domingo, 2 de mayo de 2010

Capítulo 6: Tras la derrota

Me asuste al abrir mis ojos, sólo podía ver las paredes a mi alrededor, pintadas de color azul claro. Estaba acostado en una suave cama con sábanas blancas, pero no reconocía ese lugar. Me levante de la cama, mirando alrededor.
-¿¡Donde estoy!?
Grite asustado y confundido, pude ver que traía una pijama color gris. Al lado de mi, escuche una voz conocida, era la de Makoto.
-Tranquilo Akari-kun.
-Estas en la enfermería de la escuela.
Contesto esta vez Yuki. Al voltear a mi derecha, pude ver a Yuki y a Makoto, sentados al lado de mi cama, sonriéndome dulcemente.
-¿La enfermería?
Les pregunte sin comprender aun, Mizu fue quien hablo esta vez.
-¿Cómo te sientes Akari-kun?
Mizu y Hikari se encontraban sentados a mi izquierda, ellos me veían un poco preocupados.
-Ah… me siento bien Mizu-kun, pero… No entiendo que pasa, no recuerdo nada ¿Qué no estábamos en la prueba de supervivencia?
-Si, pero la prueba acabo ayer.-Me dijo Makoto con serenidad.-Ayer regresamos a la escuela, y como hoy es sábado, todos estamos descansando.
-Ya veo.
Lo que Makoto decía era cierto, por que ninguno de los 4 llevaba puesto el uniforme, todos llevaban su ropa normal.
-El último día de la prueba quedaste inconsciente.-Me dijo Hikari, mirándome muy preocupado-. La doctora dijo que era a causa del efecto del conjuro que usaron en ti.
-¡Es verdad!
Grite ya mas despierto, después de que Hikari dijo eso, comencé a recordar todo. Recordé como Yue y yo encontramos el cetro al mismo tiempo que otro equipo de la clase “B”, y habíamos tenido que enfrentarnos a ellos por el cetro. Después, repuse con voz triste.
-Entonces… ¿fallamos la prueba?
-Así es, fallamos la prueba.
Me contesto una varonil y aterciopelada voz al fondo, que se oía tan suave como un susurro, pero aun así lo suficientemente fuerte como para oírla con claridad. Reconocí esa singular voz de inmediato, Yue se hallaba al fondo de la enfermería, sentado en una mesa, leyendo un libro. Cuando se dio cuenta de que lo había encontrado, despego su mirada del libro, y me miro con decepción.
-Y todo fue tu culpa Akari.
-Yue, estabas aquí.
Le dije sorprendido. Yue se levanto, y camino hacia mi, con los mismos movimientos elegantes que usaba siempre. Se detuvo justo al pie de la cama donde yo estaba, me miro directamente a los ojos, y me dijo en tono cortante:
-Fallamos por tu tonto miedo a la oscuridad, y perdimos 30 puntos… eres un cobarde.
Esa última frase me la dijo en un tono sumamente frío, y me miraba como si yo fuera una bolsa llena de basura. Sólo atine a bajar mis ojos avergonzado, nunca había temido ver a Yue a los ojos, hasta ese momento.
-¡Oye Yue!-.Escuche exclamar a Hikari con enojo en su voz.-No tienes derecho a decirle esas cosas tan crueles a Akari-kun ¡Discúlpate con él ahora mismo!
Pero no pude ver la reacción de Yue, pues seguía cabizbajo.
-Tienes razón Yue.-Le dije en voz baja.-Lo siento mucho.
Yue no me contesto nada, me sentía sumamente decepcionado por haber fallado así, tal como Yue dijo, por ser un cobarde. Más que nada, me sentía sumamente enojado conmigo mismo, pero la poca confianza que Yue me tenía, necesitaba recuperarla de algún modo.
-No tienes idea de cuanto lamento haber sido tan cobarde.
Después, tome las sábanas fuertemente con mis manos, levante al rostro,  mire a Yue lleno de determinación y le dije con mucha seguridad:
-¡Trabajare en ello, jamás permitiré que vuelva a ocurrir!
No pude leer en los ojos de Yue que pensaba, ambos permanecimos en silencio varios segundos mirándonos a los ojos, fue la primera vez que me percate de lo atractivo que era Yue y de lo singular que era su belleza, su sola presencia en donde fuera imponía mucho. Siempre moviéndose elegantemente, mirando a los demás como si nada importara, con aire frío y presumido, pero no por eso dejaba de sorprenderte su aspecto. Una sola mirada fría y calculadora suya (como me estaba mirando a mi justo en ese momento) bastaba para paralizar todo tu cuerpo. Y sin embargo, no entendía como podía pensar todo eso en ese momento tan incomodo.
Finalmente, Yue me contesto en tono cortante.
-Mas te vale que así sea.
Sin decirme nada más, se dio la vuelta y se dirigió a la puerta de la enfermería para salir. Pero antes de que Yue abriera la puerta, alguien más la abrió. Quienes entraron en la habitación fueron Karasi y Yami.
-¡Hola Yue-san!
Saludo Karasi muy contento a Yue, Yue por su parte, se mostró muy sorprendido, y después miró con cautela a los 2 chicos.
-Ustedes… ¿Qué demonios hacen aquí?
-Tranquilo, no tenemos malas intenciones.-Le contesto Karasi a Yue, aun sonriéndole.- Venimos a ver como sigue Akari-kun.
Yo me sentía igual de sorprendido cuando vi como Karasi se acerco hasta mí, sonriéndome tiernamente.
-¡Hola Akari-kun! ¿Cómo estas?
-Ah… bien.
-¡Mira! ¡Te traje chocolates!
Me dijo Karasi muy contento, sacando una enorme caja color roja metálica. Una vez me los mostró, me los puso en mis piernas, arriba de la sábana.
-Ah… gracias.
Le agradecí muy confundido viendo la elegante caja, después Karasi se dirigió hasta donde estaba Yue y le tendió una caja idéntica a la mía.
-También tengo unos para ti Yue-san.
Yue volteo el rostro, con gesto ofendido y añadió:
-No los quiero, gracias
-Ah… pero…
Dijo Karasi muy triste, después Yami se coloco detrás de Yue, y le dijo muy molesto, alzando la voz.
-Deberías aceptar el regalo que Karasi te esta ofreciendo.
Yue lo miro fríamente, y le contesto en tono cortante.
-No los necesito, no me sirven para nada.
-Idiota.
Le dijo Yami, mirando con desprecio a Yue, después, Yue cambió a una mirada maliciosa, y le dijo en tono irónico.
-¿Qué harás? ¿Utilizaras otra ilusión en mí? ¿Cómo la que usaste en Akari?
Yami miro a Yue lleno de malicia, como si fuera un niño pequeño que disfrutara de aplastar un insecto, y le contesto con una voz suave y fría.
-Claro que no. En ti, buscaría la manera para hacerte sufrir hasta que gritaras de agonía, y me suplicaras llorando que me detuviera.
-Claro.-Le contesto Yue sarcásticamente.-Eres un cobarde que se aprovecha de las debilidades de los demás. Empezaste a torturar a Akari psicológicamente, y cuando te diste cuenta de que este le temía a la oscuridad, entonces usaste una ilusión en él. No eres más que una basura que utiliza los métodos más bajos para ganar.
Yue y Yami estaban a punto de pelear, pero no podía creer el odio con el que ambos se miraban ¿Acaso tanto le había molestado a Yue lo que Yami me había hecho?
-No deberías echarme a mí la culpa, la culpa la tienes tú Yue.-Le dijo Yami, con aire superior.-Ya que tú no defendiste a tu compañero, y no sabes trabajar en equipo. En Maho, sólo los que son capaces de dar todo por su otro compañero, confían en él, y lo apoyan, son capaces de ganar. No hay lazo mas especial que el que comparten los compañeros de equipo, deberías saberlo, si sólo utilizas a Akari, entonces estas destinado a perder siempre.
Esta vez, Yami había llegado muy lejos, lo supe al ver como Yue comenzaba a concertar su magia en sus manos.
-Jamás te perdonare esto Yami
-Inténtalo Yue
Yami concentro su magia también, pero antes de que otra cosa sucediera, Karasi los detuvo, colocándose entre los 2.
-¡Oigan basta! Conocen las reglas, sólo se puede pelear en duelos aprobados por Yatsu-sensei.
Yue y Yami cedieron, sin dejar de verse con un enorme odio y desafío. Finalmente, Yue se dirigió a la puerta, pero antes de salir, le dejo en claro a Yami lo que sentía hacia él.
-Ya me las pagaras después, Yami.-Después, se dirigió hacia mi, sin siquiera mirarme.-Akari, apúrate en salir de aquí, es lo menos que puedes hacer.
Después dicho esto, Yue salio por la puerta. Segundos después, Yami se disponía a hacer lo mismo.
-Yami ¿A dónde vas?
El tono molesto y frío de Yami, cambió al contestarle a Karasi a uno más educado y suave.
-Ya no tengo nada que hacer aquí. Vine sólo por que tú me lo pediste, ya lo cumplí y ahora me voy. Nos vemos.
Yami ya no dijo nada más, y salió por la puerta.
-Ummm… ese Yami, siempre es lo mismo con él.
Se quejo Karasi en voz alta, pero yo aun no comprendía por que había venido a verme, así que lo llame, con un poco de inseguridad en mi voz.
-Ah… Karasi-kun…
-Como sea, venía a hablar contigo Akari-kun.-Me dijo Karasi con su radiante sonrisa.-Yo quiero pedirte una disculpa, por haber sido tan duros con ustedes en el duelo.
Sin embargo, Karasi ya no pudo decir mas, pues la señorita Miritsu, doctora de Maho, se dirigió hacia donde estábamos.
-Chicos, la hora de visitas termino.-Les dijo a mis amigos, sonriéndoles dulcemente.-Lo lamento, pero lo mejor será que vayan despidiéndose de Akari-kun.
Después dicho esto, volvió a sonreírnos y se dirigió a su oficina a continuar con su trabajo.
-Nos vemos luego, Akari-kun.
Me dijo Mizu sonriéndome, yo le devolví la sonrisa y también me despedí de él. Hikari también se despidió de mi, seguidos por Makoto y Yuki, el último en hablar fue Karasi, pero me sorprendió que no se despidió de mi.
-Akari-kun, quiero acabar de hablar contigo… ¿Te parece bien si mañana te invito a comer?
No sabía que contestarle, me sentía confundido. Karasi debió notarlo, pero trato de convencerme, mostrándome su habitual y dulce sonrisa.
-Tranquilo, puedes confiar en mí.
-De acuerdo Karasi-kun.
Me rendí, sonriéndole de la misma manera.
-Bien, nos vemos en el jardín cerca de la torre de hechizos a las 4 ¿está bien?
-De acuerdo.
Al parecer, Karasi y yo nos habíamos hecho amigos.

***
Finalmente en la tarde, tras una revisión, la doctora Miritsu decidió darme de alta. Yo me dirigí al baño para quitarme el pijama de la enfermería y ponerme mi ropa normal. Una vez hecho esto, me acerque hasta ella para agradecerle por sus cuidados.
-Muchas gracias por todo doctora Miritsu.
Le dije en tono educado, y agradeciéndole con una pequeña inclinación de cabeza.
-Descuida Akari-kun, y no te preocupes, ya deberías estar bien de ahora en adelante. ¡Ah, es cierto!
La doctora se dirigió al fondo de la habitación hasta una mesa, recogió un libro que estaba ahí, y me lo tendió.
-Toma, este libro es de tu compañero de equipo, lo dejo olvidado aquí.
-¿De Yue?
Le pregunte tomándolo, después recordé al ver la portada que los días anteriores Yue lo había estado leyendo.
-Descuide, gracias, yo se lo daré.
-Por cierto, tu compañero es muy lindo.
Me dijo la doctora, sonriéndome.
-¿Lindo? ¿Por qué lo dice?
-Anoche se quedo contigo cuidándote cuando aun estabas inconsciente, hasta que finalmente, él también se quedo dormido.
-¿Yue hizo eso?
Pensé perplejo mientras salía de la enfermería. Después, recordé lo que había sucedido en el bosque, la manera tan tierna en que me había visto al curarlo. También recordé lo que me había contando, que él no tenía a nadie, y lo más sorprendente, que su propio hermano había acabado con su padre. Entonces fue cuando entendí por que Yue se comportaba de esa manera tan fría, pero lo más probable es que sólo fuera un escudo, y en el fondo, fuera una persona muy tierna y dulce, al menos eso supuse yo cuando la doctora Miritsu me dijo que Yue me había cuidado la noche anterior, y la discusión que había tenido con Yami por lo que me hizo. Tras un momento de reflexión, decidí acompañar a Yue, ser su amigo y romper su escudo, sin importar lo difícil que fuera.
***
Al día siguiente, me reuní con Karasi a la hora acordada, el me hablaba con su alegría de siempre.
-¡Que bueno que viniste Akari-kun!
-Gracias Karasi-kun, incluso preparaste una deliciosa comida.-Le dije un poco apenado.-No debiste molestarte.
Después no pude resistirme a lo delicioso que se veía, y comencé a probarlo.
-¡Que rico!
-Que bueno que te guste… Como te decía Akari-kun, quiero que me disculpes a mí y a Yami por lo duros que fuimos con ustedes en el duelo
-No debes hacerlo, después de todo, era una competencia, sólo los mejores podían ganar. Ustedes se esforzaron mucho.
-¿Tú crees? Gracias, pero… Yue-san se veía muy molesto
-No debes preocuparte por eso, Yue es difícil de tratar, es muy cerrado y orgulloso.
-¡Ja, ja, ja! ¡Como Yami! Ahora que lo pienso, los 2 se parecen mucho en su forma de ser
-¡Tienes razón!
Le conteste divertido, y ambos comenzamos a reírnos de lo que acabábamos de descubrir. Una vez nos calmamos, Karasi me miro con un poco mas de seriedad de lo habitual.
-Perdona a Yami por usar esa ilusión en ti, es sólo que los 2 deseamos más que nada graduarnos. Ya que ambos, tenemos asuntos pendientes en nuestro reino.
-¿Ustedes 2 son del mismo reino? ¿Ya se conocían?
-Si, somos amigos de la infancia, pero aunque somos de distintos clanes, nuestros 2 clanes viven en armonía en el mismo reino, que es el reino “Pyarem”.
-Que bien, no tenía idea.
-Si, ambos queremos completar nuestros estudios, nos esforzaremos por que así sea. Tú y Yue-san también esfuércense.
-Lo haremos.
Ambos nos sonreímos con ternura, presentí que si Yue y Yami eran muy parecidos, tal parecía que Karasi también era muy parecido a mí.
***
El lunes, el profesor de la clase antes del primer descanso no había asistido, por lo que la clase era libre. Yo aproveche para charlar con mis amigos de lo que había sucedido con ellos en la prueba de supervivencia.
-¿Entonces su equipo si obtuvo los 30 puntos?
Le pregunte a Mizu muy sorprendido.
-Si, llegamos antes que el otro equipo.
-Ya veo, que envidia.
Le dije a Mizu con sinceridad, él me dio unos golpecitos en el hombro para consolarme.
-¿Qué hay con ustedes, Makoto-kun?
Le pregunto Hikari interesado.
-¿Eh? Nosotros tampoco lo logramos.
Contesto Makoto muy triste, bajando las orejas.
-¿Eh? ¿Pero por que no?
Les pregunte a Yuki y a Makoto extrañado, Yuki me contesto con tono decepcionado.
-Makoto estaba leyendo el mapa al revés. Cuando llegamos, el otro equipo ya se había llevado el objeto.
-Ya veo, lo siento mucho.
-No se preocupen chicos, ya habrá otras oportunidades.
Les dijimos Mizu y yo, tratando de consolarlos.
-Si, gracias.
Nos contesto Yuki sin mucho ánimo.
-Yo… ¡me esforzare mucho Yuki! ¡Te lo prometo!
Le dijo Makoto a Yuki, entre desesperado y avergonzado.
-Descuida Makoto, todo esta bien.
Le contesto Yuki, sonriéndole vagamente, después se despidió de nosotros y salio del salón, Makoto observo a Yuki partir, con una enorme tristeza en sus ojos.
***
Finalmente, se acabo la clase y empezó a sonar la campana del primer descanso. Pensaba desayunar con mis amigos, pero al ver a Yue, se me ocurrió empezar mi plan de acercarme más a él. Al oír la campana, Yue cerró el libro que estaba leyendo, lo guardo en su mochila, y salió del salón. Yo corrí hacia él para que no se me perdiera de vista, comencé a gritarle para llamar su atención.
-¡¡Yue!!
Al escuchar que lo llamaba, se dio media vuelta, me miro y se detuvo para que lo alcanzara. Esta vez sus ojos no eran fríos, estaban relajados, o más bien como yo digo, en actitud de: “no me importa ni me interesa nada”.
-¿A dónde vas?
Le pregunte, mostrándole una enorme sonrisa.
-A ningún lugar en especial.
-¡Perfecto! ¡Vamos a desayunar juntos!
Guardo silencio por un momento, hasta que se dio la vuelta y comenzó a caminar.
-No, gracias.
Ese escudo era el que debía romper, así que lo tome de la mano, el volteó a verme muy sorprendido.
-Vamos a desayunar juntos, no te lo estoy preguntando.
-¿Cómo dices?
Me pregunto confundido, sin soltarle la mano, lo jale para que caminara junto a mí.
-¡Anda vamos!
Finalmente, los 2 llegamos a la cafetería, y cada quien comenzó a servirse su comida. Después, escogimos una mesa, y nos sentamos para almorzar. Yo probaba un bocado tras otro, muy entusiasmado.
-¿Por qué insistes en esto?
Me dijo Yue con desesperación en su voz, pero volviendo a la mirada a la defensiva de siempre.
-Quiero llevarme bien contigo Yue, por eso quiero conversar, y hacer mas cosas contigo.
-Sólo pierdes el tiempo.
-¡Eso si que no! ¿¡Me oyes!?-Le grite enojado, y apuntándolo con mi tenedor.- ¡Seremos amigos! ¡Así sea lo último que haga!
Yue me miro con suma sorpresa, pero después bajo la mirada, y dijo en voz baja.
-No sabes en lo que te metes… ¡Si que eres testarudo!
-Mira quien habla.
Le dije sarcásticamente, cuando de repente, escuchamos a unas cuantas mesas de las nuestras, como un plato caía en el suelo, rompiéndose, seguido por una molesta voz:
-¿¡Quien te crees para hablarle así!?
Me puse de rodillas en mi silla para alcanzar a ver bien, a Yue sólo le bastaba alzar la cabeza para ver que sucedía. El que había gritado era Yuki, quien se veía sumamente molesto, Makoto solamente lo miraba muy confundido y con nerviosismo en sus ojos. 


+Continuará+

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