lunes, 1 de julio de 2013

Preview capítulo 18

Hola a todos n.n Siento que han pasado años desde la última vez que publiqué algo aquí,mil disculpas :´D No tiene caso decir mentiras,ni hacerme tonta. Después de mucho tiempo sin actualizar,por fin he podido empezar a escribir el siguiente capítulo del fanfic. Se que no tengo perdón,pero si hay alguien que aún está al pendiente de éste fanfic,y siga interesado en leerlo,en verdad se los agradezco mucho. Creo que la principal razón de tardarme tanto,es que pasé por un bloqueo del escritor terrible,el cual sigo arrastrando pues digamos que me falta planear aún la mitad del siguiente capítulo,sin olvidar lo que sigue de la historia,estoy muy atorada n.ñ En fin,prefiero hacer las cosas con calma y ganas para no echarlo a perder,o escribir algo que se vería muy mediocre.
Sin más que decir,les dejo un adelanto de lo que llevo del capítulo.

Maho Neko
Segunda Temporada

§ Capítulo 18 §
El tesoro del agua
Parte 1
— ¿Un prometido?
Preguntó Yue con su habitual tono bajo de voz.
— Así es.
Le respondí con tristeza, mirando el hermoso paisaje del bosque a nuestro alrededor. Aunque lo intentara, no podía verlo a los ojos.
Después de que Yue decidió sincerarse conmigo, y confesarme que ya sabía todo respecto a la relación que había entre Shagaard y yo, decidí que yo debía hacer lo mismo. Ya no podía ver a Yue como un amigo, él ya no lo era, y yo ya no deseaba seguir tratándolo como tal. Ahora que los dos estábamos en una relación, debía haber total confianza entre ambos, mucho más que cuando sólo éramos amigos. Aunque me daba temor el no saber cómo reaccionaría Yue después de explicarle todo lo relacionado a las estrictas e injustas reglas de mi clan, debía saberlo, no había marcha atrás.
— Espero que entiendas porque me tardé tanto en darte una respuesta. —Doblé mis piernas y entrelacé mis brazos entre ellas, retomando la conversación. De reojo, pude ver como Yue bajaba la vista, me parecía un tanto desconcertado—. Como líder del clan, mi obligación es escoger a otro hijo de Zarael digno de llevar el liderazgo junto conmigo, escogeré a mi prometido, y si todo marcha bien, después nos casaremos y tendremos una familia, asegurando la pureza en el linaje de la primera familia del clan. Son reglas las cuales se me aclararon desde que era pequeño.
Guardé silencio unos segundos, mirando a Yue sigilosamente de nuevo. No había cambio alguno en su semblante. Continué hablando, y ésta vez, no pude evitar que mi voz sonara angustiada.
— Cuando empecé a entender mis sentimientos, me dio mucho miedo. Sabía qué era lo que tenía que hacer, pero yo… Yo no pude evitar enamorarme de ti.
Finalmente, esas últimas palabras hicieron reaccionar a Yue. Éste volteó a verme con sorpresa, había un tenue sonrojo en sus mejillas. Por mi parte, mi rostro entero enrojeció pues esa última confesión salió por si sola de mi boca. Tras darme cuenta de eso, fui yo quien bajó la vista, hablando con timidez.
— Discúlpame por meterte en este aprieto y no decírtelo antes. No he hecho más que cometer error tras error…
— No lo digas, no es necesario que te disculpes por eso. —Interrumpió Yue, mostrándose mucho más seguro y tranquilo—. No soy experto, pero he escuchado que en cuanto al corazón, no manda la razón. Puedo entenderte, ya que en mi clan teníamos exactamente las mismas reglas.
— ¿En serio?
— Si, mi clan también exige la pureza en el linaje de los miembros de Dasarev… Si algún día mi clan volvía a levantarse, yo me hubiera visto en los mismos problemas que tú.
Al escuchar esto, no fui capaz de responder nada. Temiendo lo peor, voltee a ver a Yue. Me mostraba una forzada y triste sonrisa, yo no podía fingir, no pude regresarle la sonrisa aunque quise. Lo miré con mucha preocupación y tristeza mescladas. Yue abrió su boca para volver a hablar, casi deseaba taparme las orejas para no escuchar que lo mejor era terminar nuestra tan ansiada relación.
— Son las obligaciones del clan, y no podemos ignorarlas. Para nosotros los halfs, lo más importante siempre será el venerar a nuestros dioses, y servir lo mejor posible al clan.
Apreté mi mandíbula para no contestar pues sabía que sólo saldrían palabras llenas de rabia que luego iba a lamentar, pero las siguientes palabras de Yue cambiaron por completo todo.
— Pero nadie dice que mientras ése momento llega, no podamos estar juntos.
— ¿Q-qué quieres decir con eso? —Balbuceé torpemente— ¿Quieres que continuemos nuestra relación, hasta que llegue el momento de buscar un prometido?
— Así es. —Respondió Yue con tranquilidad, sonriendo vagamente—. Claro, siempre y cuando tú lo quieras, por mí no hay ningún problema. Según me habías dicho, tomarás definitivamente el liderazgo del clan cuando te gradúes ¿oh no?
— Si.
— Bueno, eso significa que tenemos todo un año para estar juntos.
— ¿¡Cómo puedes decir algo así tan fácilmente!? —Intenté controlarme, pero no pude hacerlo. Cuando menos me di cuenta, ya había alzado el tono de mi voz, gritándole ferozmente a un Yue que me miraba despreocupadamente— ¿En serio quieres que los dos echemos nuestros sentimientos a la basura, como si fuera cualquier cosa? Es verdad que por ahora, los dos nos gustamos…
— No pongas palabras en mi boca. —Interrumpió Yue con algo de molestia en su voz—. Los sentimientos que tengo por ti van mucho más allá de sólo la atracción física, te amo, eres el amor de mi vida, y te lo he dicho claramente desde el principio.
Escuchar esto me desarmó por completo, pasé de la furia a la vergüenza en menos de cinco segundos. No pude más que cerrar mi boca al oírlo, mientras él me miraba con enfado y algo de decepción. La verdad era, que yo me sentía de la misma manera que Yue, pero no había sido capaz de decírselo claramente. Había dicho que nos gustábamos para no sonar pretencioso, pues no estaba muy seguro aún en qué punto estaban nuestros sentimientos, pero Yue no parecía estar mintiendo. Me miraba profundamente a los ojos, como queriéndome darme a entender que yo era todo su mundo, y si me atrevía a dudarlo, iba a lastimarlo mucho.
Tratando de calmarme, y haciendo la timidez a un lado, retomé la conversación.
— Entonces, dado que los dos sentimos lo mismo, sabes bien que esto hará las cosas más difíciles. —Comencé a sentir una enorme opresión en el pecho, por un momento, sentía como si el aire que respiraba no fuera suficiente—. Nadie dice que en un futuro nuestros sentimientos no puedan crecer aún más… ¿Qué pasará entonces, Yue? —Me volví para encararlo— ¿Qué pasará si nuestros sentimientos crecen si seguimos juntos, al punto de ya no poder vivir uno sin el otro? ¿Estarás satisfecho con sólo dejarme partir, mientras soy infeliz con alguien más?
Yue me sostuvo la mirada, entrecerrando su ojo. Guardó silencio por varios segundos, donde hubiera deseado poder saber que era lo que pasaba por su mente.
— No quedaría otro remedio, porque es nuestra obligación. Yo sé que no se puede tener todo en esta vida, y algún día deberás aprenderlo también, Akari. Además, yo preferiría estar a tu lado, no como tu amigo, si no como a tu pareja, así sólo fueran segundos, que nunca haber estado contigo. Eso es lo que pienso y deseo, pero lo demás depende de ti, xiao.
Con timidez, Yue acercó lentamente su mano a mi rostro, y comenzó a acariciarlo. Aunque lo deseaba, no pude ignorar su caricia, sólo atiné desviar la vista, reprimiendo los deseos de llorar.
— Tú tienes la última palabra, Akari. Si crees que es mejor terminar aquí todo de una vez, entonces… respetaré tu decisión.
La voz de Yue sonaba débil, como si no hubiera querido pronunciar la última frase. Levantándome la barbilla, se acercó a mi rostro, y besó mi frente con dulzura. Ese acto no ayudaba nada en esa situación, sólo empeoraba las cosas. Me perdí unos segundos buscando las palabras adecuadas, disfrutando en silencio de sentir el cálido cuerpo de Yue cerca del mío. Al pensar que todo eso terminaría un día, sólo atiné bajar mi cabeza, apoyándola en el pecho de Yue, entrelazando mis brazos en su cintura.
— Como si quisiera que todo terminara aquí, Yue idiota. —Susurré débilmente—. Por ahora, sólo estemos así… Ya tendremos tiempo para preocuparnos por el futuro cuando sea necesario.
— Además, siempre está la posibilidad de ser amantes.
Me volví rápidamente para verlo, una sonrisa burlona  y engreída asomaba en sus labios, cosa que me hizo sonrojar de nuevo.
— ¡¿Cómo dices eso!? Sabes bien que no soy ésa clase de persona, y tú tampoco lo eres.
— Lo sé, lo sé.
Escuché una risa apenas perceptible proveniente de Yue. Después, retrocedió hacia atrás, hasta quedar apoyado en el tronco de un árbol, jalándome con él. Me acomodó a su lado, envolviéndome en un abrazo, dispuesto a no dejarme ir. Ninguno de los dos se movió de nuevo después de eso. Nos quedamos en el bosque media hora más en silencio, simplemente acostados a la sombra de ese gran árbol, abrazados. No era necesario agregar nada más a la conversación, los dos extrañamente, siempre nos hemos podido entender sin palabras. Sabíamos que sólo deseábamos estar juntos, y con sentir al otro, era más que suficiente. Aunque habíamos llegado a ese acuerdo, de estar juntos hasta graduarnos, yo no estaba contento con eso. Yo buscaría la manera de estar al lado de Yue para siempre, no pensaba dejarlo ir.

0 comentarios: