miércoles, 12 de octubre de 2011

Capítulo 26: El ataque a Hisui. Parte 1


-¡Por favor, Sr. Almendra!-Dije en tono suplicante, juntando mis manos como si estuviera haciendo una oración-¡Permíteme pasar mis exámenes finales, y juntar los puntos necesarios para pasar al segundo nivel!
-¿Qué es esto?-Habló de repente Yue detrás de mi, mientras sacaba unos jeans negros de su maleta-¿Acaso el Sr. Almendra tiene religión y yo no lo sabía?
No pude evitar reírme en voz muy fuerte al oír eso, el humor sarcástico y frío de Yue, por raro que pareciera, siempre me había parecido muy gracioso.
-No, no se trata de eso…-Respondí entrecortadamente a causa de la risa, mientras colocaba al Sr. Almendra en la cabecera de la cama-.Es otra costumbre que tengo, siempre he pensado que el Sr. Almendra me da buena suerte.
-Vestido con traje de terciopelo rojo…-Susurro Yue con las orejas bajas, mirando detenidamente al Sr. Almendra y su vestimenta. Tras unos segundos, pareció salir de un raro trance, y me volvió a hablar, mirándome con seriedad- ¿Acaso te sientes inseguro por los exámenes? Comenzamos a estudiar desde hace 3 semanas, no me digas que no te sientes bien…
-Bueno…-Conteste con inseguridad, bajando la vista.-Mas bien, estoy nervioso, ya que será un examen donde vendrán todos los temas del primer nivel. Además que será en 2 partes, el práctico y el escrito, y por si fuera poco, estamos en Hisui para presentarlos, eso sólo aumento mis nervios.
-Los senseis explicaron que eso era por que ambas escuelas manejamos el mismo plan de estudios, así que es para tener mejor control sobre la evaluación…-Mientras hablaba, Yue tenía la vista fija en su esponjada y plateada cola, la cual se movía sin cesar de arriba hacia abajo, clara señal de que estaba muy relajado, o muy feliz-. Aunque yo creo que no es mas que una excusa de Xariot-sensei para ver a Matsu…
-¿Eh?
Exclame sorprendido y con confusión. Yue hizo de cuenta como si no hubiera dicho nada, y continúo hablando, mirándome a los ojos con seriedad:
-Como sea Akari, este será el último esfuerzo que tenemos que hacer, date cuenta que sólo nos faltan 50 puntos para pasar al segundo nivel, debemos tratar de sacarlos en el examen.
No respondí, me quede reflexionando con la vista baja todo lo que Yue me decía, este tenía razón. En los últimos meses, sólo habíamos obtenido puntos por trabajos y tareas, y a pesar de que Yue me había tratado de convencer para tener duelos, yo no había querido, pues no me gustaban las peleas, o el pensar lastimar a alguien. Yue no me había obligado a hacerlo, sólo se limitaba a decirme que si yo no deseba hacerlo, respetaba mi decisión. Me estaba dando cuenta en ese momento, que si nos faltaba tanto para llegar a los 200 puntos, era mi culpa, debía esforzarme al máximo, y dejar mis nervios a un lado.
-Akari, yo se que puedes lograrlo…-Oí de repente la voz de Yue. Al alzar la vista, pude ver como este me dedicaba una sonrisa tierna, su mirada era muy bondadosa también.-Eres un chico muy fuerte, sólo quítate esos nervios. Además, recuerda que debes hacerlo por Yurumi-san…
Cierto, en ese instante, recordé la promesa que Yue y yo habíamos hecho durante las vacaciones de verano, los 2 prometimos graduarnos, e incrementar nuestra magia, yo para curar a mi querida madre, y Yue para librarse de la maldición que su hermano le había lanzado. Tenía que cumplir esa promesa, la cual, yo consideraba como la más importante y valiosa que había hecho nunca antes en mi vida.
-Puedo lograrlo… ¿verdad Yue?
-Claro que si.
-¡Si, me esforzaré! Lo haré para cumplir la promesa que te hice Yue, los 2 pasáremos al segundo nivel.
Yue me sonrío con dulzura, sin despegar la vista de mis ojos ni un momento, jamás Yue me había visto de esa manera tan profunda y tan dulce, esa mirada que sólo pocas personas muestran, la mirada que tienes cuando ves algo que es muy preciado para ti. Yo no pude entender el porque de su mirada en ese momento, sólo le sonreí de la misma manera. El estar cerca de Yue desde que nos habíamos hecho amigos, siempre me daba mucho valor y ánimo para enfrentar las cosas, cerca de él, me sentía muy seguro y capaz de enfrentar cualquier adversidad.

***
-Simplemente no creo que este bien…
-Vamos otouto, el que no te caiga bien, no quiere decir que sea una mala persona.
-¡Pero has visto como trata a Akari!-Exclamo Hikari alarmado, colocándose enfrente de su hermano-.Yue es de lo peor, es frío, cruel y malvado.
-Aunque eso sea cierto o no, ya tengo mucho tiempo que no los veo pelear, incluso, hasta puedo asegurar que son muy buenos amigos.
-¡No puede ser!-Grito Hikari, cerrando sus puños con furia-.Yue nos esta manipulando a todos, sólo quiere quitarme las cosas que yo mas quiero.
-No seas paranoico Hikari-.Contesto Mizu con incredulidad, sin borrar la sonrisa inocente de su rostro-.Tan sólo le preste un libro. Además, fue un muy buen trato, a cambio de prestarle el libro a Yue que ya tenía tantos meses queriendo leer, el también me presto uno a mi.
-¿Y por que se quedaron charlando ese día tanto tiempo? Fue como una hora, yo conté el tiempo.
Hikari entrecerró los ojos, viendo acusadoramente a Mizu, esto no lo chantajeo, ni lo hizo cambiar de expresión.
-Hablábamos de libros, sabes bien que a los 2 nos gusta mucho leer. Jamás creí que los 2 tendríamos los mismos gustos para la lectura, todo empezó por que Yue vio la portada del libro que estaba leyendo.-Mizu hizo una pausa esperando un comentario de su hermano, pero este permaneció con los brazos cruzados, mirándolo con recelo-¿Sabes? Ya hablando bien con él, me pareció un chico muy educado y culto, a decir verdad, yo nunca pensé mal de él cuando lo conocí, es un chico agradable. Además, si es amigo de Akari, y Akari es nuestro amigo, es lógico que tengamos que llevarnos bien con él.
-Esto es increíble, te he perdido por completo Onii-chan.
Suspiro Hikari desesperanzado, Mizu le respondió con voz acusadora.
-Ya Hikari, deja tu envidia a un lado, ya no pienses tan mal de Yue.
-¡Yo no le tengo envidia!-Grito Hikari muy sonrojado-.Ryu-kun, ¿tu opinas lo mismo que yo verdad? Que no se puede confiar en Yue…
Hikari se dirigió a Ryu, el cual estaba atrás de Mizu. Ryu sólo hablo con ensoñación, sin despegar la vista de Mizu.
-Mizu-kun es tan lindo, me fascina su sonrisa.
-Lo hemos perdido…-Dijo Hikari con molestia, bajando las orejas. Viendo que Ryu andaba en “amorlandia” se dirigió a Kagami esta vez-:Kagami-chan, tu si me apoyas ¿verdad?
-Ah… Bueno…-Balbuceo Kagami con un poco de nerviosismo-.No lo conozco bien, así que no puedo darte una opinión acertada acerca de Yue, pero pienso que un chico tan guapo como él no puede ser mala persona.
Hikari ni siquiera se molesto en contestar eso, se volteo muy enojado con los ojos cerrados, maldiciendo en voz baja y entre dientes, cuando choco con alguien al empezar a caminar hacia enfrente.
-¡Oye, idiota! ¿Por que no te fijas por donde caminas?
Grito Hikari furioso al desafortunado peatón enfrente de él, pero al abrir sus ojos, estos reflejaron mucha sorpresa.
-Flamita sexy, cuanto tiempo sin vernos…
Frente a los 4 chicos, se encontraba Kyousuke, con sus mismos adornos roqueros y góticos en su uniforme, cargando su inseparable guitarra en la espalda. Senryo también estaba ahí, al ver a los chicos, les mostró una gran y amistosa sonrisa.
-¡¡Kyousuke!!
Grito muy sorprendido Hikari, sonrojándose, y tratando de alejarse de él lo más rápido posible. Sin embargo, Kyousuke no se lo permitió pues lo sujetaba fuertemente por los brazos. Este le hablo a Hikari con voz seductora, mirando sus ojos.
-Así que un encantador ángel con cabello de fuego ha caído a mis brazos ¿verdad?
-¡Claro que no, sólo choque contigo!
-Kyousuke-kun, Senryo-kun, que gusto verlos de nuevo.
Dijo Mizu sonriendo, Senryo le contesto de igual manera.
-Lo mismo digo, cuando supimos que a los de Maho les tocaba venir este año a Hisui a presentar los exámenes finales, imaginamos que los veríamos.
-Hablando de exámenes…-Hablo finalmente Ryu con mirada nerviosa, observando su reloj de pulso-. Los exámenes escritos están a punto de empezar, debemos apurarnos en llegar al salón que nos toco.
-Cierto…-Dijo Kyousuke, soltando finalmente a Hikari, poniéndose nervioso también-.Mejor irnos ya, o empezaran sin nosotros, vamos Senryo.
-Si, buena suerte chicos, nos vemos luego, linda Kagami-chan.
Senryo sonrió y antes de partir, le guiño un ojo a Kagami coquetamente, esta sólo atino sonrojarse, y balbucear un nervioso igualmente. Antes de que se alejaran por completo, Kyousuke pudo escucho una débil voz detrás de él.
-Oye, Kyousuke…-Kyousuke volteo hacia atrás, y sintió a su corazón latir con fuerza al ver a Hikari, mirándolo de una manera tímida y desconfiada-. Mucha suerte en tus exámenes.
Dijo finalmente, desviando la mirada, tratando de parecer indiferente. Kyousuke se quedo mudo por la sorpresa por un momento, para después reaccionar, y sonriendo tiernamente contestó:
-Lo mismo para ti, encantadora flamita sexy.
Hikari mostró una mirada triste ante este ultimo comentario, sin decir mas, se dio la media vuelta y se alejo del lugar corriendo, dejando a Kyousuke con una triste sonrisa pintada en sus labios.

***
-Mucha suerte Ko-chan.
Le dijo Yue a su querida amiga Kotori, mientras sostenía sus manos con cariño y ternura.
-Lo mismo para ti, se que a Akari-kun y a ti les irá muy bien en sus exámenes.
Mientras decía esto, Kotori volteó a verme, y me sonrío con dulzura, yo de inmediato le correspondí el gesto de misma manera.
-A ustedes también. Esfuércense Kotori-chan, Gami-kun…
-Lo haremos.
Dijo Gami mostrando una pequeña, pero segura sonrisa, los 2 chicos se despidieron de nosotros, y se dirigieron a sus asientos, ya que les había tocado presentar el examen en el mismo salón que nosotros.
-Vamos Yue… Nosotros también lo lograremos.
Le dije a este, sonriéndole con seguridad y cariño. Yue no me contesto, simplemente afirmo con la cabeza, sonriendo de la misma manera que yo. Voltee a mi izquierda por inercia, y pude ver a Kotori mirándonos con atención, su mirada era triste y melancólica. Sin embargo, ya no me fue posible poner más atención en eso, pues un sensei de Hisui llego para empezar a aplicar el examen.
Me entregaron una pequeña libreta de pasta delgada, y me sentí sudar frío al ver el primer apartado del examen, el cual, estaba lleno de preguntas abiertas. Sin más, di un suspiro hondo, tratando de ignorar mis nervios, y me dispuse a contestar lo mejor posible.

***
-¿“Donde está el cadáver de Nelson Weilt”? No la he leído, tratare de recordarlo y la leeré después.
Dijo Mizu con una gran sonrisa, platicando con Yue. Un día después de haber presentado los exámenes escritos, nos estábamos relajando almorzando todos los de Maho juntos en los jardines de Hisui. Ese descanso debíamos aprovecharlo al máximo, pues en unas horas más presentaríamos los exámenes de práctica, de momento, los alumnos de Hisui los estaban presentando.
Yue y Mizu charlaban amenamente al lado de mí sobre libros, me daba gusto que Yue cada vez se fuera abriendo más con mis amigos, y no sólo conmigo, aun así, no le sonreía a nadie mas que a mi.
-Aki-kun,-escuche de repente a mi lado-este obento lo hice yo, ¿te gustaría probarlo?
Hikari me mostraba una gran sonrisa, y me acercaba su almuerzo.
-¡Oh! Se ve muy rico, gracias Hikari-kun.
Estaba a punto de agarrar algo con mi tenedor desechable, cuando vi como Hikari me acercaba su tenedor a mi boca, con las mejillas sonrojadas.
-A ver Aki-kun, di “aaaah”.
-Ah… no es necesario eso Hikari-kun, puedo comer yo solo.
Susurre nerviosamente, bajando las orejas, sin embargo, el tenedor no se detuvo.
-Por favor Aki-kun.
Insistió Hikari, cuando algo se escucho de repente.
-¡Achuuuuu!-Yue acababa de estornudar encima del tenedor de Hikari, y mirándolo con sorpresa, exclamó: ¡Oh! Pero que descuidado fui, estornudar encima de tu comida, perdón Hikari.
Hikari miro muy enfadado a Yue, parecía que sus ojos echaban chispas, y en voz baja, le dijo a Yue con frialdad:
-A donde sea que voy, siempre estas Yue, haciéndome infeliz… Primero Akari y ahora mi hermano… Ya te dije que no me dejaría vencer.
-Tú ya tienes a Kyousuke… -Dijo Yue, mirando fríamente a Hikari-. ¿Para que necesitas a Akari entonces?
Hikari abrió sus ojos con sorpresa, y grito:
-¡Eso si no te lo perdono!
Hikari se lanzo para atacar a Yue, pero Ryu lo tomo por la cintura a tiempo para detenerlo.
-¡Oye, Hika-kun! ¡Tranquilo! Esto no vale la pena, tranquilo, contrólate…
Seguía escuchando los forcejeos de Hikari, no podía entender por que odiaba tanto a Yue. Me sentí culpable de la pelea, y de que ellos 2 no se llevaran bien, de mi cobardía por no hablar sobre lo que sentía Hikari por mí, y la cobardía de no preguntarle a Yue por que molestaba siempre a Hikari. Lentamente baje la cabeza, para que nadie notara mi tristeza, cuando escuche a Yue hablar con frialdad a mi lado.
-Trata de controlar tu temperamento frente a Akari, él no tiene la culpa de nada de esto Hikari y no se merece que nos comportemos como unos idiotas.
Al oír esto, vi como Hikari detuvo su forcejeo, y relajo su cuerpo, simplemente se quedo parado en silencio, con la vista baja. Sin embargo, quien se levanto después de eso, fue Yue.
-Ya regreso.
Dijo Yue en voz baja en un extraño tono, acto seguido, se dio la vuelta, y comenzó a correr.
-¡Aguarda Yue! ¿A dónde vas?
No perdí ni un segundo, y corrí detrás de él, siguiéndolo.
-Que raro… ¿A dónde van?
Pregunto Mizu confundido, viendo como nos alejábamos. Hikari lo interrumpió, hablando con rudeza y enojo.
-¿¡Y por que tienen que irse juntos!?
-Tal vez Yue tuvo que ir al baño.
Dijo Makoto sonriendo ingenuamente, Karasi lo apoyo diciendo:
-Si, y de seguro Akari fue a acompañarlo.
Antes de que alguien más dijera algo, la que hablo esta vez fue Kagami con voz emocionada y dulce:
-¡O tal vez los 2 se fueron juntos a tener **** (palabra censurada xD) en el baño! Eso sería tan moe que podría sangrar por la nariz…
-Kagami, no pienses eso en voz alta…
Dijo Ryu avergonzado.
-Como sea…-Interrumpió Yuki, con una mirada seria y calculadora-¿Por que tenía que irse Akari atrás de él? Yue siempre está molestándolo y preocupándolo ¡Que fastidio!
-Es por que están destinados.-Hablo de repente Yami, sin emoción en la voz-¿Que no puedes ver el hilo rojo que los une?
-¿Qué? ¿Hilo rojo?
Repitió Yuki, sin entender ni una palabra de lo que había dicho Yami. Karasi miró con expresión confundida a Yami, para después sonreír inocentemente, y acariciar con ternura la cabeza de este.
-Yami, creo que estás mal de la cabecita.

***
Yue se detuvo de repente, cerca del bosque que se conectaba a Hisui. Este respiraba agitadamente, y volteaba hacia todas direcciones, como si buscara algo. Yue me escucho acercarme, volteo con mirada cautelosa, bajando las orejas, poniéndose en posición de defensa.
-Ah… Yue…-Llegue a su lado, respirando con agitación- ¿Qué pasa? ¿Por qué te fuiste corriendo?
-Akari… ¿Qué haces aquí?
-¿Me preguntas qué? Te fuiste corriendo de repente, me preocupe por ti.
-¿Te preocupaste por mi?
Exclamo sorprendido Yue, abriendo mucho su ojo.
-Claro… ¿Qué es lo que pasa?
-Es sólo que sentí una energía mágica hace rato.
-¿Una energía? Que raro… Ni yo ni los demás sentimos nada, salvo la de los estudiantes de Hisui, pero ellos están haciendo su prueba práctica ahora… ¿No sería la de ellos la que sentiste?
-No, es… “energía genética”.
-¿Genética? ¿Te refieres a….?
-Si, energía que sólo puede ser captada por miembros del mismo clan.
-No puede ser… ¿Otro half del clan de Dasarev?
-Si. Si es así… Tal vez se trate de mi hermano… -Yue guardo silencio por unos segundos, y agrego, mirándome con cautela-: No se que vaya a pasar, así que es mejor que vayas a un lugar seguro.
-No lo haré… Sea lo que vaya a pasar, yo te prometí a ayudarte a librarte de la maldición. Me quedaré contigo.
Concluí sonriéndole. Yue me miro con asombro, pero después me miro con ternura, sonriendo un poco.
De repente, escuchamos un zumbido a lo lejos, y al alzar nuestra vista, vimos una sombra negra pasar sobre nuestra cabeza. Se trataba de un demonio, el cual volaba por los aires con sus grotescas y oscuras alas de murciélago. Supe de inmediato al verlo, que era un demonio de baja categoría, pues los demonios de mas alto rango eran muy parecidos a nosotros, sólo que con enormes cuernos, y gigantescas alas.
-Un gui-shen de nivel 3.-Susurró Yue, y al instante, se lanzo corriendo, siguiendo al demonio, yo hice lo mismo, un poco mas atrás de él-.- ¡Oye, espera! ¡¡Demonio, escúchame!!
Sin embargo, aunque Yue le gritaba, el demonio ni siquiera volteaba a verlo.
-¿Quieres que lo purifique Yue?
-No, déjamelo, yo me encargo.-Mientras continuaba corriendo, Yue junto sus manos, y un resplandor negro salió de ellas-.Cierro la tercera puerta, deteniendo tus movimientos… ¡Retención del demonio!
Una vez termino de decir esto Yue, un aro oscuro con diferentes símbolos surgió alrededor del demonio, esto lo paralizo, haciéndolo caer en picada al suelo. El demonio levanto su cabeza negra, arrugada y aplastada como una papa lentamente, sin duda, los demonios no eran criaturas agradables.
-Yue-sama…
Dijo el demonio con voz gruesa y rasposa, una voz atemorizante. Yue se acerco al demonio, mirándolo fríamente.
-¿Por qué estas aquí? Dime quien te conjuro, eres un demonio rastreador… ¿Qué exactamente estas buscando?
El demonio volteo el rostro, y respondió, sonriendo engreídamente.
-No le diré nada.
Yue se acerco más al demonio, y lo miro con odio y desesperación. Apretó el puño, este acto cambio algo en su sello, que hizo al demonio gruñir y gemir de dolor.
-Dime quien te conjuro… ¿Acaso fue Xei-ran? ¡¡Dime!! ¡¡Soy tu amo, tenemos un contrato, y debes obedecerme en todo!!
El demonio volvió a sonreír fríamente, y contesto entre jadeos.
-Se equivoca, yo ya no lo obedezco, usted sólo era el sucesor del clan, a quien obedecía fielmente era a Zeng-Liang, el poderoso líder del clan de Dasarev, y su padre. A usted no tengo ninguna obligación de obedecerlo, ni mucho menos a ese traidor de Xei-ran, yo ahora… tengo un nuevo amo…
Yue se quedo en silencio, bajando su brazo lentamente, terminando la agonía en el demonio. Estaba seguro que las palabras del demonio lo habían lastimado mucho, lo peor, es que no tenía idea de que hacer, o decir para ayudarlo. De repente, se escucho una fría y ruda voz femenina a lo lejos:
-Aléjate de mi demonio, Yue…
Enseguida volteamos en dirección de donde provenía la voz. Una chica salió de entre las sombras de los árboles del bosque de Hisui. Era una chica de largo y lacio cabello rubio, sujetado en un chongo, con una tranza amarrada en este. Sus ojos eran severos y pequeños, de un  hermoso color verde. La chica era de mediana estatura, con una figura agradable y tez muy pálida. La chica llego a donde estábamos, y hablo con odio, levantando su mano:
-Demonio inútil.
Segundos después, el demonio fue tragado por la sombra de la chica, y desapareció.
-Kamen…-Dijo Yue en tono asombrado e incrédulo.- ¿Qué estás haciendo aquí? Y ese demonio… ¿Por qué lo conjuraste?
-¿Qué no es obvio?-Le respondió la chica con frialdad, mirando despectivamente a Yue-.Es un demonio rastreador, estaba buscando algo, para ser precisa, buscaba el tesoro del viento, ya esta confirmado que esta aquí en Hisui, y es cuidado por el hechicero Matsu.
-Tesoro…-Susurro Yue- ¿Por qué tendrías que estar tu buscando eso?
-A diferencia de ti, no me gusta quedarme quieta sin hacer nada, no soy una cobarde como tu. Este es un paso para lograr mi objetivo, mi venganza en contra del clan de Dasarev.
Ahora parecía entender las cosas, lo mas seguro, es que esa chica llamada Kamen, era del mismo clan que Yue, es decir, del clan de Dasarev, además de que Yue la había reconocido de inmediato.
-¡Kamen! ¡Deja de pensar así!-Hablo Yue con tristeza, pero determinación a la vez-. Las cosas no tienen por que ser así, aun podemos solucionar todo. En estos momentos, estoy tratando de levantar el clan, deseo que las cosas vuelvan a ser como antes, quiero que el clan de Dasarev sea tan prospero y hermoso como antes. Por eso, estoy buscando a Xei-ran, estoy seguro que él puede librarme de la maldición, y también quiero saber la razón de su traición. Si trabajamos juntos Kamen, estoy seguro…
-¿Trabajar juntos? ¡Ja, ja, ja!-Río engreídamente Kamen- ¡No seas imbécil Yue! ¿Cómo esperas que trabaje contigo después de lo que hiciste? ¡¡Mataste a toda mi familia!! ¡¡Las hiciste trizas y despedazaste frente a mis ojos!! ¿Qué ya no te acuerdas? –Kamen guardo silencio, mirando con una profunda tristeza a Yue, pero una mirada que también reflejaba odio y resentimiento.- No me importa que halla sido el demonio en tu interior, tú y Xei-ran acabaron con los pilares del clan, acabaron con el honorable Zen-Liang y con la bondadosa  Fayum.-Ante la mención del nombre de su madre, Yue alzo las orejas, bajando la mirada con tristeza, y apretando sus puños-.¿¡Que demonios podía hacer el clan en esa situación!? Estábamos destinados a ir a la ruina, y la culpa fue ni más ni menos de los propios sucesores del clan. Yue, como sucesor del clan, tu debiste ver la forma de ser fuerte, y luchar en contra de Shagaard, pero claro… Era imposible pedirle eso al hijo cobarde y débil de Zeng-Liang ¿verdad? ¿Sabes? En parte, creo que fue bueno que destruyeras el clan, una vez hubieras tomado el mando de este, de seguro lo hubieras llevado a la ruina.
Kamen vio engreídamente a Yue, mostrándole una sonrisa de satisfacción y crueldad al ver el efecto que sus palabras habían tenido. Yue permaneció inmóvil en su lugar, con sus orejas bajas, y la vista clavada en el suelo. Fue la primera vez que lo vi perder totalmente su orgullo, y me sentí mal por ver como dejaba que Kamen lo humillara de esa manera. Sabía bien que Yue era totalmente vulnerable en cuanto al asunto de su pasado se refería, aun no se perdonaba a si mismo por todo lo que había hecho.
-Me pregunto, que hubieras hecho tú en su situación-.Hable finalmente con voz calmada y seria. Kamen despego su mirada de Yue, este hizo lo mismo. Ahora, los 2 chicos me miraban con atención.- Yue tenía tan sólo 11 años de edad, era un niño, el cual apenas aprendía a controlar sus poderes. Un niño que estuvo 6 años solos, recurriendo todo Lagarem en busca de su hermano, buscando una solución para librarse de la maldición, triste y solo, pero sin perder la ilusión y la esperanza de que él lograría restaurar su clan… ¿Qué hiciste tu en todo este tiempo? ¿Cosechar odio en tu corazón, lamentándote, y pensando que poder hacer para vengarte? Es algo muy triste… ¿no crees?   
Yue no hablo, pero su mirada se ilumino al escuchar mis palabras, aunque su semblante permanecía serio. Kamen, por el contrario, entrecerró sus ojos con odio, bajando las orejas muy enfadada.
-¿Quién demonios eres tu?-Me hablo Kamen con resentimiento--¿Quién te crees para opinar en este asunto que no es de tu incumbencia?
-Soy Akari de Zarael, ¡y claro que me incumbe! Yue es mi amigo y lo ayudaré, por eso es que me incumbe.
-Zarael… -Murmuro Kamen muy sorprendida-.Debes elegir mejor tus amistades… ¿Qué piensas hacer Yue? ¿Llevarnos a la destrucción a todos?
-Lo que pienso hacer Kamen…-Hablo finalmente Yue, mirándola con determinación y valentía-.Es restaurar a mi clan… ¡Ya no soy ese niño cobarde que conociste! Voy a remediar mis errores, y luchar por los sueños de mi padre, un clan lleno de armonía, un clan al que todos los que quisieran y necesitaran, pudieran llamar “hogar”. Y aunque sea mi destino, lucharé en contra de el, sin importar que, encontrare a Xei-ran para que termine con todo esto.
Kamen abrió mucho los ojos con sorpresa ante las palabras de Yue, se quedo en silencio por unos segundos, pero después, volvió a su mirada fría y resentida, sonriendo un poco.
-Lástima Yue, pienso matarte a ti y a Xei-ran, así que no creo que eso sea posible, pero para eso, primero… Necesito el tesoro del viento.
-¡Kamen-chan!
Escuchamos de repente a lo lejos, junto a unos pasos. Una chica llego corriendo al lado de Kamen, era alta, y con una figura bien formada y exuberante, sus movimientos eran graciosos, muy elegantes y femeninos. Su cabello lo llevaba corto, por debajo de los hombros, y era de un hermoso color gris, como las nubes de tormenta, con 2 mechones largos de cada lado de su rostro. Sus ojos eran grandes y brillantes de color vino. La chica volteo a vernos con atención, pude reconocerla de inmediato.
-Ai… Eres tú…
Dije casi en un susurro, Yue hablo también muy sorprendido al lado de mí.
-¿Ai? ¿Acaso te refieres a…?
-Si, ella es Ai… mi prima…

+ Continuará +

viernes, 23 de septiembre de 2011

Chibicomic especial 3: 2 años después

Hola a todos n.n Ya se que no tengo perdón de Dios por desaparecerme así,he estado ocupada,con pereza y fuera de la ciudad,pero aquí vengo para actualizar.Pensaba hacerlo cuando subiera nuevo capi,pero eso quien sabe cuando será xDDDD Bueno,este especial lo quisimos hacer Seikigo y yo como agradecimiento a las personas que llevan leyendo este fan fic desde el principio.
Este chibicomic mostrará como son las vidas de los personajes 2 años después de graduarse de Maho,tiene mucho spoiler >w< Como es algo largo,aquí les dejo la primera parte :D

(Click en la imágen para verla en grande)

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Capítulo 25: La melancolía de Yue


¿Por qué las personas se enamoran? Era una pregunta que no podía sacar de mi cabeza, desde que descubrí mis sentimientos por Akari. El amor te hace comportarte como un idiota, te hace balbucear como retrasado frente a tu persona especial, cerca de esa persona, te pones nervioso, e incluso a veces, te hace sudar. No podía dejar de sentirme mal, perdido, me sentía como si no fuera yo mismo, y mi personalidad se fuera perdiendo conforme mas tiempo pasaba. Pensando en Akari las 24 horas del día, tratando de complacerlo en cualquier cosa que él quería, cuidándolo, y no deseando separarnos ni un segundo.
Me preguntaba si Akari ya se había dado cuenta de este cambio, o si le molestaría mi interés de tenerlo cerca de mi cada que pudiera, pero como siempre, Akari andaba en las nubes, ocupado sólo de las cosas cotidianas en su vida, para él, parecía que nada había cambiado. En pocas palabras, no se había dado cuenta de mis sentimientos.
La situación era esta, estaba enamorado de Akari, ya había pasado un mes desde que me había dado cuenta de mis sentimientos, pero siendo la primera persona en la que me fijaba, no tenía idea de cómo actuar, como había dicho, ni siquiera podía comprender mi inusual y estúpido comportamiento.
Lo único que sabía, era que quería estar con Akari, no tenía idea de cómo conquistar a alguien, a pesar de haber recibido declaraciones de amor antes, no sabía como enamorar a alguien. Lo único que podía hacer, era esperar a que este extraño comportamiento en mi desapareciera, esperaba que una vez se calmaran las cosas en mi corazón, eso me haría tomar una sabia y madura decisión, ya que a mi siempre me ha gustado analizar las cosas antes de actuar.
Independientemente de mi, había otro problema, 2 para ser preciso, las personas que competían contra mi por conquistar el hermoso y dulce corazón de Akari: Hikari y Yuki.

***
-¡¡Nyaaaa, no es justo!!-Comencé a gritar furioso-. No entiendo como es que empezó a llover ahora, si en la mañana estaba completamente despejado.
Yue y yo nos dirigíamos a nuestra siguiente clase, cuando de repente, una fuerte lluvia comenzó a caer. Faltaban sólo 2 meses para que el primer año en Maho acabara, cada día mas, el frío comenzaba a sentirse en el ambiente, incluso ya habíamos cambiado al uniforme de invierno de la escuela.
Alrededor de la explanada, podían verse a miles de alumnos usando la chamarra color azul marino con el escudo de la escuela de lado izquierdo. Varios alumnos estaban comenzando a correr para resguardarse de la lluvia, pues cada vez comenzaba a sentirse mas fuerte, pero por desgracia, a Yue y a mi aun nos faltaba un largo tramo para llegar al edificio de encantamientos.
-Justo cuando nos cambiamos de salón… ¡Que molesto!-Seguí quejándome, tratando en vano de cubrirme con la palma de mi mano, cosa que era obvio no iba a funcionar. De repente, sentí como algo caía sobre mi cabeza, y al voltear hacia arriba, pude ver a Yue, colocándome su chamarra en la cabeza para evitar que siguiera mojándome- ¡Yue! ¿Qué haces? Tu chamarra…
-Es para que no te mojes…
Interrumpió este, con tranquilidad en su voz. Sin duda era un gesto muy noble, pero el agua estaba helada, y a pesar de que el uniforme tuviera manga larga, Yue pasaría frío.
-¿Y que hay de ti? Te enfermaras…
Le pregunte muy preocupado, Yue sólo me contesto en voz baja y tímida, desviando la mirada:
-Estoy bien, no pasara nada.
-¡No, de ninguna manera!-Le reproche, quitándome la chamarra de la cabeza, y tendiéndosela para que la tomara-.No quiero que te enfermes, ten, vuelve a ponértela.
Yue guardo silencio por varios segundos, mirando la chamarra en mi mano detenidamente. Después, volteo el rostro, y contesto con indiferencia:
-No, quédatela hasta que lleguemos al salón.
-¿Eh? ¿Pero por qué?
-¡Sólo quédatela! ¡Por una vez deja de hacer preguntas!
-¡Pues no la quiero, y menos si me gritas así!
Comencé yo también a alzar la voz, mirando a Yue con un poco de recelo. Yue volteo el rostro y me contesto con voz resentida y molesta:
-¡Que debilucho eres! Yo soy muy resistente, a diferencia de ti.
-¡Yo no soy un debilucho, retira tus palabras!
Sin embargo, detuvimos nuestra pelea al ver como había comenzado a dejar de llover alrededor de nosotros, aunque la lluvia no hubiera parado. Me preguntaba por que había pasado ese extraño suceso, cuando escuche una suave voz de repente acercándose a nosotros:
-¡Hey chicos! ¿Los agarro la lluvia?
Mizu estaba frente a nosotros, con la mano alzada, un resplandor tenue color azul salía de su mano.
-¡Mizu-kun! ¿Estas controlando la lluvia?
-Si, la alejo con mis poderes.
-¡Vaya, eso es muy práctico!-Exclame emocionado-.Como me gustaría poder controlar el agua ahora.
Hikari llego también a donde estábamos, y se dirigió a mí, mirándome con ternura:
-Oye Aki-kun, debes tener frío… ¡Ya se! Te prestare mi chamarra, para que así se te quite.
Concluyo Hikari con una enorme sonrisa, comenzando a quitarse la chamarra. No sabía que decir, sólo quería no causarle molestias a nadie, pero no sabía como rechazar la amabilidad de Hikari. Yue hablo de repente con tono frío:
-Llegas tarde Hikari, yo ya le preste mi chamarra a Akari.
-¿Ah si?-Fue lo único que le contesto Hikari, este volteo a verme con curiosidad, y se percato del bulto azul marino que tenía en mis brazos. Una vez lo vio, volvió a hablar con frialdad y con tono juguetón-: ¿Y entonces por que no la trae puesta?
-Eso es por que… Ah…
Balbuceo Yue, bajando la mirada, me fue extraño notar que la mirada de Yue era triste y decepcionada. Hikari me hizo reaccionar al volver a hablar.
-Aki-kun, entiendo que no quieras la chamarra de Yue, pero vamos, por favor, acepta la mía.
Hikari se había quitado la chamarra, y ahora, con una mirada de suplica, me la tendía para que la alcanzara, yo seguía sin saber que hacer, las cosas se complicaron cunado Yue dijo de repente con voz fría y prepotente:
-¿Es lo mejor que puedes decir?
Hikari le dedico a Yue una mirada llena de resentimiento y desafío, por lo que decidí finalmente volver a hablar para tratar de calmar las cosas.
-En serio, así estoy bien… Yue, toma tu chamarra, muchas gracias.
Yue la tomó mirándome con un poco de sorpresa, pero Hikari aun no se daba por vencido.
-Aki-kun, en serio insisto, úsala por favor… Alguien tan hermoso y delicado como tú debe estar muy bien cuidado.
-En serio estoy bien… ¡oh, cierto! Olvide algo en el otro salón… ¡Los veo en un rato!
Sin decir más, me di media vuelta, y salí corriendo lo más rápido que mis piernas me permitieron. Lo mas probable es que se hubieran dado cuenta de mi tonta excusa para huir de esa incomoda situación. Pero siempre he sido así en cuanto a asuntos sentimentales se refiere, un cobarde. Debía ponerle fin a esto y hablar con Hikari sobre lo que sentía por mí, pero me daba miedo lastimarlo, y por consecuencia, perder su amistad. En cuanto a Yue, sabía que ellos 2 desde el principio no se habían simpatizado, pero su comportamiento también era muy raro ¿Acaso Yue estaba interesado en mí como Hikari? … No, eso era imposible, y hasta gracioso de pensar. Un chico tan serio y maduro como Yue, jamás podía fijarse en un chico tan ingenuo y atolondrado como yo, era imposible.

***
-Akari-kun…
Dijo Hikari con tristeza, viendo como este se alejaba corriendo. Después, bajo las orejas, y me dedico una mirada furiosa, comenzando a gritarme mientras me ponía mi chamarra de nuevo.
-¡Oye tu! ¡Deja de entrometerte! Si crees que no me he dado cuenta de lo que pasa aquí, estas muy equivocado.
-¿De que hablas?
Le conteste tranquilamente, tratando de hacerme el confundido.
-Somos rivales en esto… Estas enamorado de Akari…
-No es verdad.
Negué de inmediato, tratando de que mi voz sonara normal.
-¿Qué hay de lo de la otra vez? Eso que dijiste que Akari era sólo tuyo, y ahora, tratando de hacerme quedar en ridículo enfrente de él. A mi no puedes engañarme Yue.
-… Tienes razón Hikari, odio admitirlo, pero eres muy astuto. Y ahora que lo sabes, supongo que entiendes que no te dejare a “Aki” ¿verdad?
Cada palabra se la dije con egoísmo y prepotencia, mostrándole una sonrisa fría y altanera, como burlándome de él. Nadie mas que Akari era digno de ver mi verdadero yo, lo que hacía, era defender mi territorio por así decirlo, por que aunque odio admitirlo, Hikari es una amenaza, ya que hasta en cierto punto, es parecido a Akari, además que los 2 tienen muchos intereses en común.
Hikari sólo torció la boca con enfado, entrecerrando sus ojos, como meditando una respuesta para ponerme en mi lugar, yo aproveche esto para volver a defenderme.
-Dime que debo hacer Hikari… ¿Dejar que le coquetees enfrente de mí? ¡Primero muerto!
Mi sonrisa fría desapareció, para dar paso a una mirada llena de celos, una mirada amenazante. Ni yo mismo sabía que era tan celoso, pero supongo que cuando sientes que puedes perder lo que mas quieres en el mundo, surge tu verdadero yo, y te aferras a eso con uñas y dientes.
-¡Ni creas que por ser mas fuerte y alto que yo te temo!-Me respondió con valentía Hikari, dedicándome la misma mirada, acercándose a mi para encararme-. Yue eres guapo, varonil, misterioso y atractivo, y tal vez tengas a muchas personas locas por ti en Maho, pero a Akari no… Y eso es algo que sin duda debo aprovechar ¿no crees? Nos vemos… “Yue-chan”.
Antes de irse, Hikari me sonrió con malicia, haciendo un falso tono de voz meloso y dulce. Ese chico era como un pequeño demonio, un demonio molesto y pelirrojo. Nunca olvidare que Hikari era otra de las personas que se habían atrevido enfrentarse a mi, y peor aun, dejándome sin habla, ni ningún argumento para defenderme.
Sin más, me dirigí caminando lentamente al salón de clases, las palabras de Hikari aun resonaban en mi cabeza.
-Guapo, varonil, misterioso y atractivo-.Repetí en mi mente-.Lo admito, soy popular en la escuela, sin siquiera buscarlo… Llamo la atención de todos, menos de la persona que quiero… Akari de Zarael.-Llegando al salón, fue a la primera persona que vi, mas bien, mi vista lo busco desesperadamente a él primero en el salón.- Estúpido Hikari, por su culpa, deberé sentarme lejos de Akari, Makoto me gano el lugar. -Continúe quejándome en mis pensamientos, mientras veía a Akari sentado lejos de unas 5 bancas de mí, platicando alegremente con Makoto. Una vez sentado en mi banca, ignore el comentario de felicidad de la chica de atrás: “Yue-san se sentó delante de mi”, y continúe enfocado en el asunto de Akari-.Pero… Ahora que lo pienso, no se hacia que clase de personas, Akari se sienta atraído. No se si le gustan mas los hombres, o las mujeres… Como Akari es la primera persona en la que me fijo, no sabía que hacer, no era yo mismo y me sentía demasiado confundido Ahora que me he calmado, puedo pensar objetivamente como antes… ¡Lo primero es averiguar los gustos de Akari!

***
Una vez terminada la clase, me acerque a Akari al verlo caminando por los pasillos rumbo a donde estaban los casilleros. En cuanto me vio a su lado, me sonrío de esa forma dulce que yo tanto amaba, y me pregunto con interés:
-Yue, ¿vas a guardar tus libros en el casillero?
-Si… Por que sabía que tu también lo harías.-Pensé con exasperación-.Dilo, vamos… ¡Maldita sea Yue cobarde, no es tan difícil!-Pero aunque me daba a mi mismo las fuerzas, ningún sonido salio de mis labios, era como si estuvieran sellados-.No, no seré como Hikari, tratando de conquistar a Akari con palabras y cumplidos cursis, si conquisto a Akari, será a mi modo.
Y aquí la pregunta era otra, ¿cómo hacerlo? Para empezar, las cosas iban mal, ya llevábamos 5 minutos caminando, y no había dicho ninguna palabra, ya hasta se estaba volviendo incomodo, cuando Akari salio con sus comentarios simples y agradables.
-Oye ¿qué crees que habrá de comer hoy en la cafetería? ¡Me muero de hambre!
Concluyo con una radiante sonrisa, la cual me desarmo por completo.
-Su sonrisa es lo más hermoso de este mundo.
Pensé, desviando la mirada del camino, para poder apreciar mejor el sonriente rostro de Akari. Este acto fue estúpido, pues gracias a eso no vi una estatua de adorno que estaba en el pasillo, haciendo que chocara con ella, y me diera un tremendo golpe en la cara, el cual me hizo casi desmayarme.
-¡Oh no! ¿¡Yue, estás bien!?-Escuche a Akari muy alarmado al lado de mi, mientras yo me apoyaba en la estatua para no caerme, sintiéndome muy avergonzado de haber pasado eso enfrente del chico que me gustaba.-Yue, ¿estas bien?
Pregunto una vez mas Akari, con tono preocupado, yo le conteste, volteándolo a ver con un poco de vergüenza.
-Ah, si… No es nada.
-Este… Te esta saliendo sangre de la nariz.-En cuanto oí eso, tome mi nariz, sintiendo el liquido viscoso y rojizo saliendo de ella, a causa del golpe que me acababa de dar.-Toma, usa mi pañuelo para limpiarte.
Volvió a hablar Akari con dulzura en su voz, mientras me tendía un pañuelo de color verde, con dibujos de osito en el. De inmediato lo tome, y lo use para secarme la nariz.
-Ah… Gracias-.Le conteste, sintiendo como mis mejillas se sonrojaban-.Te lo devolveré en cuanto lo lave.
-No te preocupes por eso, pero… ¿no crees que deberías ir a la enfermería a revisarte?
-Nah, si sólo fue un golpecito.
Dije sin preocupación, doblando el pañuelo de Akari con cuidado. Akari me contesto, sonriendo con incredulidad y complicidad.
-Engreído, no esta mal admitir debilidad de vez en cuando, y que algo te duele.
-Estoy bien.
Repetí, llegando a mi casillero, y abriéndolo para depositar los libros y cuadernos que ya no iba a necesitar. Al abrirlo, mire algo que me fastidio, y me hizo suspirar con molestia. Akari se dio cuenta, y se acerco a mí.
-¿Qué pasa Yue? ¡Oh! ¡Te han dejado otra carta de amor!-Grito Akari muy sorprendido, viendo la tonta carta de amor con sobre color rosa en mi casillero, a su lado, también estaba una caja de chocolates en forma de corazón.-Es la tercera este mes ¿oh no?
-…Si -Respondí con molestia e incomodidad. Abrí la carta, y busque rápidamente la firma-. ¿Shibumi de Calamb?
-¡Ah si! Es esa chica rubia con caireles de la clase B… ¿no te gusta?
-Ni siquiera la conozco.
Dije con frialdad, leyendo rápidamente la tonta carta, sintiendo a mi corazón estrujarse, pensando que todas las palabras llenas de amor y cariño de la carta, eran palabras que deseaba escuchar de la boca de Akari. Ya muy enojado, arrugue la carta, me dirigí a un bote de basura cercano, y la tire como si sólo fuera un pedazo de papel sin valor. Una vez hecho esto, volví a mi casillero a continuar guardando mis libros, esperaba que Akari me criticara por lo que había hecho con la carta, pero no lo hizo. Permanecimos en silencio, guardando nuestras cosas, cuando él volvió a hablar.
-No entiendo Yue… Muchas personas se te declaran, pero nunca les das el si… ¿Por qué?
-Sólo les interesa mi exterior, como me veo… No me interesa estar con alguien así.
-Ummm… Parece ser que nunca nadie logrará conquistarte, ¿verdad?
Esa si que era una enorme ironía, que Akari, siendo el quien me gustaba, me preguntara eso.
-En serio eres tonto.
Le dije con frialdad, comenzando a desesperarme.
-¿¡Por que me dices eso!?
Contesto Akari, comenzando a enojarse, frunciendo sus cejas con molestia. Sin más, ya completamente fastidiado, acorrale a Akari contra el casillero, colocando mi brazo al lado de su confundido rostro.
-¿Yue?
-¿En serio no te das cuenta? ¿Eres tan despistado que no te das cuenta de lo mucho que alguien puede llegar a quererte y apreciarte?
-¿Quererme y apreciarme? –Repitió Akari, con tristeza y confusión en su mirada-. ¿De que hablas?
-Deja de preocuparte tanto por los demás, y por una vez, date cuenta de lo que pasa a tu alrededor. Date cuenta de lo mucho que te quiero… -Pensé con desesperación, olvidándome del casillero, colocando mis manos en los delgados hombros de Akari-. Quisiera gritarlo… Pero cuando pienso en hacerlo, mi boca se paraliza.
-Yue… ¿Qué pasa? ¿Por qué actúas tan raro?
Dijo Akari con voz tímida, comenzando a asustarse. Me arriesgue, y coloque mi mano en su mejilla, al hacerlo, Akari ni siquiera se movió un centímetro, no pude evitar preguntarme, que sentía Akari por mi ¿Era tan sólo un amigo para él, o algo mas? Una parte de mi, temía decírselo, y cambiar las cosas como estaban, si no sentía lo mismo, iba a perder su amistad para siempre. Pero no sabía controlar mis sentimientos, él sólo tenerlo cerca mío me enloquecía, alteraba todos mis sentidos, en ese momento que lo tenía acorralado a los casilleros, tan cerca de mi, deseaba besarlo, como nunca antes había deseado otra cosa, ni siquiera como había deseado encontrar a mi hermano, o liberarme de la maldición. No entendía en que momento habían cambiado mis sentimientos, en que momento me había enloquecido tanto por Akari ¿Sólo era así por que era mi primer amor, o por algo más? Sin pensar en las consecuencias, acerque poco a poco mi rostro al suyo, hasta que nuestros labios quedaron sólo a centímetros de distancia. Sin embargo, antes de que pasara otra cosa, se escucho la campana de la escuela.
-¡Es la campana del primer almuerzo!
Akari volteo a verme extrañado, al ver que aun lo seguía sujetando. Rápidamente lo solté, y dije la primera excusa que se me ocurrió:
-Lo siento, me maree…
-¿De veras? Te dije que debías ir a la enfermería.
-Estoy bien.
Una vez dicho esto, me di la media vuelta, comenzando a alejarme, Akari me hablo mientras me iba.
-¿Eh? ¿No vas a desayunar?
-No…
Akari me vio alejarme, sintiéndose muy confundido de todo lo que había dicho.

***
-¡¡¡¡Ah, Yue!!! ¡Por favor, date prisa y mételo todo de una vez, creo que ya no podré resistir más tiempo!
-Tranquilo, deja de ser tan escandaloso… Te aseguro que en un momento más, ya se sentirá bien.
Le susurre a Akari suavemente en la oreja, mientras este apretaba con fuerza sus ojos, y se mordía el labio, con una clara expresión de dolor en su rostro.
-Ummnnn… Yue… Por favor… Ya no puedo más…
-Sólo un poco más…-Seguí hablando con voz tranquila y baja-. Ya sólo falta la punta… Ya esta entrando…
-¡Aaaaaah!-Exclamo Akari con alivio, mientras daba la última puntada al chaleco del traje-.Nyaaaa, muchas gracias Yue… -Continuo este con una sonrisa, mientras se abrochaba con cuidado el chaleco-. No era capaz de dar esas últimas puntadas yo solo, pero no tenías por que apretarlo tanto a mi cintura mientras hacías la bastilla.
Sonreí con ternura al ver el puchero que Akari acababa de hacer, después me senté en mi cama, mientras guardaba los hilos y las agujas en una cajita, y busque conversación con él:
-Pero… Pienso que los senseis exageraron esta vez con el festival escolar de la escuela… ¿Ponernos a hacer nosotros mismos los uniformes? ¿Qué ganamos con eso?
-Bueno, yo creo que es divertido-.Me respondió Akari con su sonrisa radiante, sentándose enfrente de mi, mientras tomaba al Sr. Almendra (ahora vestido con un simpático disfraz de vaquita) entre sus brazos-. Nuestro salón decidió poner un café, y acordamos que los hombres iríamos vestidos de mayordomos… ¿Acaso no te gusta el cosplay?
-Por supuesto que no…-Exclame avergonzado, bajando las orejas-. ¿Que tiene eso de cultural?
-Vivir experiencias nuevas, y aprender cosas nuevas, como en este caso, confeccionar ropa es culturizarte. Los senseis no quieren que sólo aprendamos a usar magia, también quieren que aprendamos cosas cotidianas para nuestro futuro.
-Tonterías…
Tome la camisa de manga larga del uniforme de mayordomo que había terminado de confeccionar hace unas horas, y trate de probármelo por encima de mi ropa, pero por una extraña razón, mi cabeza no podía pasar por el cuello.
-Yue… ¿Estas bien?
Escuche la voz de Akari a través de la camisa blanca, esta se escuchaba como si se estuviera aguantando la risa.
-¿Te parece que lo estoy?-Akari soltó una sonora carcajada, y me ayudo a quitarme la camisa, justo en el momento en que las orejas comenzaban a dolerme a causa de la presión-. ¿Pero que demonios paso aquí?
Exclame con enojo, revisando cada detalle de la maltrecha camisa para darme cuenta del error, Akari también la reviso.
-Mira Yue… Cociste el cuello, por eso no podías sacar la cabeza… ¿Por qué lo hiciste?- No conteste nada, simplemente desvíe la mirada muy avergonzado. Akari pareció deducirlo y dijo con una mirada pícara-: Vaya. Al fin he descubierto un defecto en el gran Yue de Dasarev… No eres bueno con las artes manuales… ¿Verdad?
-Así es… Puedes burlarte todo lo que quieras.
-¿Burlarme? ¿Por qué lo haría? ¡Claro que no!-Dijo Akari con molestia en sus ojos, mientras se sentaba a mi lado. Tomo la camisa, y la cajita con los materiales de costura-.Te ayudaré a arreglarla, ¿esta bien?
Vi a Akari detenidamente, esmerándose en mi camisa, como si se tratara de la suya. Al verlo, tuve un recuerdo doloroso, recordé como en el salón de clases, antes de que nos dieran la explicación del festival cultural, Akari había decidido sentarse al lado de Hikari. Recordé como sólo pude ver a lo lejos, a Akari platicando durante largo rato con Hikari. El que Akari me ayudara con mi uniforme ahora, no significaba nada, él hubiera hecho eso por cualquiera de sus amigos, ya que su corazón era sumamente bondadoso y dulce. Di un suspiro hondo, y con temor, hice la inevitable pregunta.
-Oye Akari… ¿Te gusta Hikari?
-¿Qué?-La pregunta que hice, sorprendió tanto a Akari, que este casi se pincha el dedo al desviar su mirada de la camisa-. ¿Por qué me preguntas eso?
-No lo se, simple curiosidad…-Respondí fingiendo desinterés, encogiéndome de hombros-.Es sólo que como estos últimos días los he visto muy juntos, charlando mucho, por eso yo creí que…
-Que raro que tu preguntes eso…-Me interrumpió frunciendo las cejas confundido. Akari volvió a coser mientras me respondía-.Es normal que hablemos mucho si tenemos tantas cosas en común, a los 2 nos gustan los mangas shonen y jugar videojuegos, pero no, quiero a Hikari, pero igual que quiero a todos mis amigos… ¿Y a ti, de cuando acá te interesa lo que sientan los demás?
-Te dije que sólo es curiosidad, pero… Creo que deberías tener cuidado con ese endemoniado pelirrojo, él podría llegar a malinterpretar las cosas.
Akari no dijo nada, guardo silencio por varios segundos, mientras seguía cosiendo, una vez termino unas cuantas puntadas, volvió a hablar, con voz tímida:
-Tienes razón… Debes creer que soy un egoísta al no aclarar bien las cosas con Hikari… ¿Verdad?
-Si, bastante.
-¡Oye! ¡Tampoco es para que seas tan sincero! Yue malvado…
-Pero esta bien… Todos tenemos defectos, creo que eres egoísta de la buena manera… Simplemente, te gusta hablar y tener amigos, después de todo lo que te ha pasado, entiendo que le tengas miedo a la soledad.
Akari me miro con mucha sorpresa, pero después, me sonrío con ternura, no dijo nada, pero a mi manera, comprendí que agradecía mi comentario, aun así, su sonrisa me parecía un tanto triste. Ya que estábamos hablando con más confianza, me decidí a hacer otra pregunta:
-Akari… ¿Alguna vez te has enamorado de alguien?
Akari abrió mucho sus ojos, sin contestarme nada, la sonrisa en su rostro desapareció, y fue sustituida por un semblante triste.
-Si…-Fue lo único que dijo, dejo mi camisa reparada en mi cama, y viendo el reloj del cuarto, se dirigió rápidamente a su cama-¡Oh, ya es tarde! Yue, tu camisa ya esta lista, discúlpame, pero debo seguir cociendo mi uniforme o no estará listo a tiempo.
Ya no dije nada mas, no sentí prudente hacerlo. Yo también continúe confeccionando mi uniforme, Akari y yo ya no hablamos nada más hasta que terminamos las labores diarias. No se que pensó él en todo ese rato, pero yo sólo podía pensar, que fuera del pasado, o del presente, envidiaba a esa persona que había logrado obtener el hermoso corazón de Akari.

***
El café que puso el salón de primer nivel sección “A” para el festival cultural resulto ser un éxito. Todos habían logrado confeccionar sus trajes a tiempo, las chicas vestían de maid, y los chicos de mayordomo. Durante toda la tarde, no tuvimos más ocupación que servir cafés preparados, y deliciosos pasteles.
Había resultado también ser algo tedioso para mí, al tener que huir de los acosos de varias alumnas de diferentes salones, y también al estar ignorando los piropos y comentarios de otras. Por otra parte, también me la pase ahuyentando alumnos de tercer nivel que se acercaban a Akari viéndolo de manera libidinosa. Si veía que Akari se acercaba a sus mesas, yo lo alejaba diciéndole que yo me encargaría de atenderlos.
¿Por qué las personas se enamoran? Es un sentimiento maldito, que te confunde, y muchas veces te lastima. Te hace encapricharte con alguien, como en el caso de Hikari. El cual, por su amor no correspondido hacia Akari, ignora y hace a un lado los sentimientos puros y sinceros de Kyousuke.
El amor te hace no querer lastimar a tu ser querido, tanto, que al no creer que eres digno de él, intentas fijarte en alguien mas, como Yuki. Eso lo descubrí, al ver como se quedo en medio del pasillo, donde estaba Akari del lado derecho, y Makoto del lado izquierdo. Yuki permaneció inmóvil, con la mirada baja, pensativo, tras unos segundos de reflexión, sus pasos se dirigieron a la izquierda, para después detenerse, y desviarse al lado derecho.   
Esa tarde, en la celebración que hizo el salón por que todo salió bien en el festival cultural, tome una decisión, mientras veía a Hikari y a Yuki coqueteando con Akari.
Yo estaba maldito, había un demonio en mi interior, que en cualquier momento podía salir y destruir lo más importante para mí, por eso, Akari no podía estar conmigo. Ese día, añadí algo a mi lista de pendientes:
  1. Encontrar a mi hermano.
  2. Deshacerme de la maldición.
  3. Proteger a Akari de cualquier mal, incluso de mi mismo, y amarlo desde las sombras.
Aquí es cuando te das cuenta, cuando alguien sólo te gusta, o cuando estas enamorado, descubres que amas a alguien cuando ves que eres capaz incluso de sacrificar tu felicidad, por el bienestar y felicidad del ser amado.
¿Por qué las personas se enamoran? Finalmente lo comprendí. Por que es algo que te hace crecer, y querer ser mejor cada día, por esa persona, sólo por ella y nadie mas, aun cuando ni ella misma se de cuenta.

+ Continuará +

sábado, 27 de agosto de 2011

Capítulo 24: Mi motivo para ser feliz. Parte 2


¿Qué tramaban Shinda y Tsuki? No tenía ni la menor idea, pero estaba seguro que cualquier cosa que pasaba por su cabeza en esos momentos, no era nada bueno.
Shinda levanto un poco su brazo, y después, cerró su puño con fuerza, al instante, un resplandor negro surgió de Tsuki, y este junto sus manos, apuntando hacia donde estaba yo.
-¡Lamento de las almas!
Estaba a punto de defenderme con un hechizo, cuando vi a Yue colocarse frente a mí.
-¡Escudo de sombras!
Grito Yue, y al instante, su sombra se levanto, no dejando que el hechizo de Tsuki me alcanzara. Tsuki mostró una sonrisa lúgubre, y se concentro, aumentando el poder de su hechizo. Yue apretó los dientes, tratando de de detenerlo, pero cada vez mas, su escudo iba a debilitándose, de repente, Yue movió su brazo izquierdo, de manera que el hechizo de Tsuki fue disparado hacia la derecha. Las almas convocadas por el hechizo de Shinda y Tsuki salieron volando hacia los alrededores sin dirección alguna, para continuar su camino errante en el mundo.
Yue bajo el brazo izquierdo y se lo sujeto, fue cuando note que este estaba sangrando.
-¡Yue, estas herido!
Exclame con preocupación, me disponía a acercarme a él, pero Yue volteo a verme con furia, y me dijo:
-¡No te atrevas a dar ni un solo paso, quédate donde estas!
-Si no quieres que ese chico salga lastimado, ven con nosotros Yue.
Hablo Shinda de repente, con una mirada fría y prepotente. Tsuki permanecía delante de él, aun rodeado de un brillante resplandor negro, con un semblante ausente, carente de expresión.
-Si te atreves a ponerle un solo dedo encima a Akari, te matare aquí mismo.
Dijo Yue, mirando a Shinda con un profundo odio, con esa mirada llena de rencor y perseverancia que sólo él sabía mostrar.
-Je, je, je… Al menos es bueno saber que no eres un cobarde… Bien… ¿Qué deberíamos hacer ahora Tsuki? ¿Hacer que las almas suman a Akari en la oscuridad, arrebatarle su alma? ¿Cercenar su cuerpo? ¿Qué te parecería empezar por sus brazos, hacer que vea como va perdiendo sus extremidades poco a poco?
Permanecí inmóvil en mi lugar sin saber que hacer, no podía evitar tenerle miedo a Shinda y a Tsuki, después de todo, poder manejar a los muertos aun en nuestras épocas modernas, era un tremendo tabú, yo lo consideraba una blasfemia.
Vi sorprendido como Tsuki saco un pequeño peluche de entre sus ropas, un conejito lúgubre con la boca tapada con 2 cintas adhesivas color negro, al igual que tenía vendado varias partes de su cuerpecito blanco, también varias heridas cocidas lo adornaban.
Tsuki mostró una sonrisa sádica, y al instante, el conejito de felpa se convirtió en una enorme hoz, filosa y brillante, era como esas armas que adornaban lo que los humanos consideraban antes como a “la muerte”… ¿¡Entonces planeaban cortarme con eso!? Sentí un escalofrío recorrer mi espalda, sólo pude reaccionar al ver como Yue se acercaba a mi. Yue me rodeo, dejando rastros de la sangre de su brazo en el piso, se paro frente a mi, juntando sus manos y cerrando sus ojos. Entonces, comenzó a recitar una especie de conjuro con palabras que no entendí, lo más probable era que estuvieran en chino. Una vez termino su conjuro, una luz brillante y negra apareció frente a mi, y una especie de espejo negro surgió del suelo, de donde salían llantos y gritos de agonía, también se escuchaban gruñidos feroces y temibles.
-¿Qué es esto?-Susurre, retrocediendo asustado-¿Qué hiciste Yue? Esta energía… ¿el infierno?
-Si… Di Yu, un portal a una parte del infierno…-Dijo Yue con la vos cansada, este se veía muy pálido-.Mis poderes aun no son tan fuertes, por eso sólo puedo abrir un pequeño portal por unos cuantos minutos.
-¿¡Por que haces esto!? Esto es prohibido, no puedes andar abriendo portales al infierno así como así.
-Se me permite en motivos de extremo peligro, y este es uno de esos. De esta manera, si esos nigromantes te atacan con almas, estas ni siquiera podrán tocarte, serán absorbidas por mi portal.
-Yue… No lo hagas, debe haber otra manera de…
Yue volteo a verme, y me sonrío con ternura.
-Ellos no deben meterte, sólo me desean a mí, los derrotare antes de que el portal desaparezca… Akari, yo te protegeré, no permitiré que nada malo te pase.
Sin decir más, Yue se acerco a Shinda y a Tsuki. Shinda le hablo en tono aburrido y sarcástico.
-¿Todo este show sólo por ese chico? ¿Acaso tan importante es para ti?
Yue no le contesto, dejo que sus acciones hablaran por él.
-¡Esfera de sombras!
Shinda levanto su brazo tranquilamente, al instante, Tsuki coloco su hoz delante de él, haciendo que las almas detuvieran el hechizo de Yue. Las almas aumentaron su tamaño, y sus gritos de agonía al absorber la magia negra de Yue, con un movimiento de la hoz, Tsuki le indico a las almas que se dirigieran a atacar a Yue, este, rápidamente salto a un lado para esquivarlas, y las pobres almas torturadas fueron absorbidas por el portal.
-Ahora entiendo…-Dijo Yue mirando perspicazmente a sus adversarios-.Tsuki no es un nigromante ¿no es así?
-¿Cómo dices?
Contesto Shinda en tono serio, ocultando la sorpresa en su voz.
-Toda la magia negra proviene de ti…-Dijo Yue mirando a Shinda, como quien analiza un tablero de ajedrez-.No siento nada de magia en Tsuki… ¿Por qué esto? ¿Qué demonios haces con el chico? Parece estar en una especie de transe hipnótico o algo así… ¿Incluso hasta te atreviste a controlar a un chico inocente?
-Ya les dije que yo no controlo a Tsuki… ¡Jamás lo haría!-Grito Shinda con furia, perdiendo la calma por unos segundos, al darse cuenta de esto, sonrío fríamente, y continuo hablando mas calmado-: Yue, yo ya se muchas cosas sobre ti, creo que es justo que tu también sepas algo sobre mi… Tsuki, en efecto, no es un nigromante, él es mi contratante.
-¿Contratante?
-Así es… Veras, Tsuki es uno de los pocos halfs “shiro” que existen en este mundo.
Abrí mis ojos con sorpresa, era la primera vez que veía un shiro. Esos halfs eran muy especiales y peculiares, ya que nacían sin magia, pero eran capaces de absorber la magia, o contener cualquier clase de magia o energía en su cuerpo, como un recipiente vacío al que se le pone agua, por así decirlo.
-Introduces tu magia y las almas en Tsuki…
-Así es, muy listo Yue… Los 2 tenemos un contrato, estamos unidos, compartimos la misma alma, no podemos vivir uno sin el otro.-Dijo Shinda, dedicándole una extraña mirada obsesiva a Tsuki-.Ahora que ya lo sabes… ¿aceptaras venir con nosotros?
-¡Primero muerto! ¡Dragón oscuro!
La invocación de Yue se acerco volando y gruñendo hacia Tsuki, este solo movió su hoz hacia arriba, y pronuncio un hechizo:
-Mi sagrado dios Thanatos, libera a esas pobres almas atormentadas, envíalas a nosotros… ¡Condena del inframundo!
El piso comenzó a temblar y desquebrajarse de repente, Yue y yo miramos con horror como cadáveres putrefactos, en pleno estado de descomposición se abrían paso a través del suelo. Fueron derribados por la invocación de Yue, pero estos, tras varios segundos, comenzaron a levantarse con dificultad, rodeados de energía maligna. Juntaron sus cuerpos, sus carnes podridas se juntaban en una sola, ahora habían formado una grotesca masa de carne, la cual fue tornándose cada vez mas oscura, de repente, salio volando por los aires y golpeo a Yue directamente. Este salio disparado a causa del impacto, cayendo al suelo directamente.
-¡Yue!
Exclame muy preocupado, y me acerque a él, mirando como el portal que había abierto estaba desapareciendo. Llegue a donde estaba tirado, y lo alce, este había perdido el conocimiento.
-¡Yue, reacciona por favor! ¡¡Yue!!
-A Yue aun le falta mucho por aprender, sólo hay 2 formas de vencer a las almas, purificándolas, o enviándolas al infierno.
Tsuki y Shinda se estaban acercando a mí, yo voltee a verlos con un profundo odio, mi ira por ver como habían lastimado a Yue era demasiada, me sentía capaz de matarlos en ese mismo instante. Me levante, concentrando mi magia.
-¿Cómo se atreven a lastimar a Yue así? ¡Lo peor de todo es que ni siquiera tienen un motivo para hacerlo!
-Si lo tenemos, lo estamos probando.
-¿Qué?
Lo que acababa de decir Shinda me sorprendió, no entendía a que se refería, ni tampoco podía creerlo, volví a la realidad al ver como Tsuki hablo sonriendo, y apuntando con su dedo índice atrás de mí.
-Aquí vienen de nuevo.
Voltee hacia atrás, y palidecí al ver como los cadáveres que habían atacado a Yue se levantaban de nuevo, y entre gemidos y exclamaciones de dolor, se acercaban de nuevo a nosotros. Incluso, algunos desdichados sin piernas se arrastraban por el suelo con trabajo.
Era una escena escalofriante, ni en mis más oscuras pesadillas pensé que me tocaría ver algo así. Pero debía hacer a un lado el temor, debía proteger a Yue a cualquier costo.
-¿Cómo se atreven a jugar así con esas pobres personas? Lo único que ellas desean, es descansar en paz, y ahora ustedes se atrevieron a profanar sus cuerpos, no me queda más que purificarlos para otorgarles el descanso eterno.
Me prepare para convocar uno de mis ángeles más poderosos, y así salvar los cuerpos de esas personas, obligadas a vivir una vez más. Sin embargo, el comentario que Shinda soltó de repente, me hizo desistir.
-Muy bien… ¿Qué harás ahora Yue?
Voltee en dirección donde estaba Yue, había recobrado el conocimiento, y se levantaba con dificultad del suelo. Este permaneció sentado en el suelo una vez se incorporo, y escupió al suelo unas cuantas gotas de sangre despreocupadamente. Viendo esto, me acerque alarmado a donde estaba, pero lo siguiente que hizo, me obligo a pararme en seco. Yue se limpio con el dorso de la mano un hilillo de sangre que salía de su boca, para después, lamérselo con la lengua, mientras sonreía de una manera fría y sádica. Levanto el rostro, y unas marcas largas y color negro comenzaban a aparecer en este, su ojo azul cielo comenzaba a teñirse poco a poco de rojo, mientras un gruñido profundo y diabólico salía del interior de su pecho.
-¡Shagaard!
Pensé de inmediato, y me acerque a Yue, rápidamente lo tome de los hombros, y comencé a zarandearlo de atrás hacia delante, tratando de hacerlo reaccionar.
-¡Yue, reacciona! ¡No permitas que Shagaard te controle! ¡Yo se que tu puedes contra él! ¡¡Yue!!
Pero fue en vano, Yue permaneció cabizbajo, gruñendo en voz baja, y jadeando con dificultad.
-¡No lo permitas! ¡¡No me dejes por favor, Yue!!
Grite casi al borde de la histeria, y ya lo único que se me ocurrió, fue abrazarlo con fuerza, hundiendo mi cabeza en su pecho. Para mi sorpresa, la respiración de Yue volvió a la normalidad, y el gruñido ceso. Yue me tomo de los hombros, y me alejo con delicadeza, levanto su rostro, y me sentí inmensamente feliz de ver su ojo azul cielo, mirándome confundido.
-¿Qué ocurrió? No recuerdo nada después de que active el portal al infierno.
Escuchamos unos ruidos de repente, y por un momento, perdí al aliento al ver a los cadáveres vivientes a unos cuantos metros de nosotros. Yue y yo comenzamos a avanzar hacia atrás lentamente, pero al voltear a mi espalda, sentí que el mundo se me venia abajo. Detrás de nosotros, estaba el final del camino, estábamos arriba de un peñasco, no podíamos avanzar más, pues caeríamos, y quien sabe cuantos metros de altura separaban la tierra de abajo de donde estábamos ahora.
-Así que pensabas liberar a Shagaard para protegerte ¿oh no Yue? No es algo muy listo, si no sabes controlar como es debido a tu demonio.
Dijo de repente Shinda, él y Tsuki estaban detrás de todo ese sequito temible de cuerpos corrompidos por la muerte.
-¿Cómo sabes… como sabes de Shagaard?-Balbuceo atónito Yue-¿Quien demonios eres tu? ¿¡Como sabes todo esto!?
Shinda ignoro a Yue, y continúo hablando.
-O tal vez… Ibas a liberarlo sin darte cuenta. Lo más impresionante, es que pudiste contener la liberación. Al sensei le encantara saber esto.
Dijo Shinda, mostrando una enorme sonrisa, y como felicitando a Yue. Yue y yo ya no podíamos retroceder mas, se había acabado el camino, y estábamos completamente arrinconados por los cadáveres vivientes. Yue se coloco frente a mí, en un ademán de protección y concentro su magia.
-Descuida Akari, ya te dije que te protegeré, no permitiré que nada te pase.
-¿¡Que te pasa a ti!?-Le reproche enojado, y me coloque al lado de él-. Ya te dije que no soy una damisela en apuros, tu solo no podrás contra esos zombies, te ayudare ¿Somos un equipo, oh no?
Le sonreí con seguridad, Yue me miro sorprendido, para después sonreírme de la misma manera.
-Tienes razón.
Justo nos preparábamos para atacar a los cadáveres, cuando el suelo debajo de nosotros comenzó a temblar y a resquebrajarse. El suelo de tierra se partió en mil pedazos, y Yue y yo palidecimos al ver que ya no pisábamos el suelo, simplemente, estábamos flotando en el aire. En cuestión de segundos, la gravedad hizo su efecto, y Yue y yo caímos hacia abajo, gritando como histéricos.  
El aire zumbaba en mis orejas, y me lastimaba el rostro, pues estaba helado. Era el fin, no podía creer que fuera a morir en unos cuantos segundos más, y que jamás volvería a ver ni a mi abuela ni a mamá.
-¡¡Vamos a morir!!
Grite, abandonado toda esperanza, Yue grito también al lado de mi.
-¡No te desesperes, apuesto a que podemos salir de esta!
-¿¡Eres imbécil o que!? ¿¡Que no vez que en cualquier momento nos vamos a estampar contra el suelo!? ¡Ni tú ni yo tenemos poderes de levitación, ni manejamos elementos naturales para transformarlos y ayudarnos!
-¡¡Pero todo esta oscuro, recuerda que ese es mi elemento!!
Ignorando que se estaba cayendo, Yue se concentro. Cuando ya me preparaba para estamparme contra el suelo, me sentí flotando en el aire, y con temor, voltee hacia abajo. Yue había concentrado todas las sombras de los alrededores para crear una esfera la cual, amortiguo nuestra caída, yo hubiera podido hacer exactamente lo mismo, si hubiera habido luz de sol. No sabía que al igual que yo con la luz, Yue podía convertir la oscuridad en materia y darle la forma que él deseara.
-¡Que gran idea tuviste Yue!
-Soy muy astuto, no lo olvides.
-¿Y modesto también verdad?
Yue sonrío con complicidad ante mi comentario sarcástico, y después dijo, dando un suspiro de derrota.
-Pero, todas nuestras cosas se quedaron halla arriba, al igual que el mapa, tenemos que volver halla arriba si queremos pasar la prueba de supervivencia, recuerda que sólo tenemos hasta el día de mañana para encontrar los cristales blancos. Y este peñasco…-Dijo Yue, alzando su rostro, mirando hacia arriba-.Es demasiado alto e inestable como para escalarlo.
-¿Y que vamos a hacer ahora, señor listo?
Yue se coloco su mano en la barbilla, pensando, tras varios segundos, me contesto:
-Antes de todo esto, logre memorizar una parte del mapa. Teníamos que seguir avanzando rumbo el norte. Sólo se me ocurre avanzar al frente desde acá abajo, es lo mismo que lo hagamos desde halla arriba que desde acá, al menos, eso creo.
Mire con curiosidad hacia delante, sólo veía oscuridad, y una especia vegetación, árboles enormes, y frondosos arbustos.
-Esta muy oscuro… Y ya es media noche.
Dije asustado, bajando las orejas. Yue me miro despreocupadamente.
-Aparece una esfera de luz con tus poderes para alumbrarnos… La oscuridad no te da miedo, a menos que estés solo ¿no es así? No te dejare solo ni un segundo Akari, te lo juro.
Yue me mostró una pequeña, pero bondadosa sonrisa, le sonreí de la misma manera, y afirme con la cabeza. Aparecí una esfera de luz, como Yue me dijo, y comenzamos a avanzar al frente. Al conocer a Yue, jamás creí que sería un chico tan noble, protector y leal realmente. No se lo había dicho a nadie, pero el que Yue dejara toda su frialdad al estar conmigo, para mostrarse como realmente era, me había hecho muy feliz, y cada día que pasaba, me encariñaba más con él. Lo único que me preocupaba un poco, es que sólo se mostraba así conmigo, para las demás personas, seguía siendo el mismo Yue cruel y frío que siempre habían conocido, Yue sólo me mostraba su sonrisa a mi, y no me atrevía a preguntarle por que razón era así. Decidí que después, y con mas calma, hablaría de esto con él, ya que sólo tenerme a mi como amigo, no iba a servirle de mucho, pensaba que debía abrirse mas a todo el mundo, y tratar de socializar mas, estaba seguro que si lo hacía, no iba a arrepentirse.

***
Salimos de la parte donde sólo había enormes y tupidos árboles, a un lugar lleno de rocas, sin nada de vegetación a los alrededores. De repente, mire asombrado como mi pequeña esfera de luz, había desaparecido por completo. Ahora, sólo la luz de la luna iluminaba los alrededores.
-¿¡Que pasa!?
Exclame sorprendido, tratando de aparecer la esfera de nuevo, pero fue en vano, nada ocurría. Yue frunció sus plateadas cejas, confundido, y estiro el brazo rumbo a una roca frente a nosotros. Entrecerró los ojos, concentrándose, y tras varios segundos de silencio, hablo, con preocupación en su voz:
-No puedo controlar las sombras… No puedo usar mi magia. De seguro, estamos en una de esas zonas donde no se puede usar magia, las que nos advirtieron los senseis.
-No puede ser…
Susurre en voz baja, y palidecí, sintiéndome como si la oscuridad se cerrara a mi alrededor. Me acerque a Yue, y lo abrace por la cintura con temor.
-Yue, si no puedo hacer luz, ¿Qué haré? ¡Tengo miedo!
-¡No te me pegues!
Me grito Yue, y me alejo de él, dándome un codazo.
-¡Oye! ¿Por qué me pegas?
-No me abraces.
-¿Qué te pasa? ¿Acaso te doy asco y no quieres que te toque?
Le pregunte, ocultando la decepción en mi voz, con gesto ofendido. Yue me contesto, desviando la mirada, y bajando las orejas.
-No, al contrario…
-¿Qué?
Escuchamos unos gritos de agonía, y a lo lejos, vimos a los cadáveres de nuevo, acercándose a nosotros, comandados claro, por el nigromante Shinda, y su contratante, Tsuki.
-Aquí están, creíamos que habían muerto tras caer por ese barranco.
Dijo Shinda, con falsa preocupación en su voz.
-¿Por qué… por que sus poderes si sirven? ¡Estamos en una zona sin magia, su nigromancia no debería tener efecto aquí!
Exclame con sorpresa y temor, Tsuki me contesto, sonriéndome.
-Cuando utilizas el hechizo de la “condena del inframundo”, no importa en que circunstancias estés, los cuerpos no dejan de moverse y perseguir a sus victimas, hasta que son purificados, o enviados al infierno. Nada los detiene, ni los golpes, los hechizos de fuego o los de hielo… Están muertos después de todo ¿lo sabías?
-Que lastima que no usaron su magia en ellos antes.-Dijo Shinda con voz presumida e irónica-.Ahora Yue, ya me canse de jugar, después de ver lo que hiciste halla arriba, debes venir con nosotros a Gaaram. Tu magia no podrá evolucionar como es debido si sigues en Maho, te obligare a venir con nosotros, así estos cadáveres tengan que arrastrarte.
Yue se mordió el labio con impotencia, viendo como los cadáveres se acercaban amenazantes a nosotros, no podíamos hacer nada, no podíamos usar magia, estábamos en total desventaja. Sentí de repente como Yue me tomo de la mano, y comenzó a correr a gran velocidad, jalándome con él.
-¿Qué haces Yue?
Yue no me contesto, entendí todo, cuando a unos metros de distancia de nosotros, veía una abertura en una de las paredes rocosas de los alrededores, se trataba de una cueva.

***
Al entrar en la cueva, mire como pude a los alrededores, mientras escuchaba a Akari jadear con nerviosismo a mi lado. Cerca de la puerta, pude ver una enorme roca.
-Rápido Akari, ayúdame a empujar esa enorme roca para tapar la entrada.
-¿Tapar la entrada? ¿Y si la tapamos, como vamos a salir nosotros de la cueva, genio?
-¿Qué prefieres? ¿Buscar una salida ya dentro de la cueva, o esperar a que esos “simpáticos” cadáveres lleguen aquí y nos coman?
Akari torció la boca con enfado, y se coloco del otro lado de la roca, dispuesto a cooperar conmigo. Finalmente logramos nuestro cometido, mientras escuchábamos afuera, como los cadáveres golpeaban y rasguñaban la roca, tratando de entrar.
-Esto parece una maldita película de terror… ¿Qué demonios tratan de hacer esos locos de Shinda y Tsuki? Juro que saliendo de esta cueva, llegaré al fondo de esto… Andando Akari.
Comencé a avanzar, pero al no escuchar los pasos de Akari, me voltee a verlo. Este estaba en su lugar, abrazándose a si mismo, con temor en sus ojos.
-Aaa… Mejor ve tú a buscar la salida… Yo te espero aquí.
-¿Y dejarte aquí cerca de esos zombies? Claro que no.
-Es que… Esta muy oscuro… Discúlpame Yue, pero en serio que no puedo superar esta fobia, ahora realmente no se ve nada, y sin mis poderes, me siento mucho más vulnerable…
Di un suspiro bajo, y trate de no pensar en nada mas que teníamos que salir vivos de la cueva. Me acerque a Akari, trague saliva nerviosamente, y lo tome de la mano, jalándolo para que caminara conmigo.
-Yo seré tu guía… Si te tomo de la mano, ¿no tendrás tanto miedo, oh si?
Akari guardo silencio mientras caminaba conmigo, yo sólo podía escuchar el violento latido de mi corazón, el sólo contacto con Akari me ponía mortalmente nervioso, como se darán cuenta, esta situación no era muy cómoda para mi, y las cosas empeoraron cuando Akari se olvido de mi mano, y decidió de una vez tomar todo mi brazo, enroscando sus manos en el, aferrándose a mi.
-Gracias Yue…
Susurro Akari con voz tierna y dulce, mientras yo trataba de alejar de mi cabeza mi loco y extraño deseo de voltearme y abrazarlo.
Así continuamos caminando por varios minutos, pero no se veía ninguna salida a los alrededores, yo era bueno para ver en la oscuridad, pero en esa cueva encerrada, las cosas se dificultaban, por lo que de vez en cuando, tenía que ir palpando con mi mano libre las paredes rocosas para asegurarme de que no había ninguna grieta por la cual salir.
De repente, estaba a punto de tropezarme y caer a causa de que mis pies chocaron con algo en el suelo, pero por suerte, Akari alcanzo a detenerme, me jalo de la cola, pero me detuvo a tiempo para no caer. Akari se agacho, y recogió los objetos con los cuales me tropecé.
-¡Yue, mira! ¡Son unas ramas!
-¿De veras? ¡Estamos de suerte! ¡Podemos hacer fuego con eso!
Una vez hicimos una pequeña fogata, nos arriesgamos a descansar un rato, al menos, gracias al fuego, Akari ya podía ver, y no tenía que seguir agarrado a mi brazo.
-Yue, es verdad,-dijo Akari de repente, el cual, estaba sentado en el piso al lado de mi-Saliste herido de tu brazo en la batalla con Shinda y Tsuki… ¿Estas bien?
-Lo había olvidado.
Me revise el brazo, este tenía una profunda cortada por debajo del codo, con todo lo que había pasado, incluso había olvidado el dolor.
-¿Quieres que te cure?
-No, descuida. Sólo es una cortada algo profunda, cuando salgamos de aquí me la desinfectaré, y la vendare por un tiempo.
-Si es que… logramos salir de aquí.
Dijo Akari, con voz baja y triste.
-¡Oye! No empieces a pensar así, claro que saldremos. No te des por vencido, ya veras que todo saldrá bien, saldremos a tiempo, y encontraremos los cristales blancos, y de esa manera, obtendremos los 20 puntos de la prueba de supervivencia.
Akari me miro con sorpresa, pero después sonrío, y hablo, mirando al vacío.
-Yue, admiro mucho tu valentía y perseverancia… Eres un chico muy fuerte y hábil, me gustaría ser mas como tu.
Sentí como mis mejillas se enrojecían, y me voltee incomodo. Cuando hice esto, sentí un peso extraño en uno de los bolsillos de mi pantalón. Entonces lo recordé, recordé que esa rara vendedora, me había convencido para comprar unos amuletos de amor. Saque los amuletos de mi bolsillo, y los mire con atención.
-¿Qué tienes ahí Yue?
Oh oh, demasiado tarde, había sido una imprudencia de mi parte sacarlos, Akari se había dado cuenta de inmediato. Dude, pero finalmente me decidí, y voltee a verlo con un poco de timidez.
-Este… tengo un regalo para ti.
Extendí mi brazo, y Akari tomo el amuleto. Era un hermoso dije color plateado, con el dibujo de una media luna, en el centro, tenía una pequeña gema color blanca.
-¡Que bonito!-Exclamo Akari con alegría, pero después, se percato de mi amuleto, el cual, tenía en la palma de mi mano.
-¿Tu también tienes uno?
Me pregunto, y antes de que pudiera hacer otra cosa, me lo quito de la mano, y lo vio. El mío era un dije también de color plata, con el dibujo de un hermoso sol dorado, la gema en el centro de este, era de color negro.
Esos 2 eran los amuletos de amor, un juego de dijes, fueron los que mas me gustaron de los que me ofreció la vendedora, pues no quería comprar eso ridículos amuletos de corazoncitos, o aquellos que tenías que poner la foto de tu persona amada, y la tuya.
-Luna y sol, oscuridad y luz… Como nosotros 2… Ya entendí.-Me dijo Akari, sonriéndome pícaramente, yo me quede sentado muy nervioso sin saber que decir, Akari no tenía por que enterarse de que eran unos amuletos de amor, ni yo mismo sabía por que los había comprado. Este me devolvió el mío, y con una hermosa sonrisa, me continuo hablando, mientras se colocaba con cuidado el dije en su cuello-: Estos dijes serán nuestro símbolo de unión… ¡Gracias Yue, te prometo que lo cuidare mucho!
-Símbolo de unión…
Repetí en voz baja, y sonreí para mis adentros, mientras imite a Akari, colocándome el dije en el cuello también. Algo llamo mi atención de repente al mirar hacia el frente. Un pequeño destello blanco se veía salir de entre las rocas. Me acerque a el cuidadosamente, mientras escuchaba a Akari llamarme confundido atrás de mi.
Al llegar, me fue imposible creerlo. Los cristales blancos se encontraban dentro de la cueva, el objeto que nos había tocado buscar para pasar la prueba de supervivencia. Los tome y jale con cuidado, pues estaban incrustados en la pared rocosa, Akari se acerco y me ayudo. Una vez los sacamos, nos miramos un poco sorprendidos, y  después nos sonreímos.
Pero nuestra alegría no duro mucho, pues escuchamos a unas rocas de la pared cerca de nosotros, desquebrajarse y caer. De la grieta que se formo en la pared rocosa, comenzaron a entrar en la cueva con movimientos lentos y torpes el ejército de muertos vivientes de Shinda. Este también entro, abrazando posesivamente a Tsuki por la cintura.
-Vaya, esta cueva si que es muy inestable, debe ser vieja… A mis seguidores no les fue difícil entrar rompiendo y creando esta grieta.
Akari y yo retrocedimos, ya nos era imposible escapar, pues en esa estrecha cueva, los horribles cadáveres ya nos habían acorralado sin darnos cuenta. Busque a mi alrededor algo con que defenderme, si no tenía mi magia, pensé que al menos podría utilizar la fuerza bruta para salvarnos.
De repente, vi surgir un enorme resplandor blanco al lado de mí, proveniente de Akari. Se trataba de los cristales blancos, estos despedían un enorme brillo. Los cadáveres comenzaron a lanzar gritos desesperados, mientras sus cuerpos comenzaban a despedazarles poco a poco, mas bien, parecía como si se estuvieran desintegrando. Pronto, todos los cadáveres iban desapareciendo, y no quedaba mas rastro de ellos que un fino polvo en el suelo rocoso de la cueva. Lo mas seguro, es que esos cristales no fueran unos cristales comunes y corrientes, debía ser alguna especie de objeto mágico.  Lo importante, es que nos salvaron la vida.
-Sale magia muy pura de esos cristales… ¿Será uno de los tesoros Shinda-chan?
Le pregunto Tsuki con interés a Shinda, este le respondió, mirando minuciosamente los cristales en la mano de Akari:
-No, lo dudo, sólo existe un tesoro con esos poderes, y es el que esta en Urem… Ni hablar, no tiene caso que sigamos aquí si ninguno de nosotros podamos usar nuestra magia, mejor irnos y darle un informe detallado al sensei.
-¡Si!
Shinda y Tsuki se dieron la media vuelta, dispuestos a alejarse de nosotros, pero antes de que se fueran, los detuve.
-¡Aguarden! ¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué saben tanto sobre mí?
-Si quieres saberlo, ven con nosotros a Gaaram.
Me fue imposible contestar eso, yo debía estar en Maho, pues ahí me sentía muy seguro, y hasta de cierto modo, tranquilo y feliz, pero una parte de mi, tenía deseos de seguirlos, sentía de alguna manera que ellos tenían respuestas a muchas de las cosas que yo desconocía.
-Bueno Yue, piénsalo… Como sea, te aseguro que esta no será la última vez que nos veamos.
Shinda me dedico una fugaz mirada interesada, y lo vi desaparecer en las sombras junto con Tsuki. Permanecí en silencio, tratando de que todo lo que paso, tuviera algún significado razonable, pero por más que pensaba, no lo tenía.
-No vas a irte con ellos… ¿Verdad Yue?
Voltee a ver a Akari, este me veía con preocupación y tristeza, le conteste, sonriéndole un poco para tranquilizarlo.
-No, claro que no.
Ante mi respuesta, el rostro de Akari se ilumino con alegría. Sin más que decir, salimos en silencio de esa oscura cueva por la grieta que habían abierto los cadáveres de Shinda.
Justo decidíamos que hacer, cuando un hermoso espectáculo en el cielo nos hizo olvidarnos de todo, incluso la mala experiencia que acabábamos de pasar. Miles de luces hermosas pasaban volando rápidamente por el cielo nocturno, miles de estrellas fugaces, mejor dicho, una lluvia de estrellas.
Akari y yo permanecimos en silencio, mirando hacia arriba sin siquiera atrevernos a pestañear. Viendo esas estrellas, parecía que todas las cosas que se hacían nudo en mi cabeza comenzaban a desenredarse, y embonaban perfectamente, aclarando todo.
Para mí, no era difícil dejar todo atrás, e irme a la escuela Gaaram con Shinda y Tsuki para que me dijeran todo lo que sabían, y controlar mejor mi magia. Pero, había un motivo por el cual no quería irme de Maho, mejor dicho, una persona, si me iba de Maho, ya no podría estar al lado de Akari.
En esa hermosa noche, fue cuando por fin pude entender todo, fue cuando entendí, que estaba enamorado de Akari. Entendí que había caído presa de su hermosa sonrisa, y de sus brillantes y hermosos ojos, entendí que su calidez y bondad habían derretido por completo mi corazón y destrozado mi escudo de frialdad.
Esa noche, mirando las estrellas brillantes atravesar el cielo, me hice una promesa, me prometí a mi mismo, siempre proteger a Akari, sin importar que sucediera, no permitiría que nada malo le pasara, ni que nadie lo lastimara, tampoco pensaba permitir que nada nos separara, ya que, por fin después de tanto tiempo lo había encontrado, había encontrado mi motivo para ser feliz.

+ Continuará +