jueves, 14 de julio de 2011

Preview: Capítulo 10

Ya que tengo un poco escrito del siguiente capítulo,les dejaré un preview.Espero que esté listo en dos o 3 semanas más.


§ Capítulo 10 §
El pacto y la despedida
Parte 2
Naga avanzaba lentamente hacia mí, sin dejar de mostrar una enorme sonrisa juguetona.
— Entonces lindo Akari-chan, vamos a jugar… Espero me diviertas un buen rato.
Susurró Naga con voz coqueta, quitándose los lentes oscuros por fin y guardándoselos en el bolsillo de su pantalón, mostrando unos hermosos ojos azul marino. Al poder ver su rostro completo por fin, sus rasgos se me hicieron familiares, sin duda, Naga me recordaba mucho a alguien, pero no podía descubrir a quien.
Ignorando esto, me coloqué rápidamente frente al tesoro de la luz para protegerlo, preparándome para lo que fuera. Era la primera vez que sentía en un half la esencia mágica que emanaba de Naga, si era verdad que su magia era neutra, debía tener mucho cuidado, eso significaba que podía usar tanto magia blanca como negra. Podía absorber mi magia, o contaminarla a su voluntad… ¿Qué era lo mejor en esos casos? Probablemente mi única salvación eran las invocaciones.
¡Llanto de la luz!
Rápidamente activé un escudo para defenderme. Me concentré lo más que pude, y me sentí aliviado al ver que pude disolver su ataque.
— Nada mal, tal parece que estamos al mismo nivel.
— ¿Para qué quieren los seis tesoros Naga? Si me lo dices, lo tomaremos en cuenta ante el consorcio de la luz, y de esa manera tu castigo disminuirá.
— Que bromista Akari-chan—respondió Naga entre sonoras carcajadas sujetándose el estomago. Como si fuera otra persona, la sonrisa traviesa cambió para dar paso a una sádica—. De ninguna permitiré que eso pase.
— ¡De todas formas, después de lo que hiciste, no pensaba tenerte piedad! ¡Yo te llamo Sithael, ven en mi auxilio!
En cuanto llamé a uno de mis ángeles, este se lanzó ferozmente a atacar a Naga, el chico sólo concentró su magia de nuevo con tranquilidad.
¡Prisión sagrada!
Ante mis incrédulos ojos, en cuanto Naga alzó su mano, mi ángel fue rodeado por un aro de luz y se detuvo, comenzando a moverse de un lado a otro, tratando de liberarse, con una clara expresión de dolor en su rostro.
— ¡Sithael!
Grité con sorpresa, incrementé mi magia tratando de ayudarlo, pero fue en vano, no podía liberarlo del conjuro de Naga.
— ¿Los ángeles son hermosos verdad? —Hablo de pronto Naga, mirando con ensoñación mi ángel aprisionado—. Los ángeles que creó tu diosa son sin duda, de los ángeles más hermosos que he visto… Siempre los preferiré a ellos que a los demonios, ¿como algo tan bello puede ser tan frágil y a la vez tan fuerte…?
No entendía para nada a ese chico, mientras decía esas dulces palabras, aumentó el poder de su conjuro, lastimando más a Sithael, este sólo podía contraerse por el dolor, no podía soportarlo.
— ¡¡Basta por favor, deja de lastimarlo así!! ¡¡Detente!!
Era horrible ver esa escena, desde pequeño, cuando pude convocar a mi primer ángel tras hacer los rituales necesarios, me enamoré de ellos, y por supuesto, también amé a Zarael por crear a esas criaturas tan maravillosas y hermosas. Siempre que los necesitabas, ellos acudían en tu auxilio sin dudarlo, eran felices con los rituales y celebraciones que les ofrecíamos, en pocas palabras, habíamos aprendido a convivir en armonía. Ver a un ángel creado por Zarael sufriendo así, y no poder ayudarlo, era sumamente doloroso, como si te fueran arrancando poco a poco una parte de tu alma.
Cerré los ojos al oír el último grito de Sithael, Naga lo había matado.
Apreté los puños tratando de contener las lágrimas, pero no podía, poco a poco, me iba rompiendo más. Podía seguir viendo el cuerpo inerte de mi abuela frente a mí, recordando a cada segundo que jamás se levantaría de nuevo. Debía defender el tesoro de la luz, sin embargo, luchar contra mis emociones era difícil. Naga también podía controlar a los ángeles, con su magia negra había matado a uno, no podía permitir que hiciera lo mismo con otro… ¿Qué podía hacer? Si nuestra magia estaba al mismo nivel, entonces esforzarme con mis hechizos debía ser la solución.
¡Explosión de luz!
Naga entrecerró los ojos, y concentró su magia.
¡Contaminación negra!
Los dos hechizos se encontraron, pero supe que las cosas no terminarían bien cuando poco a poco, mi hechizo se fue oscureciendo. Ambos hechizos se convirtieron en una enorme esfera oscura que se dirigió rápidamente hacia mí y me lanzó al suelo. El cuerpo me ardía de una manera horrible, era como sentir miles de agujas atacándome en cada parte de mi cuerpo, Naga había contaminado mi hechizo, y me lo había regresado juntando mi hechizo y el suyo en uno solo, sus poderes eran temibles ¿Cómo iba a poder luchar contra alguien que podía controlar mis ángeles, y contaminar mis hechizos?
— ¿Te duele Akari-chan? ¿Ya estás listo para darme el tesoro de la luz?
— No… ¡Nunca te lo daré!

0 comentarios: