miércoles, 29 de junio de 2011

Capítulo 22: Nigromantes


No sabía si en verdad era un niño, pero por su estatura, calcule que debía tener unos 12 o 13 años, ya que incluso era mas bajo que yo.
El chico levanto su rostro, revelando unos hermosos y melancólicos ojos azules con un tono muy raro, ya que era un color entre azul y verde claro. Su cabello largo, lacio y del mismo color, le resbalaba por sus hombros y su cara, pero a él no parecía molestarle esto.
-¿Qué es lo que te pasa?
Le pregunte ahora preocupado por que ese chico estuviera ahí solo, llorando de esa manera.
-Disculpa… no sabía que había alguien aquí…-Dijo el chico con voz infantil, suave y triste. Bajo la mirada apenado, y comenzó a secarse las lagrimas de los ojos.-Lamento haber causado molestias…
Concluyo el chico, mostrándome una vaga y triste sonrisa, después, se dio la media vuelta para irse. Yo de inmediato lo detuve, no podía dejar a ese chico irse tan triste, algo no estaba bien con él por la manera en la que estaba llorando, fuera de mi clan o no, a mi me habían enseñado a siempre ayudar a los demás.
-¡Aguarda! ¿Por qué llorabas? Si tienes problemas, y puedo ayudarte, no dudes en decírmelo por favor… ¿Dónde están tus padres?
Ante esa ultima palabra, el chico volteo a verme, mostrando una inmensa tristeza en sus ojos.
-Mis padres… Ellos desaparecieron, los alejaron de mi…-El chico comenzó a llorar de nuevo, bajando la vista entristecido-. Los he buscado por todos lados, recorriendo diferentes países, sin tener suerte, día a día, sin darme por vencido, rezándole a los dioses de todas las ciudades diferentes donde he estado… Pero ninguno ha escuchado mis rezos… Por eso vine a Urem, con la esperanza de que aquí lograría encontrarlos, además, escuche que la diosa Zarael era una diosa muy hermosa, misericordiosa y noble, la cual siempre escucha las peticiones de sus hijos, pero yo no se si ella…
-Y lo es…-Interrumpí al chico, sonriéndole, para tratar de tranquilizar su llanto y darle seguridad-.Mientras le reces con fe, y desde el fondo de tu corazón, ten la seguridad de que ella te escuchará.
-¿De veras?
Me pregunto el chico, sonriendo emocionado por primera vez.
-Si, eso te lo puedo asegurar.
-¿Puedes llevarme a rezar al altar de Zarael?
-¿Eh?
Esa petición se me hizo algo rara, ya que no cualquier persona podía entrar al altar principal de Zarael, sólo podíamos hacerlo las familias de la primera línea del clan, las otras personas que quisieran hacerlo, debían pedir nuestro permiso primero. No estaba seguro si debía meter a un desconocido ahí.
-Por favor…
Me dijo el chico, mostrándome una mirada desesperada y suplicante. Al verla, me sentí igual de triste que él, trate de ponerme en su lugar, debía estar sufriendo mucho al estar solo, y no tener idea de donde estaba su familia. Pensé que no habría problema mientras no lo dejara solo, así que le dije:
-De acuerdo, vamos.
Los 2 nos sonreímos, y el chico comenzó a seguirme hasta donde estaba el altar principal de Zarael. Mientras íbamos caminando, comencé a platicar con él, para tratar de conocerlo mejor.
-Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?
-Tsuki… ¿Y el tuyo?
-Soy Akari, mucho gusto.

***
Mis piernas me dolían después de tanto caminar, y aun así, no lograba encontrar a Akari por ningún lado. Pensaba en si era mejor volver y preguntarle a alguien como llegar a la casa de la primera familia del clan, para esperarlo ahí, pero decidí seguir, ya que sólo me faltaba echar un vistazo donde estaban los templos.
Justo llegue a esa zona, cuando visualicé la cabellera negra de Akari a lo lejos, pero me sorprendió ver que no estaba solo, un pequeño chico con tunica con capucha lo acompañaba.
-¿Quién es ese chico?
Pensé, mientras veía a lo lejos como entraban en el templo principal. Tuve un mal presentimiento, por lo que decidí seguirlos en silencio, sin que se dieran cuenta de que yo estaba ahí. 

***
Tsuki y yo entramos en el templo, justo en el centro de este, y al fondo, se encontraba la estatua de mi diosa, un bello ángel de cabellera larga y plateada, con 6 enormes y hermosas alas en su espalda. Esa estatua era para simbolizar que su alma se encontraba en ese templo.
-Mi diosa Zarael…
Dije con respeto, inclinándome ante ella, saque el collar familiar con el dibujo de un sol, y comencé a orar juntando mis manos con el collar entre ellas.
Tsuki se coloco detrás de mí, y miro fijamente un brillante cristal plateado al pie de la estatua. Nosotros lo llamábamos “el tesoro de la luz”, los mitos decían que el alma de Zarael se encontraba dentro de el, hasta ahora, nadie lo había comprobado, pero nosotros lo simbolizábamos de esa manera, por eso, valorábamos a ese cristal mas que a nuestra propia vida.
-El tesoro de la luz…
Dijo Tsuki en voz baja, detrás de mí. Esto me sorprendió tanto al oírlo, que al instante me voltee a verlo. Tsuki estaba cabizbajo, y no movía ni un centímetro de su cuerpo.
-… ¿Tsuki-kun?-Pregunte inseguro. Tsuki volteo, pero su mirada era diferente. Sus ojos verdi azul se habían ido, estos ahora, eran completamente negros, y unas marcas largas y color rojo habían aparecido en su rostro-. ¿Qué te pasa?
Pregunte nervioso, retrocediendo lentamente.
-Akari-kun… ¿serias tan amable de darme el tesoro de la luz?
-¿Cómo? ¿De que hablas? ¿Por qué sabes tú de su existencia?
-Por favor, dámelo…
Dijo este, sonriéndome dulcemente.
-¡No, no puedo dártelo! Escúchame, si quieres encontrar a tus padres, esta no es la manera…
-Ji, ji, ji… Aka-kun si que es ingenuo-.Dijo Tsuki, sonriendo inocentemente-.Te engañe para que me trajeras al templo principal de Zarael… Así que dámelo por favor…
-¿Quién eres tu en realidad? … De ninguna manera puedo dártelo, este cristal debe quedarse justo donde esta, le pertenece a los hijos de Zarael, sólo ellos pueden tenerlo.
-Oh, que mal… Akari-kun, no me hagas hacer esto por las malas.
-Desiste Tsuki-kun, y mejor márchate de aquí ahora que puedes, o si no, deberé sacarte de aquí a la fuerza…
-Ni hablar, Akari-kun es muy testarudo, deberé hacer esto por las malas.
Vi con sorpresa como Tsuki era rodeado por unos vendajes, los cuales no tenía idea de donde habían salido. Estos le envolvieron la frente, y sus brazos, mientras un resplandor negro y denso comenzaba a surgir de su cuerpo.
-¡Lamento de las almas!
Grito su hechizo Tsuki, y unas enormes nubes negras se lanzaron sobre mí.
-¡Escudo de la luz!
El ataque de Tsuki choco contra mi escudo, sin embargo, este era tan poderoso, que comenzó a desaparecer mi escudo lentamente. Perder no era una opción, debía defender aun a costa de mi vida el tesoro de la luz, por lo que me concentre más para fortalecer mi escudo. Sin embargo, escuche con sorpresa como del interior del hechizo de Tsuki, salían gritos lastimeros y escalofriantes. Y en ocasiones, me parecía ver siluetas de personas formarse, pero no podía ser posible, debía ser una alucinación.
-¡Fénix de la luz! 
Mi invocación surgió de mi escudo, logrando contrarrestar el hechizo de Tsuki, mientras desprendía luz por todos lados. Me sentí un poco cansado a causa de la invocación que acababa de usar, pero no podía descansar aun, busque con la mirada a Tsuki al ver que ya no estaba frente a mi, y me sorprendí de verlo frente al tesoro de la luz, a punto de tomarlo.
En un acto de valentía, o de estupidez más bien, corrí  y me lancé sobre él, derribándolo al suelo. Rápidamente lo tome de las muñecas, alzándolas, para inmovilizarlo.
-¡Basta! ¡Detén esto! Entiende que esto no te pertenece, ¿Por qué lo quieres? Si me das tus razones y me hablas con la verdad, te dejare ir sin ningún cargo.
Sin embargo, vi sorprendido a Tsuki hacer pucheros frente a mi, y comenzó a llorar, como haciendo un berrinche.
-¡Nyaaaaa, basta! ¡Esto no me gusta! ¡Akari-kun es muy agresivo y me esta haciendo daño! ¡Me duele mucho!
-¿Pero quien demonios es él?
Pensé incrédulo, ante los quejidos de Tsuki, el cual, aun estaba inmóvil debajo de mí. Entonces, sentí un escalofrío recorrer mi espalda, de repente, me vi rodeado por una densa nube negra, como los ataques que me había lanzado Tsuki hace un momento, y de manera sorpresiva,  con una tremenda fuerza, fui lanzado por los aires.
Estaba seguro que iba a chocar contra la pared, cuando sentí como alguien me tomaba por los hombros, deteniendo lo que pudo haber sido una dolorosa caída. Permanecí con los ojos cerrados, hasta que escuche una voz detrás de mí.
-¿Estas bien Akari?
Reconocí esa tranquila y baja voz de inmediato.
-¡Yue! Si, estoy bien, gracias.
Yue me soltó de inmediato, me miro por unos segundos, y después, su mirada se poso en Tsuki, el cual, se estaba sacudiendo el polvo de su ropa.
-¿Quién es ese niño llorón? ¿Y por que siento este enorme poder dentro de él?
-No lo se, pero él quiere llevarse el tesoro de la luz, y no se lo puedo permitir.
-¿El tesoro de la luz?
Dijo Yue muy sorprendido, Tsuki se dio cuenta entonces de la presencia de Yue, y dijo, mirándolo con temor.
-¡Oh! ¡Un chico con un parche en el ojo! ¡Que miedo!
-¿Quién te crees para criticar mi aspecto, niño?
Le reprocho Yue, bajando las orejas ofendido, Tsuki le sonrío con dulzura al contestarle.
-Los vendajes siempre me han gustado más… En fin, ¿en que estaba? … ¡Ah, si! ¡Ya lo recordé! ¡Lamento de las almas!
El hechizo de Tsuki se dirigió a nosotros por una segunda vez, Yue se concentro, y convoco un escudo.
-¡Escudo de sombras!
Mi sombra, y la de Yue se levantaron frente a nosotros, cubriéndonos a tiempo del hechizo de Tsuki. Pero de repente, volví a escuchar esos gemidos lastimeros, tuve que taparme las orejas, eran tan penetrantes y tristes, que me sentía incapaz de escucharlos por más tiempo.
-No puede ser…- Escuche a Yue susurrar en voz baja, entonces, realizo un hechizo-. ¡Absorción del infierno!
Poco a poco, el hechizo de Tsuki fue tragado por el escudo de Yue, hasta que desapareció, lo mismo ocurrió con los gemidos.
-¿Quién demonios eres tu?
Dijo Yue, mirando a Tsuki con una extraña mezcla de temor y odio.
-Tsuki, mucho gusto.
Le contesto este, despreocupadamente, y sonriéndole, como si los 3 estuviéramos jugando, y no en medio de una batalla.
-Akari…-Me dijo Yue en voz baja-.Este niño no es normal, debemos tener mucho cuidado con él, es un nigromante…
-¿Nigromante? Te refieres a… ¿Qué puede manipular a los muertos?
-Si… ¿Notaste los gritos que se escucharon cuando nos lanzo su hechizo?
-Si, los pude escuchar, unos lamentos tristes y desesperados.
-No era un hechizo cualquiera, era un hechizo con almas en pena en este mundo… El hechizo que use sólo funciona con almas en pena, son mandadas directamente al infierno.
-No puede ser… ¿Cómo se atreve a jugar así con el alma de las personas?
Exclame incrédulo, volteando a ver a Tsuki. Sabía de la existencia de nigromantes, pero su poder siempre me había parecido tétrico y blasfemo. Y mucho menos, podía creerlo de Tsuki, un chico que se veía tan inocente e indefenso. Este aun continuaba sonriendo, tal parecía que él solo jugaba con nosotros.
 -¡Sombras del inframundo!
El hechizo de Tsuki se lanzo a nosotros, ya no podía permitir esto, tenía que detenerlo, y proteger a mi clan.
-¡Azariel, salva esas almas!
El ángel que convoque, detuvo el hechizo de Tsuki, purificándolo, y enviando unas brillantes y blancas luces al cielo. Totalmente exhausto, me deje caer de rodillas al suelo.
-Akari, no seas idiota…-Me dijo Yue arrodillándose al lado de mi, mirándome con preocupación-. Tanto convocar ángeles como demonios es muy agotador, debemos pensar en otro método de detener sus ataques, aunque sean almas, debe haber otro método que no sea purificándolas, o enviándolas al infierno.
-Pero Yue… Esas pobres almas… No se lo merecen, al menos al purificarlas, descansan en paz, y de esa manera….
-Akari…
Dijo Yue, dedicándome una sonrisa de resignación, la cual sustituyo por una engreída, mientras me daba un garnucho en la nariz. Después se levanto, tronándose las manos, y me dijo:
-Quédate ahí descansando y déjamelo a mí, yo me encargo…
-¡Oye! ¡No me golpees! ¡Además es mi deber, como líder del clan yo debo…!
-Silencio… ¿no lo has notado verdad?
-¿Qué cosa?
-El poder que se siente no viene de Tsuki, proviene de otro lugar, es más bien como si…
-¿Alguien lo estuviera controlando?
-Así es… Si encontramos quien esta convocando las almas, es probable que podamos detener esto.
-¿Y como lo haremos?
Yue no dijo nada, mire sorprendido como saco un pequeño cuchillo de entre sus ropas, y se hizo un ligero corte en el dorso de su mano para después, dejar caer unas cuantas gotas de sangre en el suelo.
-¿¡Qué haces!?
-Es el pago del contrato, a los demonios les encanta la sangre… Te entrego mi sangre, obligándote a cumplir con tu contrato, obedece a tu amo y escucha mi llamado… ¡Ven ahora, gui shén devorador de almas!
Una enorme sombra surgió de la sangre de Yue, no tenía forma, sólo mostraba unos enormes y diabólicos ojos rojos, miro a Yue en silencio, colocándose enfrente de él.
-Ahora, ve y busca el lugar de donde provienen esas almas, guíanos.
Le ordeno Yue a la sombra, esta, al oírlo, le hizo una pequeña reverencia, y salio rápidamente del templo, Yue y yo no perdimos tiempo, y lo seguimos. Detrás de nosotros, escuchamos a Tsuki.
-¡Aguarden, no vayan, yo soy el responsable!
Nos internamos en el bosque siguiendo al demonio, Tsuki nos seguía, unos metros más atrás. Finalmente, antes de llegar a la mitad del bosque, el demonio se detuvo en un claro. Mas adelante, vimos a una persona de espaldas, rodeado de un resplandor negro, frente a él se encontraba una brillante esfera, que nos mostraba a Yue, a Tsuki y a mi, en el claro donde estábamos.
El demonio convocado por Yue desapareció, mientras la persona antes de espalda, nos daba la cara. Era un chico de nuestra edad, de largo cabello negro, el cual lo sujetaba en una trenza. Su ojo izquierdo era cubierto por un vendaje, al igual que su boca, por lo que sólo podía verse su ojo derecho, el cual era de un color rojo profundo.
-¿Quién eres tu? ¿Por qué convocaste a esas almas?
Le dijo Yue al chico, este no le contesto, lo miro sin importancia, mientras el resplandor desaparecía.
-¿Por qué controlabas a Tsuki-kun?
Le pregunte yo esta vez, al escuchar eso, me respondió con seriedad.
-Te equivocas, yo no lo controlo…
El moreno levanto su brazo, y los vendajes que envolvían a Tsuki, se dirigieron a él, envolviendo sus brazos esta vez, por su parte, las marcas en el rostro de Tsuki desaparecieron, aunque sus ojos negros permanecieron de la misma manera. Tsuki se dirigió corriendo al moreno, y lo abrazo con cariño, mientras le decía con tristeza:
-Discúlpame Shinda-chan, no pude evitar que vinieran hacia acá.
-Descuida,- le contesto Shinda, mientras acariciaba la cabeza de Tsuki con cariño-.Fue mi culpa por separarnos desde un principio, debí pensar bien las cosas… Ustedes, no es necesario derramar sangre innecesariamente aquí, denme el tesoro de la luz.
Nos dijo el chico llamado Shinda, mientras aferraba a Tsuki a su pecho.
-¡No lo haremos!-Le conteste-. Por favor, díganos quienes son, y por que razón quieren el tesoro de la luz. Utilizar las almas errantes en el mundo para lograr sus objetivos no está bien.
-Soy un nigromante…-Me contesto Shinda-.Mi magia consiste en controlar a los muertos y a sus almas… ¿Qué mas puedes esperar que haga? Pero que chico tan irracional e idiota eres.
Dijo Shinda, con voz fría y burlona, estaba a punto de reclamarle, cuando Yue le grito furioso al lado de mi.
-¿¡Quien te crees para insultar a Akari así!? Si tanto deseas el tesoro de la luz, derrótanos para obtenerlo, hazlo, y mandare a todas tus almas al infierno.
Shinda no dijo nada, volteo a ver a Tsuki, este lo vio con determinación y dijo:
-Puedo hacerlo Shinda-chan, no te preocupes, se que puedo detenerlos.
-No, no valdría la pena arriesgaste mas de lo que ya te arriesgue hoy. De ser posible, quiero que sufras el menor daño posible.
Le contesto Shinda, suavizando su mirada al verlo. Yue comenzó a concentrar su magia al lado de mí, y de inmediato lo detuve.
-¡Espera Yue! Ellos ya no parecen tener intención de pelear…
-¿Yue?.. ¿Acaso tú eres…? ¿Yue de Dasarev?-Pregunto Shinda, mirando a Yue con interés. Yue no le contesto, sólo abrió mucho su ojo en señal de sorpresa. A pesar de eso, Shinda continúo hablando con seguridad, como si Yue le hubiera confirmado su pregunta-. Si, sin duda lo eres, te pareces mucho… Jamás imaginaría que te encontraría aquí en Urem con el clan de Zarael… ¿Qué te parece Tsuki? Parece que matamos a 2 pájaros de un tiro.
-¡Si!-Contesto Tsuki, mostrando una enorme sonrisa-. Ahora Yue será nuestro amigo ¿verdad?
-Hay que preguntarle…
Le contesto Shinda, después, se acerco a nosotros, pasando su brazo alrededor los hombros de Tsuki, haciéndolo caminar con él. Los 2 chicos se pararon enfrente de Yue, Shinda le tendió la mano, y le dijo:
-Yue, quiero hacerte una invitación… Únete a nosotros, y ven a estudiar a Gaaram.
Yue lo miro muy confundido sin saber que decir, esto también me sorprendió, ya que recordé que esa era la escuela de Lagarem que se dedicaba al estudio exclusivo de la magia negra. Yue miro fríamente a Shinda, y le dijo:
-¿Por qué me pides esto…? ¿Acaso ustedes son estudiantes de ahí?
-Así es…-Le contesto Shinda mirándolo con malicia-. Sabes que es lo mejor para ti… Tú manejas a los demonios y a la oscuridad, por eso, lo mejor para ti es estudiar en Gaaram… Yue, ven con nosotros, debes aprender a manejar apropiadamente los poderes de la oscuridad.
Todo esto era muy raro, miraba a Shinda y a Yue sin saber que decir, o que pensar, me sentía muy confundido. Finalmente, Yue miro con desagrado a Shinda, y le dio a Shinda un manotazo, rechazando su mano.
-En Maho estoy muy bien, no necesito a esa escuela lúgubre y aburrida.
Dijo finalmente Yue, sonriéndole fríamente a Shinda, me pareció que Shinda sonreía de la misma manera, ya que por el vendaje que le cubría su boca era difícil adivinarlo, pero le contesto a Yue en tono burlón y sarcástico.
-¿Qué ocurre? ¿Acaso tienes miedo de enfrentar tu destino? ¿Vas a huir de el para siempre?
Yue no contesto, la sonrisa de su rostro se fue, y miraba a Shinda con desprecio y confusión. Antes de que otra cosa pasara, los arbustos de los alrededores comenzaron a moverse con violencia, y de ellos, salieron varios hombres vestidos de blanco y azul, era el escuadrón de seguridad de Zarael.
-¡Akari-dono!-Dijo uno de ellos, mientras todos comenzaban a apuntar con sus manos a Shinda y a Tsuki, listos para atacarlos con su magia en caso de ser necesario-¿Se encuentra bien? Sentimos su magia cerca del templo, además de otra magia con poderes negativos…
-Si, estoy bien, pero estos chicos…-Dije, mirando con molestia a Shinda y a Tsuki-. Trataron de robarse el tesoro de la luz, ordeno su captura sin violencia para un interrogatorio ante el consorcio de la luz.
-¡¡Si, Akari-dono!!
Gritaron los miembros del escuadrón ante mi mandato. Se prepararon para atacarlos, pero ante esto, Shinda hablo con tono tranquilo y relajado.
-Que molesto, ya hay demasiados espectadores, me temo que lo mejor será irnos, y volver a probar suerte la próxima vez.
-¡Que mal!-Dijo Tsuki con tristeza-.El sensei se va a enojar mucho Shinda-chan… ¿Crees que nos castigue?
-Descuida, al decirle que vimos a Yue, de seguro considerara que todo esto no fue en vano.
Concluyo Shinda, mirando con interés y frialdad a Yue. Después, levanto su mano, y fuimos rodeados por unas densas nubes oscuras, las cuales no nos permitían ver nada. Una vez las nubes se disiparon, Shinda y Tsuki habían desaparecido.
-¡Inspeccionen el bosque y todos los templos!… ¡ahora!
Ordeno el líder del escuadrón, tras oír el mandato, todo el escuadrón se disperso en diferentes direcciones, dejándonos a Yue y a mi solos.
-Que bueno que el escuadrón llego justo a tiempo… ¿verdad?-Yue no me contesto, permaneció cabizbajo, con la mirada pensativa y preocupada.-Yue… ¿tu conocías a esos chicos?
-No, es la primera vez que los veo en mi vida, lo que no entiendo, es por que ellos si me conocían a mi… ¿Crees que fue lo correcto decirles que me quedo en Maho? Es decir, mis poderes son malignos, también esta el problema de Shagaard, y…
-¡Claro que si! No hay mejor escuela que Maho… Además, ellos trataron de robarse el tesoro de la luz, ¿Por qué querrías estar en una escuela llena de ladrones?
Yue no me dijo nada, permaneció en silencio, con su mirada aun algo triste y confusa. Yue me había animado mucho en las últimas semanas, ahora me tocaba a mí hacerlo. Me acerque a él, y le jale la oreja para que volteara a verme.
-Oye, además,  ¿lo recuerdas? Tienes una promesa que cumplir, y yo te ayudaré a librarte de la maldición, no lo olvides Yue… Yo soy tu amigo y te ayudare…-Le sonreí con dulzura, al ver esto, la mirada de Yue se suavizo, y me mostró una pequeña, pero calida sonrisa. Siempre verlo sonreír era algo nuevo para mí, pensé que era un desperdicio que Yue no sonriera a menudo, ya que su sonrisa era muy hermosa y reconfortarte. Sin decir mas, solté su oreja, y mi mirada se volvió seria y cautelosa al seguir hablando.- La desaparición de Ai, la enfermedad de mi madre, mi padre tragado por la oscuridad, tu maldición, la traición y desaparición de tu hermano, la destrucción de tu clan, la muerte de tu madre, y la aparición de Shinda y Tsuki para tratar de llevarse el tesoro de la luz… No se por que, pero presiento que tu clan y el mío Yue, están relacionados de alguna manera. Así que todo esto, es un asunto que nos concierne, y debemos solucionar los 2.
-Supongo que tienes razón.
Me contesto Yue, dando un suspirando bajo y triste.

***
Abrazaba con cariño a mi abuela, no podía creer que las vacaciones de verano finalmente habían acabado, y ahora me estuviera despidiendo de mi querida madre y abuela para volver a Maho.
-Cuídate mucho Aka-chan…-Me dijo la abuela, mirándome con ternura y tristeza-. Pórtate muy bien, y estudia muy duro ¿de acuerdo?
-Si, te prometo que lo haré.
Le conteste, mostrándole una enorme sonrisa, para ocultar la tristeza que sentía. Ahora venía lo mas difícil, despedirme de mi madre. Me lancé a ella, y la abrace con cariño, dejando finalmente escapar unas cuantas lágrimas.
-Me esforzare oka-san, te prometo que estudiare muy duro, y me volveré muy fuerte para ayudarte, algún día estarás libre de este dolor…
-Tranquilo Aka-chan…-Me contesto mi madre, abrazándome con ternura-.Ya te dije que esto no es responsabilidad tuya. Yo sólo deseo que te esfuerces mucho en Maho, y asegures tu futuro incrementando y controlando mejor tu magia en la escuela. Aka-chan, estoy orgullosa de ti, te estas convirtiendo en un hombre fuerte y responsable, estoy segura que cuando te toque liderar el clan, lo harás muy bien, tu padre debe estar orgulloso de ti, donde quiera que este.
Mire a mi madre con un infinito cariño, el sólo oír sus palabras me basto para parar mi llanto, y tranquilizarme. Ella me beso en la mejilla con cariño, y después se acerco a Yue.
-Yue-chan, por favor, cuida mucho a Aka-chan ¿si? Te lo encargo mucho.
-Descuide…
Dijo Yue, sonriendo tímidamente.
-¡Nos esforzaremos oka-san!-Le dije a mi madre con entusiasmo-. Yue y yo trabajaremos mucho, y seremos el mejor equipo de nuestra clase, y pasaremos al siguiente nivel.
-Trabajaremos los 2 juntos, me asegurare de que así sea, Yurumi-san.
Dijo Yue, inclinándose un poco ante mi madre, en señal de respeto. Para mi sorpresa, mi madre se acerco a Yue, y le dio un beso en la mejilla, ante la mirada de sorpresa de este.
-Se que Aka-chan no puede estar mas seguro con nadie que contigo, Yue-chan…
Mi abuela y yo nos reímos en voz baja, al ver como Yue se ponía más rojo que una manzana. Ver esto no era muy raro para mí, mi madre era muy cariñosa, aunque si era raro que le hubiera tomado tanto cariño a Yue en tan poco tiempo, incluso lo llamaba por “chan”, y mi madre, sólo llamaba así a sus familiares, o amigos más cercanos.
Los 2 partimos en silencio, despidiéndonos con la mano de mi madre y mi abuela a lo lejos, dispuestos a empezar con muchos ánimos el último semestre del primer nivel en Maho.
Mi madre se despedía de nosotros de igual manera, viéndonos a lo lejos, mientras pensaba para si misma:
-Si, estoy segura de eso. Yue-chan, no hay lugar mas seguro para mi Aka-chan que a tu lado, ya que… Puedo ver claramente el hilo rojo atado a sus dedos, uniendo su destino.

+ Continuará +

miércoles, 22 de junio de 2011

Ficha técnica 24: Arai

Arai* Arai *
Clan Sensu

Habilidades especiales: Danzas mágicas

Edad: 17 años

Ancestros: Japoneses

Cumpleaños: 30 de Mayo

Signo zodiacal: Géminis

Comida favorita: Dulces tradicionales

Comida no favorita: Rábano

Pasatiempos: Bailar, el maquillaje,diseño de modas,ceremonia del té.

Habilidades: Es buena consejera,es muy buena bailarina y atleta,sabe confeccionar ropa y hacer lindos diseños también.

Personalidad:Es muy coqueta,abierta y atrevida.A veces suele aprovecharse de su apariencia para lograr lo que quiere.

Poderes:Por medio de sus danzas con abanicos,causa diferentes efectos en su enemigo,desde controlar sus movimientos,hasta imposibilitar su magia por tiempo limitado.

Temor: La vejez.

miércoles, 15 de junio de 2011

Chibicomic omake 2: Exámenes finales

Hola a todos n.n Pues ahora vamos con una grandiosa y divertida actualización.Dado que el capítulo 8 también fue muy serio,Seikigo decidió hacer otro chibicomic omake muy gracioso.
Los exámenes finales son una pesadilla para todos,y Hikari y Mizu no se quedán atrás.Espero lo disfruten :D

(Click en la imágen para verla en grande)

martes, 7 de junio de 2011

Preview: Capítulo 9

Hola a toda la gentecilla que se pasa por aquí.Primero que nada,mil perdones por no actualizar el fanfic aún.He estado ocupada con asuntos personales y traduciendo y subtitulando algunos videos.El día de hoy,les traego un pequeño adelanto del próximo capítulo de Maho Neko :) Espero les guste,ojalá pueda acabar de escribir la primera parte antes de que termine el mes n.n


Maho Neko
Segunda Temporada

§ Capítulo 9 §
El pacto y la despedida
Parte 1
La noticia que era la más comentada por los alumnos de segundo nivel sección A, era que Yuki y Makoto eran novios. Era obvio que sólo era cuestión de tiempo para que esto sucediera, después de hablar con Xariot, Makoto me alejó de los demás para darme la buena noticia. Me hizo muy feliz escucharla, cuando me lo contó los ojos de Makoto brillaban de alegría y emoción, su sonrisa era enorme y llena de ternura, podía estar seguro que a los dos les iría muy bien, en verdad me alegraba por la felicidad de ambos.
Era muy tierno ver a la nueva pareja agarrada de la mano en los pasillos de la escuela, compartiendo el almuerzo, abrazándose, y dándose pequeños besos de repente, no parecían querer separarse ni un segundo. Makoto hablaba más con Mizu para pedirle consejos sobre cómo ser un buen novio, este argumentaba que de ninguna manera quería decepcionar a Yuki, Makoto siempre se preocupaba por eso, pero yo no podía imaginar que Yuki se alejara de Makoto por cualquier pelea o desacuerdo que pudieran llegar a tener en su relación, era obvio que los dos se querían demasiado.
Al verlos, de repente venía a mi mente el recuerdo de mis días con Tsubasa, pero de inmediato trataba de reprimirlos, recordar todo eso era lo que menos quería, pues sabía que no era bueno para mí. Sin embargo, también relacionaba el asunto de Makoto y Yuki con otra persona: Yue. Recordaba cómo había cambiado su comportamiento conmigo, y la hermosa manera en que me miraba, podía estar casi seguro que Yue ya no me veía sólo como un amigo, pero si ese era el caso ¿Qué era lo que debía hacer? No tenía ni la menor idea, ¿debía hablar con él sobre eso? ¿Si lo hacía cambiarían las cosas entre nosotros? Me gustaban las cosas como estaban, de ninguna manera quería que por eso Yue y yo fuéramos a distanciarnos, eso me dolería mucho, la sola idea hacía que un nudo de nerviosismo se formara en mi estómago.
“Pero tú sientes lo mismo por él”. Esa idea apareció de repente en mi cabeza de algún lejano lugar ¡De ninguna manera era verdad! Era cierto que quería mucho a Yue, el me había ayudado, me apoyaba siempre y por eso lo apreciaba como un querido compañero, como mi mejor amigo, pero sólo era eso, no había nada más. “Crees que es apuesto y maravilloso”. Seguían molestando esas extrañas ideas, era como si tuviera una pelea con mi propia mente ¿Y quién no lo creía? Si de eso hablábamos, era admiración, Yue es una persona admirable, es muy listo y hábil con los deportes, es buen cocinero, muy culto, elegante, educado, muy entregado, leal, tenaz, maduro, protector, hasta es bueno en los videojuegos también, aguanta mis caprichos, es dulce, y… un momento… ¿es normal encontrarle tantas cosas buenas a alguien? “Es porque te gusta ¿Recuerdas lo que pasó la otra noche? Despertaste de repente, y observaste a Yue mientras dormía por un largo rato, no puedes negarlo, estás loco por Yue”.
— ¡De ninguna manera eso puede ser verdad!
Grité como un maniaco, levantándome de mi asiento con el rostro más rojo que una manzana. Al recobrar la compostura, miré a mí alrededor, y mi vergüenza aumentó al recordar que estaba en la sala de descanso de segundo nivel terminando los deberes. Todos los estudiantes que se encontraban ahí me miraban con sorpresa y confusión, mientras otros se reían en voz baja. Sólo atiné a disculparme torpemente, y volver a mi asiento.
— Aki-chan se comporta tan lindo como siempre.
— Si, nuestro Akari-kun siempre hace ese tipo de cosas distraídas, pero eso lo hace más tierno.
Escuché a lo lejos a Mizu y a Kagami quienes estaban juntos comparando sus apuntes. Al menos era bueno saber que mis amigos no creían que estuviera loco, escuchar eso me hizo sentir más tranquilo, y me sentí infinitamente agradecido de que Yue no estuviera en ese momento conmigo o todo hubiera estado peor. Así eran a menudo las cosas, Yue terminaba sus deberes rápido, mientras yo me distraía siempre hasta por el vuelo de una mosca, haciendo que me costara más tiempo. Cuando eso sucedía, Yue se quedaba conmigo para hacerme compañía e incluso a veces hasta me ayudaba, claro, después de regañarme y recalcar mi falta de atención. Al recordar eso, una pequeña y tierna sonrisa se formó sola en mis labios.
No, no Akari… deja de pensar así, está muy mal… Deja de pensar sólo en Yue.
Me reproché a mi mismo dándome unos golpecitos en la cabeza, pero sólo sirvió por unos cuantos minutos, el idiota de Yue se volvió a colar en mi cabeza mientras acababa los deberes.