viernes, 23 de septiembre de 2011

Chibicomic especial 3: 2 años después

Hola a todos n.n Ya se que no tengo perdón de Dios por desaparecerme así,he estado ocupada,con pereza y fuera de la ciudad,pero aquí vengo para actualizar.Pensaba hacerlo cuando subiera nuevo capi,pero eso quien sabe cuando será xDDDD Bueno,este especial lo quisimos hacer Seikigo y yo como agradecimiento a las personas que llevan leyendo este fan fic desde el principio.
Este chibicomic mostrará como son las vidas de los personajes 2 años después de graduarse de Maho,tiene mucho spoiler >w< Como es algo largo,aquí les dejo la primera parte :D

(Click en la imágen para verla en grande)

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Capítulo 25: La melancolía de Yue


¿Por qué las personas se enamoran? Era una pregunta que no podía sacar de mi cabeza, desde que descubrí mis sentimientos por Akari. El amor te hace comportarte como un idiota, te hace balbucear como retrasado frente a tu persona especial, cerca de esa persona, te pones nervioso, e incluso a veces, te hace sudar. No podía dejar de sentirme mal, perdido, me sentía como si no fuera yo mismo, y mi personalidad se fuera perdiendo conforme mas tiempo pasaba. Pensando en Akari las 24 horas del día, tratando de complacerlo en cualquier cosa que él quería, cuidándolo, y no deseando separarnos ni un segundo.
Me preguntaba si Akari ya se había dado cuenta de este cambio, o si le molestaría mi interés de tenerlo cerca de mi cada que pudiera, pero como siempre, Akari andaba en las nubes, ocupado sólo de las cosas cotidianas en su vida, para él, parecía que nada había cambiado. En pocas palabras, no se había dado cuenta de mis sentimientos.
La situación era esta, estaba enamorado de Akari, ya había pasado un mes desde que me había dado cuenta de mis sentimientos, pero siendo la primera persona en la que me fijaba, no tenía idea de cómo actuar, como había dicho, ni siquiera podía comprender mi inusual y estúpido comportamiento.
Lo único que sabía, era que quería estar con Akari, no tenía idea de cómo conquistar a alguien, a pesar de haber recibido declaraciones de amor antes, no sabía como enamorar a alguien. Lo único que podía hacer, era esperar a que este extraño comportamiento en mi desapareciera, esperaba que una vez se calmaran las cosas en mi corazón, eso me haría tomar una sabia y madura decisión, ya que a mi siempre me ha gustado analizar las cosas antes de actuar.
Independientemente de mi, había otro problema, 2 para ser preciso, las personas que competían contra mi por conquistar el hermoso y dulce corazón de Akari: Hikari y Yuki.

***
-¡¡Nyaaaa, no es justo!!-Comencé a gritar furioso-. No entiendo como es que empezó a llover ahora, si en la mañana estaba completamente despejado.
Yue y yo nos dirigíamos a nuestra siguiente clase, cuando de repente, una fuerte lluvia comenzó a caer. Faltaban sólo 2 meses para que el primer año en Maho acabara, cada día mas, el frío comenzaba a sentirse en el ambiente, incluso ya habíamos cambiado al uniforme de invierno de la escuela.
Alrededor de la explanada, podían verse a miles de alumnos usando la chamarra color azul marino con el escudo de la escuela de lado izquierdo. Varios alumnos estaban comenzando a correr para resguardarse de la lluvia, pues cada vez comenzaba a sentirse mas fuerte, pero por desgracia, a Yue y a mi aun nos faltaba un largo tramo para llegar al edificio de encantamientos.
-Justo cuando nos cambiamos de salón… ¡Que molesto!-Seguí quejándome, tratando en vano de cubrirme con la palma de mi mano, cosa que era obvio no iba a funcionar. De repente, sentí como algo caía sobre mi cabeza, y al voltear hacia arriba, pude ver a Yue, colocándome su chamarra en la cabeza para evitar que siguiera mojándome- ¡Yue! ¿Qué haces? Tu chamarra…
-Es para que no te mojes…
Interrumpió este, con tranquilidad en su voz. Sin duda era un gesto muy noble, pero el agua estaba helada, y a pesar de que el uniforme tuviera manga larga, Yue pasaría frío.
-¿Y que hay de ti? Te enfermaras…
Le pregunte muy preocupado, Yue sólo me contesto en voz baja y tímida, desviando la mirada:
-Estoy bien, no pasara nada.
-¡No, de ninguna manera!-Le reproche, quitándome la chamarra de la cabeza, y tendiéndosela para que la tomara-.No quiero que te enfermes, ten, vuelve a ponértela.
Yue guardo silencio por varios segundos, mirando la chamarra en mi mano detenidamente. Después, volteo el rostro, y contesto con indiferencia:
-No, quédatela hasta que lleguemos al salón.
-¿Eh? ¿Pero por qué?
-¡Sólo quédatela! ¡Por una vez deja de hacer preguntas!
-¡Pues no la quiero, y menos si me gritas así!
Comencé yo también a alzar la voz, mirando a Yue con un poco de recelo. Yue volteo el rostro y me contesto con voz resentida y molesta:
-¡Que debilucho eres! Yo soy muy resistente, a diferencia de ti.
-¡Yo no soy un debilucho, retira tus palabras!
Sin embargo, detuvimos nuestra pelea al ver como había comenzado a dejar de llover alrededor de nosotros, aunque la lluvia no hubiera parado. Me preguntaba por que había pasado ese extraño suceso, cuando escuche una suave voz de repente acercándose a nosotros:
-¡Hey chicos! ¿Los agarro la lluvia?
Mizu estaba frente a nosotros, con la mano alzada, un resplandor tenue color azul salía de su mano.
-¡Mizu-kun! ¿Estas controlando la lluvia?
-Si, la alejo con mis poderes.
-¡Vaya, eso es muy práctico!-Exclame emocionado-.Como me gustaría poder controlar el agua ahora.
Hikari llego también a donde estábamos, y se dirigió a mí, mirándome con ternura:
-Oye Aki-kun, debes tener frío… ¡Ya se! Te prestare mi chamarra, para que así se te quite.
Concluyo Hikari con una enorme sonrisa, comenzando a quitarse la chamarra. No sabía que decir, sólo quería no causarle molestias a nadie, pero no sabía como rechazar la amabilidad de Hikari. Yue hablo de repente con tono frío:
-Llegas tarde Hikari, yo ya le preste mi chamarra a Akari.
-¿Ah si?-Fue lo único que le contesto Hikari, este volteo a verme con curiosidad, y se percato del bulto azul marino que tenía en mis brazos. Una vez lo vio, volvió a hablar con frialdad y con tono juguetón-: ¿Y entonces por que no la trae puesta?
-Eso es por que… Ah…
Balbuceo Yue, bajando la mirada, me fue extraño notar que la mirada de Yue era triste y decepcionada. Hikari me hizo reaccionar al volver a hablar.
-Aki-kun, entiendo que no quieras la chamarra de Yue, pero vamos, por favor, acepta la mía.
Hikari se había quitado la chamarra, y ahora, con una mirada de suplica, me la tendía para que la alcanzara, yo seguía sin saber que hacer, las cosas se complicaron cunado Yue dijo de repente con voz fría y prepotente:
-¿Es lo mejor que puedes decir?
Hikari le dedico a Yue una mirada llena de resentimiento y desafío, por lo que decidí finalmente volver a hablar para tratar de calmar las cosas.
-En serio, así estoy bien… Yue, toma tu chamarra, muchas gracias.
Yue la tomó mirándome con un poco de sorpresa, pero Hikari aun no se daba por vencido.
-Aki-kun, en serio insisto, úsala por favor… Alguien tan hermoso y delicado como tú debe estar muy bien cuidado.
-En serio estoy bien… ¡oh, cierto! Olvide algo en el otro salón… ¡Los veo en un rato!
Sin decir más, me di media vuelta, y salí corriendo lo más rápido que mis piernas me permitieron. Lo mas probable es que se hubieran dado cuenta de mi tonta excusa para huir de esa incomoda situación. Pero siempre he sido así en cuanto a asuntos sentimentales se refiere, un cobarde. Debía ponerle fin a esto y hablar con Hikari sobre lo que sentía por mí, pero me daba miedo lastimarlo, y por consecuencia, perder su amistad. En cuanto a Yue, sabía que ellos 2 desde el principio no se habían simpatizado, pero su comportamiento también era muy raro ¿Acaso Yue estaba interesado en mí como Hikari? … No, eso era imposible, y hasta gracioso de pensar. Un chico tan serio y maduro como Yue, jamás podía fijarse en un chico tan ingenuo y atolondrado como yo, era imposible.

***
-Akari-kun…
Dijo Hikari con tristeza, viendo como este se alejaba corriendo. Después, bajo las orejas, y me dedico una mirada furiosa, comenzando a gritarme mientras me ponía mi chamarra de nuevo.
-¡Oye tu! ¡Deja de entrometerte! Si crees que no me he dado cuenta de lo que pasa aquí, estas muy equivocado.
-¿De que hablas?
Le conteste tranquilamente, tratando de hacerme el confundido.
-Somos rivales en esto… Estas enamorado de Akari…
-No es verdad.
Negué de inmediato, tratando de que mi voz sonara normal.
-¿Qué hay de lo de la otra vez? Eso que dijiste que Akari era sólo tuyo, y ahora, tratando de hacerme quedar en ridículo enfrente de él. A mi no puedes engañarme Yue.
-… Tienes razón Hikari, odio admitirlo, pero eres muy astuto. Y ahora que lo sabes, supongo que entiendes que no te dejare a “Aki” ¿verdad?
Cada palabra se la dije con egoísmo y prepotencia, mostrándole una sonrisa fría y altanera, como burlándome de él. Nadie mas que Akari era digno de ver mi verdadero yo, lo que hacía, era defender mi territorio por así decirlo, por que aunque odio admitirlo, Hikari es una amenaza, ya que hasta en cierto punto, es parecido a Akari, además que los 2 tienen muchos intereses en común.
Hikari sólo torció la boca con enfado, entrecerrando sus ojos, como meditando una respuesta para ponerme en mi lugar, yo aproveche esto para volver a defenderme.
-Dime que debo hacer Hikari… ¿Dejar que le coquetees enfrente de mí? ¡Primero muerto!
Mi sonrisa fría desapareció, para dar paso a una mirada llena de celos, una mirada amenazante. Ni yo mismo sabía que era tan celoso, pero supongo que cuando sientes que puedes perder lo que mas quieres en el mundo, surge tu verdadero yo, y te aferras a eso con uñas y dientes.
-¡Ni creas que por ser mas fuerte y alto que yo te temo!-Me respondió con valentía Hikari, dedicándome la misma mirada, acercándose a mi para encararme-. Yue eres guapo, varonil, misterioso y atractivo, y tal vez tengas a muchas personas locas por ti en Maho, pero a Akari no… Y eso es algo que sin duda debo aprovechar ¿no crees? Nos vemos… “Yue-chan”.
Antes de irse, Hikari me sonrió con malicia, haciendo un falso tono de voz meloso y dulce. Ese chico era como un pequeño demonio, un demonio molesto y pelirrojo. Nunca olvidare que Hikari era otra de las personas que se habían atrevido enfrentarse a mi, y peor aun, dejándome sin habla, ni ningún argumento para defenderme.
Sin más, me dirigí caminando lentamente al salón de clases, las palabras de Hikari aun resonaban en mi cabeza.
-Guapo, varonil, misterioso y atractivo-.Repetí en mi mente-.Lo admito, soy popular en la escuela, sin siquiera buscarlo… Llamo la atención de todos, menos de la persona que quiero… Akari de Zarael.-Llegando al salón, fue a la primera persona que vi, mas bien, mi vista lo busco desesperadamente a él primero en el salón.- Estúpido Hikari, por su culpa, deberé sentarme lejos de Akari, Makoto me gano el lugar. -Continúe quejándome en mis pensamientos, mientras veía a Akari sentado lejos de unas 5 bancas de mí, platicando alegremente con Makoto. Una vez sentado en mi banca, ignore el comentario de felicidad de la chica de atrás: “Yue-san se sentó delante de mi”, y continúe enfocado en el asunto de Akari-.Pero… Ahora que lo pienso, no se hacia que clase de personas, Akari se sienta atraído. No se si le gustan mas los hombres, o las mujeres… Como Akari es la primera persona en la que me fijo, no sabía que hacer, no era yo mismo y me sentía demasiado confundido Ahora que me he calmado, puedo pensar objetivamente como antes… ¡Lo primero es averiguar los gustos de Akari!

***
Una vez terminada la clase, me acerque a Akari al verlo caminando por los pasillos rumbo a donde estaban los casilleros. En cuanto me vio a su lado, me sonrío de esa forma dulce que yo tanto amaba, y me pregunto con interés:
-Yue, ¿vas a guardar tus libros en el casillero?
-Si… Por que sabía que tu también lo harías.-Pensé con exasperación-.Dilo, vamos… ¡Maldita sea Yue cobarde, no es tan difícil!-Pero aunque me daba a mi mismo las fuerzas, ningún sonido salio de mis labios, era como si estuvieran sellados-.No, no seré como Hikari, tratando de conquistar a Akari con palabras y cumplidos cursis, si conquisto a Akari, será a mi modo.
Y aquí la pregunta era otra, ¿cómo hacerlo? Para empezar, las cosas iban mal, ya llevábamos 5 minutos caminando, y no había dicho ninguna palabra, ya hasta se estaba volviendo incomodo, cuando Akari salio con sus comentarios simples y agradables.
-Oye ¿qué crees que habrá de comer hoy en la cafetería? ¡Me muero de hambre!
Concluyo con una radiante sonrisa, la cual me desarmo por completo.
-Su sonrisa es lo más hermoso de este mundo.
Pensé, desviando la mirada del camino, para poder apreciar mejor el sonriente rostro de Akari. Este acto fue estúpido, pues gracias a eso no vi una estatua de adorno que estaba en el pasillo, haciendo que chocara con ella, y me diera un tremendo golpe en la cara, el cual me hizo casi desmayarme.
-¡Oh no! ¿¡Yue, estás bien!?-Escuche a Akari muy alarmado al lado de mi, mientras yo me apoyaba en la estatua para no caerme, sintiéndome muy avergonzado de haber pasado eso enfrente del chico que me gustaba.-Yue, ¿estas bien?
Pregunto una vez mas Akari, con tono preocupado, yo le conteste, volteándolo a ver con un poco de vergüenza.
-Ah, si… No es nada.
-Este… Te esta saliendo sangre de la nariz.-En cuanto oí eso, tome mi nariz, sintiendo el liquido viscoso y rojizo saliendo de ella, a causa del golpe que me acababa de dar.-Toma, usa mi pañuelo para limpiarte.
Volvió a hablar Akari con dulzura en su voz, mientras me tendía un pañuelo de color verde, con dibujos de osito en el. De inmediato lo tome, y lo use para secarme la nariz.
-Ah… Gracias-.Le conteste, sintiendo como mis mejillas se sonrojaban-.Te lo devolveré en cuanto lo lave.
-No te preocupes por eso, pero… ¿no crees que deberías ir a la enfermería a revisarte?
-Nah, si sólo fue un golpecito.
Dije sin preocupación, doblando el pañuelo de Akari con cuidado. Akari me contesto, sonriendo con incredulidad y complicidad.
-Engreído, no esta mal admitir debilidad de vez en cuando, y que algo te duele.
-Estoy bien.
Repetí, llegando a mi casillero, y abriéndolo para depositar los libros y cuadernos que ya no iba a necesitar. Al abrirlo, mire algo que me fastidio, y me hizo suspirar con molestia. Akari se dio cuenta, y se acerco a mí.
-¿Qué pasa Yue? ¡Oh! ¡Te han dejado otra carta de amor!-Grito Akari muy sorprendido, viendo la tonta carta de amor con sobre color rosa en mi casillero, a su lado, también estaba una caja de chocolates en forma de corazón.-Es la tercera este mes ¿oh no?
-…Si -Respondí con molestia e incomodidad. Abrí la carta, y busque rápidamente la firma-. ¿Shibumi de Calamb?
-¡Ah si! Es esa chica rubia con caireles de la clase B… ¿no te gusta?
-Ni siquiera la conozco.
Dije con frialdad, leyendo rápidamente la tonta carta, sintiendo a mi corazón estrujarse, pensando que todas las palabras llenas de amor y cariño de la carta, eran palabras que deseaba escuchar de la boca de Akari. Ya muy enojado, arrugue la carta, me dirigí a un bote de basura cercano, y la tire como si sólo fuera un pedazo de papel sin valor. Una vez hecho esto, volví a mi casillero a continuar guardando mis libros, esperaba que Akari me criticara por lo que había hecho con la carta, pero no lo hizo. Permanecimos en silencio, guardando nuestras cosas, cuando él volvió a hablar.
-No entiendo Yue… Muchas personas se te declaran, pero nunca les das el si… ¿Por qué?
-Sólo les interesa mi exterior, como me veo… No me interesa estar con alguien así.
-Ummm… Parece ser que nunca nadie logrará conquistarte, ¿verdad?
Esa si que era una enorme ironía, que Akari, siendo el quien me gustaba, me preguntara eso.
-En serio eres tonto.
Le dije con frialdad, comenzando a desesperarme.
-¿¡Por que me dices eso!?
Contesto Akari, comenzando a enojarse, frunciendo sus cejas con molestia. Sin más, ya completamente fastidiado, acorrale a Akari contra el casillero, colocando mi brazo al lado de su confundido rostro.
-¿Yue?
-¿En serio no te das cuenta? ¿Eres tan despistado que no te das cuenta de lo mucho que alguien puede llegar a quererte y apreciarte?
-¿Quererme y apreciarme? –Repitió Akari, con tristeza y confusión en su mirada-. ¿De que hablas?
-Deja de preocuparte tanto por los demás, y por una vez, date cuenta de lo que pasa a tu alrededor. Date cuenta de lo mucho que te quiero… -Pensé con desesperación, olvidándome del casillero, colocando mis manos en los delgados hombros de Akari-. Quisiera gritarlo… Pero cuando pienso en hacerlo, mi boca se paraliza.
-Yue… ¿Qué pasa? ¿Por qué actúas tan raro?
Dijo Akari con voz tímida, comenzando a asustarse. Me arriesgue, y coloque mi mano en su mejilla, al hacerlo, Akari ni siquiera se movió un centímetro, no pude evitar preguntarme, que sentía Akari por mi ¿Era tan sólo un amigo para él, o algo mas? Una parte de mi, temía decírselo, y cambiar las cosas como estaban, si no sentía lo mismo, iba a perder su amistad para siempre. Pero no sabía controlar mis sentimientos, él sólo tenerlo cerca mío me enloquecía, alteraba todos mis sentidos, en ese momento que lo tenía acorralado a los casilleros, tan cerca de mi, deseaba besarlo, como nunca antes había deseado otra cosa, ni siquiera como había deseado encontrar a mi hermano, o liberarme de la maldición. No entendía en que momento habían cambiado mis sentimientos, en que momento me había enloquecido tanto por Akari ¿Sólo era así por que era mi primer amor, o por algo más? Sin pensar en las consecuencias, acerque poco a poco mi rostro al suyo, hasta que nuestros labios quedaron sólo a centímetros de distancia. Sin embargo, antes de que pasara otra cosa, se escucho la campana de la escuela.
-¡Es la campana del primer almuerzo!
Akari volteo a verme extrañado, al ver que aun lo seguía sujetando. Rápidamente lo solté, y dije la primera excusa que se me ocurrió:
-Lo siento, me maree…
-¿De veras? Te dije que debías ir a la enfermería.
-Estoy bien.
Una vez dicho esto, me di la media vuelta, comenzando a alejarme, Akari me hablo mientras me iba.
-¿Eh? ¿No vas a desayunar?
-No…
Akari me vio alejarme, sintiéndose muy confundido de todo lo que había dicho.

***
-¡¡¡¡Ah, Yue!!! ¡Por favor, date prisa y mételo todo de una vez, creo que ya no podré resistir más tiempo!
-Tranquilo, deja de ser tan escandaloso… Te aseguro que en un momento más, ya se sentirá bien.
Le susurre a Akari suavemente en la oreja, mientras este apretaba con fuerza sus ojos, y se mordía el labio, con una clara expresión de dolor en su rostro.
-Ummnnn… Yue… Por favor… Ya no puedo más…
-Sólo un poco más…-Seguí hablando con voz tranquila y baja-. Ya sólo falta la punta… Ya esta entrando…
-¡Aaaaaah!-Exclamo Akari con alivio, mientras daba la última puntada al chaleco del traje-.Nyaaaa, muchas gracias Yue… -Continuo este con una sonrisa, mientras se abrochaba con cuidado el chaleco-. No era capaz de dar esas últimas puntadas yo solo, pero no tenías por que apretarlo tanto a mi cintura mientras hacías la bastilla.
Sonreí con ternura al ver el puchero que Akari acababa de hacer, después me senté en mi cama, mientras guardaba los hilos y las agujas en una cajita, y busque conversación con él:
-Pero… Pienso que los senseis exageraron esta vez con el festival escolar de la escuela… ¿Ponernos a hacer nosotros mismos los uniformes? ¿Qué ganamos con eso?
-Bueno, yo creo que es divertido-.Me respondió Akari con su sonrisa radiante, sentándose enfrente de mi, mientras tomaba al Sr. Almendra (ahora vestido con un simpático disfraz de vaquita) entre sus brazos-. Nuestro salón decidió poner un café, y acordamos que los hombres iríamos vestidos de mayordomos… ¿Acaso no te gusta el cosplay?
-Por supuesto que no…-Exclame avergonzado, bajando las orejas-. ¿Que tiene eso de cultural?
-Vivir experiencias nuevas, y aprender cosas nuevas, como en este caso, confeccionar ropa es culturizarte. Los senseis no quieren que sólo aprendamos a usar magia, también quieren que aprendamos cosas cotidianas para nuestro futuro.
-Tonterías…
Tome la camisa de manga larga del uniforme de mayordomo que había terminado de confeccionar hace unas horas, y trate de probármelo por encima de mi ropa, pero por una extraña razón, mi cabeza no podía pasar por el cuello.
-Yue… ¿Estas bien?
Escuche la voz de Akari a través de la camisa blanca, esta se escuchaba como si se estuviera aguantando la risa.
-¿Te parece que lo estoy?-Akari soltó una sonora carcajada, y me ayudo a quitarme la camisa, justo en el momento en que las orejas comenzaban a dolerme a causa de la presión-. ¿Pero que demonios paso aquí?
Exclame con enojo, revisando cada detalle de la maltrecha camisa para darme cuenta del error, Akari también la reviso.
-Mira Yue… Cociste el cuello, por eso no podías sacar la cabeza… ¿Por qué lo hiciste?- No conteste nada, simplemente desvíe la mirada muy avergonzado. Akari pareció deducirlo y dijo con una mirada pícara-: Vaya. Al fin he descubierto un defecto en el gran Yue de Dasarev… No eres bueno con las artes manuales… ¿Verdad?
-Así es… Puedes burlarte todo lo que quieras.
-¿Burlarme? ¿Por qué lo haría? ¡Claro que no!-Dijo Akari con molestia en sus ojos, mientras se sentaba a mi lado. Tomo la camisa, y la cajita con los materiales de costura-.Te ayudaré a arreglarla, ¿esta bien?
Vi a Akari detenidamente, esmerándose en mi camisa, como si se tratara de la suya. Al verlo, tuve un recuerdo doloroso, recordé como en el salón de clases, antes de que nos dieran la explicación del festival cultural, Akari había decidido sentarse al lado de Hikari. Recordé como sólo pude ver a lo lejos, a Akari platicando durante largo rato con Hikari. El que Akari me ayudara con mi uniforme ahora, no significaba nada, él hubiera hecho eso por cualquiera de sus amigos, ya que su corazón era sumamente bondadoso y dulce. Di un suspiro hondo, y con temor, hice la inevitable pregunta.
-Oye Akari… ¿Te gusta Hikari?
-¿Qué?-La pregunta que hice, sorprendió tanto a Akari, que este casi se pincha el dedo al desviar su mirada de la camisa-. ¿Por qué me preguntas eso?
-No lo se, simple curiosidad…-Respondí fingiendo desinterés, encogiéndome de hombros-.Es sólo que como estos últimos días los he visto muy juntos, charlando mucho, por eso yo creí que…
-Que raro que tu preguntes eso…-Me interrumpió frunciendo las cejas confundido. Akari volvió a coser mientras me respondía-.Es normal que hablemos mucho si tenemos tantas cosas en común, a los 2 nos gustan los mangas shonen y jugar videojuegos, pero no, quiero a Hikari, pero igual que quiero a todos mis amigos… ¿Y a ti, de cuando acá te interesa lo que sientan los demás?
-Te dije que sólo es curiosidad, pero… Creo que deberías tener cuidado con ese endemoniado pelirrojo, él podría llegar a malinterpretar las cosas.
Akari no dijo nada, guardo silencio por varios segundos, mientras seguía cosiendo, una vez termino unas cuantas puntadas, volvió a hablar, con voz tímida:
-Tienes razón… Debes creer que soy un egoísta al no aclarar bien las cosas con Hikari… ¿Verdad?
-Si, bastante.
-¡Oye! ¡Tampoco es para que seas tan sincero! Yue malvado…
-Pero esta bien… Todos tenemos defectos, creo que eres egoísta de la buena manera… Simplemente, te gusta hablar y tener amigos, después de todo lo que te ha pasado, entiendo que le tengas miedo a la soledad.
Akari me miro con mucha sorpresa, pero después, me sonrío con ternura, no dijo nada, pero a mi manera, comprendí que agradecía mi comentario, aun así, su sonrisa me parecía un tanto triste. Ya que estábamos hablando con más confianza, me decidí a hacer otra pregunta:
-Akari… ¿Alguna vez te has enamorado de alguien?
Akari abrió mucho sus ojos, sin contestarme nada, la sonrisa en su rostro desapareció, y fue sustituida por un semblante triste.
-Si…-Fue lo único que dijo, dejo mi camisa reparada en mi cama, y viendo el reloj del cuarto, se dirigió rápidamente a su cama-¡Oh, ya es tarde! Yue, tu camisa ya esta lista, discúlpame, pero debo seguir cociendo mi uniforme o no estará listo a tiempo.
Ya no dije nada mas, no sentí prudente hacerlo. Yo también continúe confeccionando mi uniforme, Akari y yo ya no hablamos nada más hasta que terminamos las labores diarias. No se que pensó él en todo ese rato, pero yo sólo podía pensar, que fuera del pasado, o del presente, envidiaba a esa persona que había logrado obtener el hermoso corazón de Akari.

***
El café que puso el salón de primer nivel sección “A” para el festival cultural resulto ser un éxito. Todos habían logrado confeccionar sus trajes a tiempo, las chicas vestían de maid, y los chicos de mayordomo. Durante toda la tarde, no tuvimos más ocupación que servir cafés preparados, y deliciosos pasteles.
Había resultado también ser algo tedioso para mí, al tener que huir de los acosos de varias alumnas de diferentes salones, y también al estar ignorando los piropos y comentarios de otras. Por otra parte, también me la pase ahuyentando alumnos de tercer nivel que se acercaban a Akari viéndolo de manera libidinosa. Si veía que Akari se acercaba a sus mesas, yo lo alejaba diciéndole que yo me encargaría de atenderlos.
¿Por qué las personas se enamoran? Es un sentimiento maldito, que te confunde, y muchas veces te lastima. Te hace encapricharte con alguien, como en el caso de Hikari. El cual, por su amor no correspondido hacia Akari, ignora y hace a un lado los sentimientos puros y sinceros de Kyousuke.
El amor te hace no querer lastimar a tu ser querido, tanto, que al no creer que eres digno de él, intentas fijarte en alguien mas, como Yuki. Eso lo descubrí, al ver como se quedo en medio del pasillo, donde estaba Akari del lado derecho, y Makoto del lado izquierdo. Yuki permaneció inmóvil, con la mirada baja, pensativo, tras unos segundos de reflexión, sus pasos se dirigieron a la izquierda, para después detenerse, y desviarse al lado derecho.   
Esa tarde, en la celebración que hizo el salón por que todo salió bien en el festival cultural, tome una decisión, mientras veía a Hikari y a Yuki coqueteando con Akari.
Yo estaba maldito, había un demonio en mi interior, que en cualquier momento podía salir y destruir lo más importante para mí, por eso, Akari no podía estar conmigo. Ese día, añadí algo a mi lista de pendientes:
  1. Encontrar a mi hermano.
  2. Deshacerme de la maldición.
  3. Proteger a Akari de cualquier mal, incluso de mi mismo, y amarlo desde las sombras.
Aquí es cuando te das cuenta, cuando alguien sólo te gusta, o cuando estas enamorado, descubres que amas a alguien cuando ves que eres capaz incluso de sacrificar tu felicidad, por el bienestar y felicidad del ser amado.
¿Por qué las personas se enamoran? Finalmente lo comprendí. Por que es algo que te hace crecer, y querer ser mejor cada día, por esa persona, sólo por ella y nadie mas, aun cuando ni ella misma se de cuenta.

+ Continuará +