lunes, 25 de octubre de 2010

Capítulo 15: El arte de la naturaleza

-¡¿Dime por que razón lo hiciste?!
Me reprochó Akari, alzando el tono de su voz y mirándome con recelo. Yo no le conteste nada, permanecí sentado apaciblemente en las gradas a su lado, con las manos apoyadas en mi barbilla. Miraba el duelo que ahora estaba teniendo Kotori junto a su compañero de equipo, Gami. El duelo había comenzado hace alrededor de 10 minutos, trataba de tranquilizarme a mi mismo, pero no podía hacerlo, ya que aunque no me atreviera a admitirlo, el equipo de Makoto y de Yuki, éran difíciles de vencer. Así que en esos momentos, me sentía preocupado por que no fuera a pasarle nada grave a Kotori.
-Yue…-Volví a escuchar de nuevo a Akari, con una voz mas calmada-¿Por qué le dijiste a Kotori cuales eran los elementos que manejaban Yuki y Makoto?
-Para darle ventaja a su equipo.
Le conteste sin interés alguno.
-¡Pero Yue! ¿Es que acaso no deseas apoyar a tu escuela? ¿Es eso? Gracias a lo que hiciste, harás que Yuki y Makoto tengan más problemas para ganarle a Kotori y a Gami.
-¿Y eso que?-Interrumpí el sermón de Akari, volteándolo a ver con frialdad-.A mi no me importa en lo mas mínimo lo que pueda pasarle a esos dos, sólo deseo que Kotori gane. Es mas, si esos dos lastiman a Kotori más de lo necesario, se las verán conmigo.
Akari no me contesto, volvió a fijar su mirada en el duelo, en ese instante, Kotori esquivaba un hechizo de Yuki, mientras que Gami se encargaba de destruir un gran muro de roca que Makoto acababa de crear con sus poderes.
-Así que este es tu lado protector ¿eh?
Me dijo Akari de repente, hablando mas consigo mismo que conmigo.
-¿Cómo dices?
-Es una faceta tuya que no conocía, debo admitir que es muy tierna.
Una vez dicho eso, Akari volteo a verme, y me sonrío con ternura. Ahí estaba de nuevo esa maldita sensación de nerviosismo y calidez que sentía cada vez que veía esa sonrisa. Voltee mi rostro para que no viera mi expresión de vergüenza.
-Tú no sabes nada de mí, así que mejor cállate. Para que sepas, Kotori es mi amiga desde hace muchos años, es como una hermana para mí, así que es lógico que no desee que le pase nada.
-Si no se nada de ti, es por que tú no deseas decirme.
Me dijo Akari, al dedicarme una fugaz mirada de molestia.
-Y es mejor así.
-La verdad es que yo ya entendí que lo mejor es que no siga insistiendo con eso, yo ya no puedo más…
Me respondió Akari en voz baja, con las orejas caídas, desviando su mirada al suelo. Este último comentario me sorprendió mucho.
-¿Qué quieres…?

Sin embargo, ya no pude terminar la oración, pues en ese momento escuchamos un grito. Al voltear me encontré con la imagen de Kotori tendida en el suelo, esta tenía muchas cortadas en su cuerpo.
-¡Ko-chan!
Dije con impotencia en mi voz, aunque quisiera, en esos momentos yo no podía ayudarla, era su duelo y yo no debía intervenir. Gami se acerco hasta ella y la ayudo a levantarse.
-¿Estas bien Kotori-chan?
-Si, descuida Gami-kun.
Le respondió Kotori con una pequeña sonrisa y la voz débil.
-Buen trabajo Yuki.
Le dijo Makoto a su compañero, con entusiasmo.

-Si,-le contesto Yuki de igual manera-sólo mantengámonos así Makoto, ya descubrimos que al igual que tu, Kotori maneja la naturaleza, mi poder del hielo se encargara de eso.
Unos ladridos se escucharon a lo lejos, se trataba de Goruru, la mascota de Kotori, esta había permanecido durante todo el duelo en una esquina de la arena.
-Kotori-chan, yo me encargo de Yuki para que no estés en desventaja.-Dijo Gami sacando de su estuche un cuaderno y varios pinceles-.Me parece que es momento de que uses a Goruru.
-¿A Goruru? Pero… no me gusta usarlo a menos de que sea necesario.
-Es necesario, estos chicos son muy fuertes, necesitamos los 40 puntos…
-Cierto… ¡Goruru!
Una vez el canino escucho el llamado de su ama, llego corriendo a su lado. Gami corrió rápidamente, pareciendo dibujar con su enorme pincel figuras en el aire.
-¡Muro de Menfis!
Un enorme muro surgió de repente, encerrando a Yuki y a Gami.
-¡Pero que…!-Exclamo Yuki, mirando a los alrededores-¿Qué es lo que acabas de hacer?
-Encerrarnos, de esta manera no podrás lastimar el hermoso rostro de Kotori-chan.
-¡Idiota!-Grito Yuki con desesperación-¡No puedes dejar a tu compañera abandonada así! Lo mismo para mi, Makoto me necesita ¡quita ese muro!
-No lo haré.
Le contesto Gami con tranquilidad.
-¡Lanzas de hielo!
El hechizo de Yuki se dirigió al muro, tratando de destruirlo, pero fue en vano. Parecía que este sólo lo atravesaba y no le hacía ningún daño.
-¿Qué demonios?
Exclamo con sorpresa Yuki, Gami le contesto sin ningún apuro:
-Mis hechizos con dibujos sólo duran por cierta cantidad de tiempo, en lo que ese muro está ahí te derrotare. Sólo podrás destruir ese muro si me dejas inconsciente o rompes mi pincel.
Le dijo Gami sonriéndole y mostrándole el enorme pincel que siempre llevaba en la espalda con él.
-Makoto…
Dijo Yuki, volteando a ver preocupado el muro que lo encerraba, Gami hizo lo mismo, hablando en el mismo tono que Yuki:
-Ellos ahora deben arreglárselas solos. Pero pienso que así será una batalla mas justa. La naturaleza es hermosa, pero debes tener cuidado con ella pues nadie puede controlarla.
-Dices cosas muy complicadas, nunca entenderé a los artistas.
Dijo Yuki con molestia, bajando las orejas. Gami sonrío por ultima vez, entonces comenzó a hacer varios dibujos en su cuaderno.
-Trata de esquivar esto…
Yuki escucho a lo lejos varios zumbidos y vio como miles de objetos circulares se acercaban hacia él, cayendo desde el cielo. Yuki activo un escudo de hielo para protegerse, pero al instante del choque del balón volador, el escudo exploto, volando en mil pedazos como si fuera de cristal.
-¿¡Bombas!?
Dijo atónito Yuki.
-Te equivocas…-Lo interrumpió Gami sonriendo-.Bombas voladoras.
Yuki atacaba las bombas, huyendo lo más rápido que podía para que las explosiones no lo lastimaran. Gami sólo veía tranquilamente a Yuki correr de un lado para otro sin dejar de sonreír.

***
- ¡Ahora Goruru! ¡Ayúdame!
Las manos de Kotori dispararon un enorme y brillante rayo a Goruru, este al recibirlo, aúllo. Segundos después, Goruru aumento de tamaño, el pequeño animalito ahora era un enorme lobo con el tamaño de un león.
-¿Pero como…?
Palideció Makoto al ver el cambio en el lobo, mientras Kotori se subía a su lomo.
-¿Qué fue lo que le paso a Goruru?
Exclamo Akari sorprendido al lado de mí.
-Goruru no es cualquier animal, es una bestia sagrada.
-¿Bestia sagrada?
-Si.-Comencé a explicar-.Kotori es del clan Ainu, este clan venera a la naturaleza y la usan como medio de ataque, y si los miembros del clan pasan ciertas pruebas se les otorgan beneficios y poderes. Kotori paso su prueba, y le entregaron a la bestia sagrada Goruru, estos tienen un pacto, comparten la misma alma, todos los daños que sufra Goruru los sufrirá Kotori y viceversa. Pero ese pacto sólo se activa cuando Goruru esta en su forma original, Goruru se mantiene como un pequeño cachorro para resguardar sus poderes.

-Ya veo, pero si es así… ¿no es peligroso que utilice a Goruru?
-… Si, Goruru es un arma de doble filo. Kotori lo monta como puedes ver, gracias a eso sus poderes aumentan y se vuelve mucho más veloz, pero si lastiman a Goruru, ella sufrirá el doble de daño…

Goruru corría con rapidez hacia Makoto, mientras que Kotori quien iba arriba de este, saco una daga.
-¡Espíritus de la naturaleza! ¡Escuchen mi llamado y bríndenme su fuerza! ¡Furia de la naturaleza!
Los cuerpos de Kotori y de Goruru comenzaron a desprender un enorme brillo rosado, al instante, Goruru se volvió tan rápido que apenas y podía verse. Saltaba de un lado a otro rodeando a Makoto, mientras que Kotori le causaba varias cortadas a Makoto en su cuerpo con su daga, atacándolo también con los efectos de su hechizo. Como pudo, Makoto levanto varias rocas del suelo y las lanzo al aire, tratando de darle a Goruru, una de ellas casi lo consiguió, parando el movimiento frenético de la bestia sagrada.
-¿Qué puedo hacer?-Comenzó a pensar Makoto-¿Cómo puedo detenerlos? Si esto continua así no podré vencerlos y no esta bien que sólo dependa de Yuki… ¡Debo hacer las cosas por mi mismo! Si logro dejar inconsciente a esa bestia… estoy seguro que haría que Kotori disminuyera sus poderes.
De repente se escucho una enorme explosión, segundos después, uno de los árboles que estaban cerca de la arena de duelos cayó al suelo como si lo hubieran talado, mientras que a lo lejos, se podían apreciar varios árboles y flores congelados.
-¡Pero Yuki! ¿¡Que demonios hiciste!?-Grito Makoto con furia lo mas fuerte que pudo, para que Yuki lo escuchara através del muro-¡Te he dicho que tengas cuidado en los duelos para que no lastimes a la flora con tus poderes!
-¡Perdón Makoto!
Grito Yuki através del muro con la voz cansada.
-¡Gami-kun!-Comenzó a gritar esta vez Kotori-¡Te he dicho que no uses hechizos con explosiones! ¡Mira lo que le hiciste a ese pobre árbol! ¿¡Tienes idea del desequilibrio que puede ocasionar eso en la naturaleza!?

-¡Discúlpame Kotori-chan!-Le respondió a gritos Gami-¡Te prometo que plantare uno nuevo acabándose el duelo!
-Pero que inconscientes…

Dijeron al mismo tiempo Kotori y Makoto, al darse cuenta de eso, voltearon a verse con asombro.
-Vaya Kotori-chan,-dijo un poco emocionado Makoto,-veo que tu también aprecias mucho el medio ambiente.
-Claro, en el clan Ainu nos enseñan a valorarla y respetarla desde que somos pequeños.
-¡Lo mismo conmigo, lo mismo nos enseñan en el clan Gaia!
-Que gusto conocer a alguien con tanto amor por la naturaleza como yo.
Dijo Kotori sonriendo, Makoto hizo lo mismo, y agrego:
-Lo mismo digo, pero esta vez menos me puedo permitir perder… ¡Ve ahora serpiente de roca!
Al llamado de Makoto, el suelo comenzó a levantarse, hasta formar una gigantesca serpiente hecha de rocas, con un movimiento de la mano de Makoto, hizo que se lanzara a atacar. Goruru comenzó a correr lo más rápido que pudo, tratando de esquivar las rocas, látigos de ramas y afiladas espinas que salían de la boca de la invocación de Makoto para que esta no lastimara a su ama.
***
Yuki en esos momentos, se encontraba luchando con un enorme oso, el cual Gami había creado con sus poderes.
-¡Que puedo hacer?-Pensaba Yuki mientras intentaba derrotar al feroz oso-¿Como acercarme a Gami? Si no lo ataco, va a seguir creando toda clase de monstruos para derrotarme, la única opción que tengo es frenar sus movimientos por completo o destruir sus pinceles… ¡Ya lo se! ¡Ventisca helada!
Yuki logro derribar al oso con esa ventisca, pero este volvió a levantarse, emitiendo un feroz y furioso gruñido. El oso se abalanzo a Yuki y este comenzó a correr alrededor de toda la arena esquivando sus zarpazos y embestidas. Yuki rodaba por el suelo y saltaba para que la enorme bestia no lo alcanzara.
-¿Sabes Yuki-kun? Si ya te cansaste, puedes renunciar, no tienes que exigirte tanto.
Pero Yuki no le contesto a Gami, continuo esquivando los ataques del oso.

***
Con un ágil y enorme salto, Kotori aun montada en su bestia sagrada, partió en dos la serpiente de roca. Esta se desplomo al suelo, mientras Goruru aterrizaba en el suelo, tanto como él como Kotori comenzaban a verse exhaustos.
Kotori volvió a blandir su daga, y un enorme resplandor comenzó a cubrirla a ella y a Goruru.
-Debo hacerlo, con este pequeño sacrificio, lograre frenar a su bestia sagrada.
Pensó Makoto, preparándose para recibir el ataque de Kotori.
-¡Furia de la naturaleza!
Volvió a exclamar Kotori, y Goruru se abalanzó sobre Makoto. Todos vimos sorprendidos como Kotori atravesó el costado de Makoto con su daga, afectando sus órganos internos con su hechizo, pero antes de que Kotori sacara su daga de la indefensa piel de Makoto, este tomo su brazo, frenando sus movimientos.
-¿¡Pero que haces!?
Gritó Kotori confundida, Makoto se concentro, y realizo su hechizo.
-¡Prisión de árboles!
Los árboles de los alrededores comenzaron a moverse frenéticamente, y de manera repentina, las ramas de esto aumentaron su tamaño, dirigiéndose sin piedad a donde estaban Kotori y Goruru. Estos los envolvieron a ambos, volviéndose látigos indestructibles, los apretaban tanto que atravesaban su piel cortándola, y casi los asfixiaban.
Finalmente, Goruru dio un aullido lastimero, al ver esto Makoto detuvo su hechizo, y Kotori cayó al suelo muy lastimada, mientras que Goruru volvía a ser un cachorro. Makoto también se dejo caer al suelo muy herido, sujetándose la herida de su costado.
-Ko-chan…
Dije desde las gradas, deseando poder bajar para ayudarla.
-¿Qué pasara ahora?-Dijo Akari con preocupación en su voz.-Los 2 están muy heridos, y las reglas de los duelos dicen que estos no terminan hasta que los 2 miembros de un equipo queden inconscientes…
-Todo depende ahora de Gami y Yuki…
Respondí, ajustándome el guante del uniforme con nerviosismo.

***

El oso finalmente desapareció, tras ser derribado por una invocación de Yuki.
-Todo está listo.
Pensó Yuki, mirando a los alrededores con detenimiento, al hacer esto, Yuki se dio cuenta que el muro que había creado Gami comenzaba a desaparecer.
-Umm..., me tarde mas de lo planeado, supongo que sólo me queda utilizar mi hechizo mas poderoso…
Sin embargo, ambos se quedaron sin habla al ver a Makoto y a Kotori en el suelo ensangrentado, casi inconscientes.
-¡No hay tiempo que perder!-Exclamo Gami, colocando el enorme pincel en el suelo, comenzando a dibujar-¡Ya no hay escapatoria de mi hechizo Yuki-kun! La enéada de Heliópolis, “almas de Thot”, yo los convoco ahora, escuchen el llamado del fiel servidor de mi diosa Hator ahora… ¡Pintura infernal!

Las pinturas de los diferentes dioses egipcios que tenía Gami plasmados en el suelo cobraron vida y comenzaron a abalanzarse sobre Yuki, Yuki por su parte, extendió sus manos, y un extraño brillo comenzó a surgir en diferentes puntos alrededor de Gami.
-¡Ven a mi Njord, dios nórdico del mar, y bríndame de tu fuerza! ¡Tumba helada!
Todo alrededor de Gami comenzó a congelarse, incluyéndolo a él, mientras que Yuki recibía los ataques de los falsos dioses pintados por Gami. Segundos después, ambos cayeron al suelo, Gami con su cuerpo totalmente congelado, y Yuki inconsciente a causa de las heridas en su cuerpo.
Gritos de sorpresa comenzaron a escucharse alrededor de toda la arena, y no era para menos, pues ahora el duelo había tomado un giro muy inesperado.
-¡Nyaaaau! ¿¡Pero por que paso esto!? ¿Cómo terminara el duelo ahora?
Maúllo atónita Yaratsu-sensei a traves del micrófono, Yatsu-sensei continuó hablando igual de sorprendido.
-Las reglas marcan específicamente que un duelo no termina hasta que 2 miembros de un equipo quedan inconscientes, pero Kotori y Makoto aun no se han desmayado, así que el primero en quedar inconsciente, será el que indique al equipo ganador.
Los 2 estaban igual de malheridos, la tensión entre los espectadores era tanta que apenas y se podía respirar. Pero para sorpresa, Makoto y Kotori comenzaron a levantarse lentamente, a pesar de sus heridas.
-Supongo que como clanes que veneran a la naturaleza no nos queda más que hacer esto justamente…
Dijo Makoto con la voz débil, sin evitar hacer muecas de dolor.
-Si…-Le respondió Kotori igual de agotada.-Utilizar nuestros ataques mas poderosos, y que gane el mejor…
-Así es…
Concluyo Makoto con una calida y pequeña sonrisa, concentrando su magia, Kotori le respondió con el mismo gesto.
-La naturaleza es mi aliada y servidora, bríndame tu fuerza y ayuda, cumple nuestro contrato… ¡Castigo de Gaia!


-Espíritus de la naturaleza, yo los convoco, dioses de los vientos, las tierras y el aire, vengan en mi auxilio… ¡Lamento de la naturaleza!


Las 2 hermosas diosas invocadas surgieron en la arena de duelos, hermosas diosas ligeras como el viento, con cabello colorido, hermoso y vivo como las flores en primavera, ambas diosas se miraron y se lanzaron al ataque. Un gran resplandor hubo en toda la arena, al dispersase por completo, sabríamos cual de los dos contendientes seguía en pie y ganaría el duelo.


+ Continuará +

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