Hola a todos n.n Siento que han pasado años desde la última vez que publiqué algo aquí,mil disculpas :´D No tiene caso decir mentiras,ni hacerme tonta. Después de mucho tiempo sin actualizar,por fin he podido empezar a escribir el siguiente capítulo del fanfic. Se que no tengo perdón,pero si hay alguien que aún está al pendiente de éste fanfic,y siga interesado en leerlo,en verdad se los agradezco mucho. Creo que la principal razón de tardarme tanto,es que pasé por un bloqueo del escritor terrible,el cual sigo arrastrando pues digamos que me falta planear aún la mitad del siguiente capítulo,sin olvidar lo que sigue de la historia,estoy muy atorada n.ñ En fin,prefiero hacer las cosas con calma y ganas para no echarlo a perder,o escribir algo que se vería muy mediocre.
Sin más que decir,les dejo un adelanto de lo que llevo del capítulo.
Maho Neko
Segunda Temporada
§ Capítulo 18 §
El tesoro del agua
Parte 1
— ¿Un
prometido?
Preguntó
Yue con su habitual tono bajo de voz.
— Así es.
Le
respondí con tristeza, mirando el hermoso paisaje del bosque a nuestro
alrededor. Aunque lo intentara, no podía verlo a los ojos.
Después
de que Yue decidió sincerarse conmigo, y confesarme que ya sabía todo respecto
a la relación que había entre Shagaard y yo, decidí que yo debía hacer lo
mismo. Ya no podía ver a Yue como un amigo, él ya no lo era, y yo ya no deseaba
seguir tratándolo como tal. Ahora que los dos estábamos en una relación, debía
haber total confianza entre ambos, mucho más que cuando sólo éramos amigos.
Aunque me daba temor el no saber cómo reaccionaría Yue después de explicarle
todo lo relacionado a las estrictas e injustas reglas de mi clan, debía
saberlo, no había marcha atrás.
— Espero
que entiendas porque me tardé tanto en darte una respuesta. —Doblé mis piernas
y entrelacé mis brazos entre ellas, retomando la conversación. De reojo, pude
ver como Yue bajaba la vista, me parecía un tanto desconcertado—. Como líder
del clan, mi obligación es escoger a otro hijo de Zarael digno de llevar el
liderazgo junto conmigo, escogeré a mi prometido, y si todo marcha bien, después
nos casaremos y tendremos una familia, asegurando la pureza en el linaje de la
primera familia del clan. Son reglas las cuales se me aclararon desde que era
pequeño.
Guardé
silencio unos segundos, mirando a Yue sigilosamente de nuevo. No había cambio
alguno en su semblante. Continué hablando, y ésta vez, no pude evitar que mi
voz sonara angustiada.
— Cuando
empecé a entender mis sentimientos, me dio mucho miedo. Sabía qué era lo que
tenía que hacer, pero yo… Yo no pude evitar enamorarme de ti.
Finalmente,
esas últimas palabras hicieron reaccionar a Yue. Éste volteó a verme con
sorpresa, había un tenue sonrojo en sus mejillas. Por mi parte, mi rostro
entero enrojeció pues esa última confesión salió por si sola de mi boca. Tras
darme cuenta de eso, fui yo quien bajó la vista, hablando con timidez.
—
Discúlpame por meterte en este aprieto y no decírtelo antes. No he hecho más
que cometer error tras error…
— No lo
digas, no es necesario que te disculpes por eso. —Interrumpió Yue, mostrándose
mucho más seguro y tranquilo—. No soy experto, pero he escuchado que en cuanto
al corazón, no manda la razón. Puedo entenderte, ya que en mi clan teníamos
exactamente las mismas reglas.
— ¿En
serio?
— Si, mi
clan también exige la pureza en el linaje de los miembros de Dasarev… Si algún
día mi clan volvía a levantarse, yo me hubiera visto en los mismos problemas
que tú.
Al
escuchar esto, no fui capaz de responder nada. Temiendo lo peor, voltee a ver a
Yue. Me mostraba una forzada y triste sonrisa, yo no podía fingir, no pude
regresarle la sonrisa aunque quise. Lo miré con mucha preocupación y tristeza
mescladas. Yue abrió su boca para volver a hablar, casi deseaba taparme las
orejas para no escuchar que lo mejor era terminar nuestra tan ansiada relación.
— Son las
obligaciones del clan, y no podemos ignorarlas. Para nosotros los halfs, lo más
importante siempre será el venerar a nuestros dioses, y servir lo mejor posible
al clan.
Apreté mi
mandíbula para no contestar pues sabía que sólo saldrían palabras llenas de
rabia que luego iba a lamentar, pero las siguientes palabras de Yue cambiaron
por completo todo.
— Pero
nadie dice que mientras ése momento llega, no podamos estar juntos.
— ¿Q-qué
quieres decir con eso? —Balbuceé torpemente— ¿Quieres que continuemos nuestra
relación, hasta que llegue el momento de buscar un prometido?
— Así es.
—Respondió Yue con tranquilidad, sonriendo vagamente—. Claro, siempre y cuando tú
lo quieras, por mí no hay ningún problema. Según me habías dicho, tomarás
definitivamente el liderazgo del clan cuando te gradúes ¿oh no?
— Si.
— Bueno,
eso significa que tenemos todo un año para estar juntos.
— ¿¡Cómo
puedes decir algo así tan fácilmente!? —Intenté controlarme, pero no pude
hacerlo. Cuando menos me di cuenta, ya había alzado el tono de mi voz,
gritándole ferozmente a un Yue que me miraba despreocupadamente— ¿En serio
quieres que los dos echemos nuestros sentimientos a la basura, como si fuera
cualquier cosa? Es verdad que por ahora, los dos nos gustamos…
— No
pongas palabras en mi boca. —Interrumpió Yue con algo de molestia en su voz—.
Los sentimientos que tengo por ti van mucho más allá de sólo la atracción
física, te amo, eres el amor de mi vida, y te lo he dicho claramente desde el
principio.
Escuchar
esto me desarmó por completo, pasé de la furia a la vergüenza en menos de cinco
segundos. No pude más que cerrar mi boca al oírlo, mientras él me miraba con
enfado y algo de decepción. La verdad era, que yo me sentía de la misma manera
que Yue, pero no había sido capaz de decírselo claramente. Había dicho que nos
gustábamos para no sonar pretencioso, pues no estaba muy seguro aún en qué
punto estaban nuestros sentimientos, pero Yue no parecía estar mintiendo. Me
miraba profundamente a los ojos, como queriéndome darme a entender que yo era
todo su mundo, y si me atrevía a dudarlo, iba a lastimarlo mucho.
Tratando
de calmarme, y haciendo la timidez a un lado, retomé la conversación.
—
Entonces, dado que los dos sentimos lo mismo, sabes bien que esto hará las
cosas más difíciles. —Comencé a sentir una enorme opresión en el pecho, por un
momento, sentía como si el aire que respiraba no fuera suficiente—. Nadie dice
que en un futuro nuestros sentimientos no puedan crecer aún más… ¿Qué pasará
entonces, Yue? —Me volví para encararlo— ¿Qué pasará si nuestros sentimientos
crecen si seguimos juntos, al punto de ya no poder vivir uno sin el otro?
¿Estarás satisfecho con sólo dejarme partir, mientras soy infeliz con alguien
más?
Yue me
sostuvo la mirada, entrecerrando su ojo. Guardó silencio por varios segundos,
donde hubiera deseado poder saber que era lo que pasaba por su mente.
— No
quedaría otro remedio, porque es nuestra obligación. Yo sé que no se puede
tener todo en esta vida, y algún día deberás aprenderlo también, Akari. Además,
yo preferiría estar a tu lado, no como tu amigo, si no como a tu pareja, así
sólo fueran segundos, que nunca haber estado contigo. Eso es lo que pienso y
deseo, pero lo demás depende de ti, xiao.
Con
timidez, Yue acercó lentamente su mano a mi rostro, y comenzó a acariciarlo.
Aunque lo deseaba, no pude ignorar su caricia, sólo atiné desviar la vista,
reprimiendo los deseos de llorar.
— Tú
tienes la última palabra, Akari. Si crees que es mejor terminar aquí todo de
una vez, entonces… respetaré tu decisión.
La voz de
Yue sonaba débil, como si no hubiera querido pronunciar la última frase.
Levantándome la barbilla, se acercó a mi rostro, y besó mi frente con dulzura.
Ese acto no ayudaba nada en esa situación, sólo empeoraba las cosas. Me perdí
unos segundos buscando las palabras adecuadas, disfrutando en silencio de
sentir el cálido cuerpo de Yue cerca del mío. Al pensar que todo eso terminaría
un día, sólo atiné bajar mi cabeza, apoyándola en el pecho de Yue, entrelazando
mis brazos en su cintura.
— Como si
quisiera que todo terminara aquí, Yue idiota. —Susurré débilmente—. Por ahora,
sólo estemos así… Ya tendremos tiempo para preocuparnos por el futuro cuando
sea necesario.
— Además,
siempre está la posibilidad de ser amantes.
Me volví
rápidamente para verlo, una sonrisa burlona y engreída asomaba en sus labios, cosa que me
hizo sonrojar de nuevo.
— ¡¿Cómo
dices eso!? Sabes bien que no soy ésa clase de persona, y tú tampoco lo eres.
— Lo sé,
lo sé.
Escuché
una risa apenas perceptible proveniente de Yue. Después, retrocedió hacia
atrás, hasta quedar apoyado en el tronco de un árbol, jalándome con él. Me
acomodó a su lado, envolviéndome en un abrazo, dispuesto a no dejarme ir.
Ninguno de los dos se movió de nuevo después de eso. Nos quedamos en el bosque
media hora más en silencio, simplemente acostados a la sombra de ese gran
árbol, abrazados. No era necesario agregar nada más a la conversación, los dos
extrañamente, siempre nos hemos podido entender sin palabras. Sabíamos que sólo
deseábamos estar juntos, y con sentir al otro, era más que suficiente. Aunque
habíamos llegado a ese acuerdo, de estar juntos hasta graduarnos, yo no estaba
contento con eso. Yo buscaría la manera de estar al lado de Yue para siempre,
no pensaba dejarlo ir.
0 comentarios:
Publicar un comentario