si no vas con Akari, te arrepentirás por el resto de tu vida y te comeré en la noche cuando menos te des cuenta, muajajaja”.
Aun recuerdo eso como los mejores momentos de mi vida. Tras escuchar a Akari hablar como si fuera el Sr. Almendra, solté una enorme y sonora carcajada, me escuchaba a mi mismo reír, y ni siquiera podía creer que era yo quien me estaba riendo.
-Yue…-Dijo Akari muy sorprendido-. En verdad te estas riendo… ¡Es la primera vez que te veo reír así, tu risa es muy hermosa!
-Así es, y todo es tu culpa… ¡En verdad que estás loco! ¡Date prisa, que tenemos que comprar los boletos para ir a Urem!
Le respondí sin poder parar de reír, lanzándole una almohada a Akari en la cara, este se defendió de la misma manera, y comenzamos una divertida pelea de almohadas.
Estaba seguro que no iba a poder mantener oculto mis sentimientos por mucho tiempo. Lo más probable es que algún día, sucumbiría ante la tentación, y cuando menos lo esperara, sería capaz de robarle a Akari un beso, de abrazarlo y jamás dejarlo ir. Pero mientras ese día llegará, quería mantener lo más posible esos momentos en mi corazón, deseando que esos momentos fueran eternos, y que alguien pudiera congelarlos. Los momentos en que Akari me hacía feliz, comportarme como si sólo fuera un niño, riéndome y disfrutando como si nada mas importara, como si volviera a tener 10 años de nuevo.


+ Fin. Primera temporada +